La promesa – The Promise


Un trailer como de película de época pero en la Turquía imperial es una cosa exótica y que obviamente, va directo a la filmoteca ya que los Orcos no tienen gustos tan sibaritas. Aunque el trailer me la traía floja, todos sabemos que yo lo veo casi todo y como ni el director era el Peter Jackson ni estaba basada en un libro de la subnormal que hizo lo de las cincuenta mierdas del Gris, fui a ver The Promise la cual al parecer hasta se ha estrenado en España a comienzos de junio con el título de La promesa y que es la gota que faltaba para rompernos todos los conceptos porque para mi es imposible comprender por qué esta sí y otras muchísimos mejores son ninguneadas y no llegan a las salas.

Dos julays se encoñan de una chocha y le buscan el ángulo para hacerle chimpún

En el imperio Otomano, un pavo que vive en un poblacho quiere ser médico y como no tiene pasta, promete casarse con la fea del pueblo para que el padre de ella le preste la guita e ir a Estambul a estudiar. Con lo que no contaba es que se va a encoñar de una armenia, como él, que está con un periodista gringo y la armenia tirará hoy de este rabo y mañana de aquel o algo así. En esto que llega la Primera Guerra Mundial y los turcos comienzan el exterminio de los armenios o algo así y su historia de amor que en realidad es más bien de mojar se complicará entre hembras feísimas y que tienen unas cejas más gruesas que los bigotes de dictadores germanos posteriores.

Lo primero que pensé cuando aparecen los armenios es lo equivocada que está la televisión actual porque en esta película casi que parecían suecos, todos impecables y preciosos y después en los telediarios te ponen esos bichos horrorosos con esas viejas que provocan pesadillas. Después vino lo de la estupidez de la amistad y el amor, que en esta película están deificados y convertidos en algo que no se parece en nada a lo que en realidad es. Esto apesta a telefilm por todos lados y me pregunto si lo hicieron con dinero público ya que cualquier tonto que lea el guión sabe que allí no había historia. Christian Bale hace de periodista gringo que está enamorado de armenia y que los trata de ayudar o algo así. Es probablemente el peor papel de su carrera. Además, es que le pusieron como una barba tupida que es más bien lo que uno asume que está debajo de una falda y sobre el chocho de una armenia de las de verdad. Estoy convencido que piojos y pulgas murieron presos en ese barbota más denso que la alfombra de la oficina en la que trabajo. La historia aburre, todos los personajes son caricaturas de seres humanos y si había algún hecho real que pretendían enseñarnos, se perdió entre tanta morralla. No se si algún día me recuperaré del hecho estremecedor que el armenio de la película es Oscar Isaac, que es de Guatemala. Es que vamos, con estos criterios, hasta Genín y Virtuditas pueden dar el pego por armenios.

No es cine para los miembros del Clan de los Orcos ni tampoco para los sub-intelectuales con GafaPasta. Un telefilm que hasta se puede ningunear.


2 respuestas a “La promesa – The Promise”

  1. Casi soy capaz de asegurar que yo no doy el pego, paso más por nórdica de cualquier manera. Blancor enfermizo…