El fin de la lista


Podcast Addict

Cuando comencé mis vacaciones en mayo, en el programa que uso para escuchar los podcast, uno llamado Podcast Addict y que tengo en la versión de pago para ahorrarme la publicidad en la parte inferior, tenía más de cien podcast para escuchar. Llevaba un retraso épico y que se remontaba hasta noviembre del 2016. Durante todas las vacaciones y hasta una semana después de regresar me negué a repartir mi tiempo entre podcast y audiolibros y luché contra esa cola gigantesca de episodios. Eran varios gigas en la memoria de mi teléfono. Me detuve cuando ya estaba a solo treinta días del presente y desde entonces lo que he hecho ha sido escuchar podcast mientras trabajo, como manera para reducir o eliminar el barullo que se produce en una oficina abierta. Mientras reduzco la lista, nuevos entran por su final pero parece que por fin, hoy, veo el final de la lista. De los siete podcasts a los que estoy subscrito, me quedan cuatro episodios por oír y todos ellos fueron publicados en los últimos cuatro días. Comentar que los siete son irreverentes, chorras y en muchos casos, desternillantes. Es la alternativa a la radio convencional, ya hay bastante melodrama e iteraciones de más de lo mismo en el universo, prefiero escuchar cosas originales y que me diviertan.

La idea de currarme mi propio podcast siempre ha estado ahí y hasta tengo un micrófono medianamente decente para hacerlo pero además del tiempo para elegir el contenido, grabarlo y editarlo, tendría que buscar algún lugar para publicarlo y como el concepto de la auto-censura aún no lo he conseguido controlar, estoy convencido que en menos de dos lunas me lo bloquearían y me ahorro el esfuerzo y el disgusto y no lo hago. En el pasado hice una prueba con El Porcas de Distorsiones 01 y creo que el archivo de audio ya no está en donde debería estar.


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