El día de la Independencia


El 1 de Julio es un día muy especial para mí.

Lo es desde hace ocho años, desde una mañana del año 2000 en la que mis padres me dejaron en el aeropuerto de Gran Canaria y comencé el ?xodo. Ese día me convertí en emigrante. Recuerdo que era un sábado y que la Copa de Europa se jugaba en Holanda. Fue un día lleno de sensaciones agridulces, de miedo por dejar atrás la seguridad de lo conocido, de excitación por afrontar un futuro que se abría ante mi lleno de grandes posibilidades, de tristeza porque dejaba familia y amigos a miles de kilómetros y de alegría porque comenzaba mi Independencia.

También celebramos el nacimiento de Distorsiones, este pequeño rincón que surgió de la necesidad de encontrar una forma cómoda y sencilla para distribuir información con mi red de amigos y familia. Aunque se materializó como bitácora en el año 2003, desde mucho antes funcionaba como lista de distribución.

La montaña de experiencias y recuerdos acumulada estos años daría para llenar varios libros y algunas de esas cosas están aquí, repartidas entre más de dos mil seiscientas anotaciones. Si contamos el tiempo en unidades de cine, han sido casi ochocientas películas, en multitud de cines, vistas con muchísimos amigos. En este tiempo mi capacidad para crear Redes ha quedado al descubierto, es algo natural y que no me cuesta demasiado. Mis amigos se han multiplicado y no hablamos de gente que no sabes si en realidad lo son sino de verdaderos amigos, gente que se preocupa por ti, que camina a tu lado y que aporta algo a tu vida. Igual que unos han llegado, otros han seguido su sendero y no es raro que con esos que se alejan se vuelvan a cruzar los caminos pasado un tiempo.

En estos ocho años he aprendido a amar Holanda, un país maravilloso, lleno de gente increíble, rincones impresionantes y que he adoptado como mi hogar, mi casa, el sitio que añoro cuando voy a España y el lugar en el que quiero seguir viviendo muchos años. Seguramente hubo alguna cosa mala en este tiempo pero las he olvidado. No me interesa amargarme y cargarme de mal karma. Cada uno elige como quiere mirar la vida y yo prefiero ver el lado positivo.

Desde ayer, este primero de Julio también celebramos otra Independencia. Una que me llena de alegría porque es algo que hemos esperado como agua de Mayo desde que se anunció. Ayer estaba en el Café Cartouche y no nos lo podíamos creer. En los Países Bajos está totalmente prohibido fumar en bares y restaurantes. Se acabó el oler la mierda que expulsan por sus bocas los fumadores, se acabó el tener que ducharte al volver a casa, se acabó el tragarte el humo de alguien sin educación alguna que se cree con derecho a pisotear a la mayoría que no fuma. Los porreros que vienen a Holanda para ir a los koffieshops no tienen que preocuparse. Allí se pueden seguir fumando sus porros aunque no podrán hacerlo con cigarros. Y es posible que incluso lleguen a encontrar algún bar para fumadores, porque algunos han decidido acatar las condiciones draconianas que se han impuesto para proteger la salud de los no fumadores y de los empleados. Si quieren tener una sección de fumadores, tiene que estar físicamente aislada del resto del local y en la misma no se puede servir comida, bebida o incluso limpiar las mesas sin que dicho lugar haya sido aireado al menos treinta minutos antes de entrar los empleados. También se ha prohibido el usar calentadores para que los fumadores estén calentitos en la calle. A partir de ahora, quien quiera fumar, tendrá que hacerlo en habitaciones apestando a humo, posiblemente sin bebida, sin comida, sucias y que ponen el vicio de fumar en donde se merece y si no existe esa habitación, lo tendrán que hacer en la calle, con todo tipo de incomodidades.

Por todas estas cosas el uno de Julio es un dulce y maravilloso Día de la Independencia.

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5 respuestas a “El día de la Independencia”

  1. Como todas las Independencias, una mayoría lo festejará (?)pero una minoría estará mas cabreado que un indio con gonorrea.No fumo.Fumé con intervalos hasta el 2001, fecha del infartito…jejejeSalud

  2. Por mí, que se cabreen. Yo llevo lavando ropa y duchándome por su culpa al volver de madrugada a casa demasiados años.

  3. No sabes lo feliz que estoy con esa medida, ayer fui a un concierto y llegué a mi casa limpia y libre de humo tenía tiempo, que rico, para todo lo demás la visa que fue quien nos regaló las entradas :)Por cierto, mucha gente salía a mitad de concierto porque no podían fumar y no se aguantaban las ganas, lo que me gusta de Holanda es que aquí dicen NO y es NO, no tienes que caerte a golpes en ningún lado con la gente que no quiere seguir la regla, aquí se lo tomaron en serio desde el primer segundo.Yo ando feliz, me encanta saber que podré seguir teniendo vida social, libre de humo :)Besos.

  4. Felicidades!
    Es difícil seguir en la cresta de la ola durante tantos años.
    A fumar a la calle, pobre calle!