Voy un día por la mañana al cine de los intelectuales y como siempre, lo hago de incógnito. Me bajo en la parada del tranvía de Leidseplein y como si no fuera conmigo la cosa, avanzo por la calle despistado y cuando nadie está mirando me echo a correr y entro al cine. Por suerte siempre tengo las entradas reservadas de antemano y así el proceso de usar la maquinita que te las da se acorta a menos de un minuto. Cuando aparecieron estas máquinas en el cine, la gente las ninguneaba salvo un servidor, que de siempre me gustó reservar y así saber exactamente en donde me siento. De hecho, planeo mi sesión de cine desde el martes, día en el que salen a la venta las entradas para el fin de semana y así siempre tengo los mejores sitios. Más tarde, cuando las máquinas se multiplicaron y desaparecieron los empleados en las taquillas, la gente comenzó a acercarse a ellas con recelo y solo cuando empezaron a cobrar un leuro más por usar un animal que respira la gente se decidió a dar el paso, salvo aquellos que compran las entradas con dinero negro y no se pueden dar el lujo de tenerlo en una cuenta corriente. Tras este desvío tonto, decir que la película de la que quiero hablar se llama Your Sister’s Sister y en España se estrenó la semana pasada como El amigo de mi hermana.

Un julay se folla a dos tontas que son hermanas

Comenzamos con una fiesta en la que un grupo de amigos recuerda a uno que murió un año antes y entre los que está el hermano, el cual parece no haberse recuperado del suceso. Una amiga lo manda a una casa que tienen sus padres en el monte para que se recomponga y cuando llega allí se encuentra con la hermana lésbica de la otra, a la que empala casi inmediatamente. Cuando la amiga aparece presto-súbito en el lugar, todo el mundo tiene secretos que tapar y la cosa enfila por el camino del puto culo y cuesta abajo.

Si alguien me llega a decir de antemano que esto iba a ser cinco minutos con seres humanos a porrillo seguidos de ochenta y cinco con solo tres protagonistas, yo no entro. La película arranca bien, aunque floja, en una fiesta rara y en la que los actores parecen fuera de lugar pero según llegamos a la isla en la que está el chabolo aislado, la cosa se tuerce y el aburrimiento se maximiza. Los diálogos estúpidos, los encuadres de escena patéticos, los actores hablando sin parar aunque al parecer en conversaciones que no tienen por qué involucrar a la persona que está a su lado y que resulta en tres monólogos incoherentes en paralelo que no llevan a nada. La tortillera no da el tipo y nadie se cree ni por un instante que lo sea y la otra no sirve ni para darle cachetones con la polla en la cara. El tío es uno de esos actores grises que hasta te olvidas entre escenas. El guión tuvo que ser escrito por alguien con escandalosas carencias de sangre en el cerebro.

En fin, que de los noventa minutos que dura incluyendo títulos de crédito, dormí por lo menos cuarenta y me aburrí en los otros cincuenta. Lo mejor es que siempre que me despertaba de alguna de mis micro siestas, la acción parecía haberse detenido y seguían con la matraquilla, hablando y hablando (aunque no entre ellos) sin parar. El final es PAT?TICO, cortan la imagen antes de saber el único dato interesante.

Esta no se la deseo ni a un político en activo. Es una mierda y deberían poner cinta policial alrededor de los cines en los que la están dando para proteger a la ciudadanía de semejante cagada. Encaja perfectamente en el club de las puta mierda del copón.