En el tercer libro de la saga de Twilight, las cosas se complican muchísimo más y el trío que comenzó en el anterior va incrementando su intensidad hasta que Bella ha de elegir a uno de los dos hombres (o casi porque está entre vampiro y lobo). La historia está inspirada y gira alrededor del libro Wuthering Heights o Cumbres Borrascosas en español y como en esas viejas novelas, hay mucho drama, mucho amor imposible y mucho desgarro emocional.
La cosa comienza con Bella y Edward eligiendo universidad mientras en Seattle, ciudad cercana a Forks, una terrible ola de crímenes tiene pinta de estar causada por jóvenes vampiros. Bella quiere volver a ver a Jacob pero a Edward no le hace gracia. Tiene celos y no quiere que ella ronde un hombre lobo. Sin embargo, ella se sale con la suya y retoma su amistad con Jacob, que sigue intentando por activa y por pasiva que ella cambie de idea y renuncie a convertirse en un vampiro.
Pronto se sabe que lo de Seattle es mucho peor de lo que parecía, que no es un vampiro desbocado sino un ejército que al parecer están controlados por alguien y quieren atacar Forks. Los Cullen tendrán que aliarse con los lobos en un pacto que parece imposible y ambos grupos se comprometen a dar su vida para defender a Bella, que vuelve a estar en el medio de la desgracia. Con su corazón dividido por su amor por Edward y Jacob, con su universo viniéndose abajo por culpa de esa inesperada guerra y con el miedo y la impotencia que da el saber que no puedes hacer mucho por salvar a aquellos que más quieres, Bella tendrá que tomar las decisiones más importantes de su vida.
Me gusta mucho una frase que dice Emmett Cullen en un punto del libro: I’m really glad Edward didn’t kill you. Everything’s so much more fun with you around algo parecido a Me alegro mucho de que Edward no te matara. Todo es mucho más divertido alrededor tuyo y en realidad esto define la historia porque Bella parece un inmenso imán para las desgracias, todas le caen a ella, que recibe golpe tras golpe por muy nimia que sea la decisión que ha tomado. Su amor por Edward evoluciona y aunque sigue siendo del tipo ladilla, ahora es capaz de razonar y recordar que no hace mucho tenía un gran amigo y procura recuperar esa amistad, al menos desde su punto de vista porque Jacob lo que quiere es endiñársela y casarse con ella. Hay amores correspondidos, amores no correspondidos y un montón de acción con vampiros y lobos que luchan entre ellos y juntos. Todo un festival que se aleja un poco de la dulzura e inocencia de los libros anteriores y comienza a introducir raciones de violencia gratuita de esa que nos gusta tanto a todos.
Si has leído los dos primeros, esta es una buena tercera parte.