No creo que exista ningún director americano tan idolatrado como Woody Allen, sobre todo en Europa. El hombre se ha dado cuenta y últimamente rueda para nosotros, los fans que nunca lo hemos abandonado, ni siquiera cuando hace alguna película mediocre, que las hay. Creo que desde los quince o dieciseis años, mi experiencia cinematográfica ha estado ligada a su cine y esto se puede ver incluso en ésta la mejor bitácora sin premios en castellano. Ya comenté Match Point, Scoop, Cassandra?s Dream, Vicky Cristina Barcelona, Whatever Works ? Si la cosa funciona, Conocerás al hombre de tus sueños ? You Will Meet a Tall Dark Stranger, el año pasado fue Medianoche en París ? Midnight in Paris y hoy llegamos a su última película, To Rome with Love, la cual se estrena en España en un par de semanas con el título de A Roma con amor.

Un montón de julays buscan en Roma la forma de hincarla en caliente

Esta son cuatro historias en una. Tenemos una pareja americana que viene a Roma a conocer a la familia del novio de su hija y en la que Woody Allen descubrirá que su consuegro canta ópera en la ducha y montará un pitote relativo al tema. Por otr parte tenemos un italiano medio que una mañana lo convierten en una celebridad y verá como cambia su vida. La tercera historia es la de un joven arquitecto californiano que vive en la ciudad con su novia y entre ellos se interpone una amiga de ella y por último tenemos una pareja de italianos recien casados que vienen a la ciudad a visitar a la familia y las cosas se tuercen un poco.

El problema con tener cuatro historias es que el nivel varía demasiado. La de la pareja de recien casados italiana, en la que salía Penélope Cruz, para mí sobra totalmente y me aburría tanto que llegué incluso a entrar en la fase previa al sueño, amodorrado en la sala y luchando para que no se me cerraran los ojos. La historia de Woody Allen es fabulosa y merecía una única película, con las dos parejas de padres y sus hijos y todo lo que acontece. Es en esos momentos cuando mejor te lo pasas y te ríes un montón. La historia del italiano que se vuelve famoso también está bien pero le falta algo, se agota demasiado pronto y deja de ser interesante.

Como en anteriores visitas a Europa de este director, tenemos un recorrido turístico espectacular por la ciudad, propaganda descarada pero que acompaña la película, siempre con buena música de fondo. Los diálogos parecen muy ágiles en unas historias y demasiado forzados en otras, algo que va lastrando la película y que hace que cuando llega un segmento que no te gusta, te desconectes.

Queda fuera de duda que este no es cine para los miembros del Clan de los Orcos, hay demasiados diálogos y palabras complicadas que jamás podrán comprender. Los intelectuales con gafapasta igual se llevan un disgusto porque no es una de sus grandes obras, pero bueno, es una película de Woody Allen, el hombre tiene setenta y pico de años y sigue sorprendiéndonos cada año con una de sus alocadas y mágicas historias. No podemos pedirle más.