El final del ciclo


Si hay un tema recurrente en el mejor blog sin premios en castellano es el del drama de la multinacional en la que me prostituyo y de como yo pido y ruego y suplico que me echen y cada vez me dejaban atrás. Esta última tanda tiene multitud de anotaciones y creo que una de las últimas fue Más largo que el parto de la burra, tantas anotaciones que si hubiese creado una categoría en su día, digamos que dramas laborales, esa categoría sería una de las cinco con más anotaciones en el blog.

Creo que ya he dicho, por pasiva y por activa que mi jefe sopló antes de pirarse de vacaciones que nos botaban a la puta calle el día de hoy. Ayer, justo antes de apagar el ordenador, me llegó una invitación para una reunión por ZÚM con la directora de recursos INhumanos y ese vice-presidente que no me puede ni ver. A las diez de la mañana, una hora. Hay que tener un grado de retraso mental dantesco para no unir los puntos y sacar tus conclusiones y cuando dos que no te pueden ver de repente quieren hablar contigo, es porque eres uno de los ELEGIDOS. Por la tarde informé a un par de amigos y puedo confirmar y confirmo que dormí muy bien. Esta mañana, como la reunión era a las diez, no pensaba dar un palo al agua, pero tenía la reunión diaria con mis compañeros y entré. Allí les dije que a mí me echaban a las diez y que debía haber otro que ya lo sabía y el otro salió del armario en el que se había encerrado y confirmó que a él le daban el patadón a las once. Antes de eso, chateando con los compañeros con los que más trabajo, uno me dijo que tenía una reunión con los mismitos a las dos de la tarde, pero que seguro que era para otra cosa porque el amor eterno suyo a la empresa jamás será traicionado. ¡Por Dios! ya le he dicho, que si hay que firmar como testigo para que le den la paga de retrasado, que me avise que yo firmo, que a él lo echaban también. Ayer ya reajusté mi programación de cine y en lugar de ir a ver una peli maravillosa a las siete y media de la tarde y volver a mi casa a las once y pico, la cambié para la una de la tarde que es un horario más apropiado para los parados. También, como tenía tiempo, aproveché para hacer mi gimnasia antes de la reunión y ducharme y a las diez de la mañana, la mejor versión de mí mismo, aparecía en sus pantallas. Resulta paradójico que la empresa venda dos soluciones para videoconferencias y los de recursos INhumanos prefieran el ZÚM, que no es nuestra, pero eso demuestra la fe que tienen mucho en los productos que vendemos. La ventaja de este programa es que está para el aipá y lo tengo instalado en el mismo para las clases de italiano, así que en vez de usar el ordenador para la tarea, usé el aipá. Todos los detalles cuentan y quería un punto de vista bajo, así que en vez de tener la cámara a la altura de los ojos, la tenía en la mesa, mirando hacia mi gloriosa barba y en una posición en la que no se me ven bien los ojos y tiene un toque despectivo. Además alteré las luces para incrementar el dramatismo. En la reunión también apareció por sorpresa mi jefe, el cobarde que cogió vacaciones para no pasar por esto.

Supuestamente tenían que hablarme durante una hora, yo lloraría, ellos me consolarían, habría mucho drama, mucho apoyo o algo así. O ese era el plan. Acabó en ocho minutos, me explicaron los conceptos y se acabó. Eso no se lo esperaban, pero es que estos deben creerse que me han partido el alma por echarme y no se dan cuenta que me están dando una bolsa llena de leuros, me han pagado las vacaciones de verano y que yo tengo la certeza absoluta de que encontraré otro trabajo pronto.

Según acabó la reunión, envié el correo que había preparado a un selecto y exclusivo grupo de colegas. Mi correo busca dar hostias a unas, a otras y a alguno más, así que es sucinto, irónico, positivo y pido que no se distribuya, que es lo que hay que hacer para que se convierta en el correo favorito del día y todos los que no lo recibieron lo obtengan y al leerlo, vean que para mí ya no existen, en particular cierta zorra de mielda y su amiguita y antigua jefa mía. El correo tenía en su título una frase que venía al pelo el día anterior, Alea iacta est, que aunque todos prefieren traducir del latín como se echó el dado (o tu suerte ya está echada), en realidad, si somos puristas, la traducción es truscoluña no es nación. Hubo una segunda versión con una línea editada que es la que imagino que se está replicando en la compañía y la línea cambia una frase en la que en el primero digo que ni de coña voy a leer el correo corporativo para que la gente no me mande mensajes ahí a otra que dice que próximamente dejaré de leer el correo corporativo, ya que por ley tengo que seguir usándolo unas dos semanas más, aunque oficialmente, no tengo obligación ninguna de trabajar.

Después, no pararon de llamarme, de hablar y casi que tuve que salir por patas para el cine y después de volver ha sido más de lo mismo. En fin, que ¡POR FIN! cerramos un círculo que lleva abierto más de una década. Le he cogido una tirria terrible a las compañías del país ese del sol naciente con cagaleras así que lo único que le pido a mi ángel de la Guarda es que allí donde me toque, que no hayan dueños de ese país.


8 respuestas a “El final del ciclo”

  1. Que me estás container!!! Se acabó la serie … yo pensé que habría nueva temporada … Pues leyendote sólo puedo darte la E-N-H-O-R-A-B-U-E-N-A porque llevando más de una década en esa empresa te vas a llevar una buena bolsa de leuros y en cuatro días ya estás trabajando de nuevo, sobretodo una persona preparada y en un país con un 4% de paro. Pues te vendrá bien, nueva gente, nuevas historias y a disfrutar del verano chaval!!!

  2. ¿De verdad?
    ¡No me lo puedo creer!
    Pensé que nunca sucedería, la verdad…
    ¡FELICITACIONES! AL FIN LO HAS CONSEGUIDO!!! 🙂
    Salud

  3. Uf! no sé si darte la enhorabuena, porque en el fondo siempre existe algo de tembleque de piernas al romperse la rutina después de tanto tiempo, y sin saber que espera después… prefiero desearte suerte y que esto haya sido lo mejor! SUERTE!

  4. Si, después de una reflexión me quedé pensando como Virtu, pero en fin, si realmente es lo que tu querías desde que te conozco, pues p,alante como los de Alicante, y en todo caso, mucha suerte y «forsa al canut» 🙂
    Salud

  5. Genín, ya sabes que este cabezón se hace mucho el duro y jamás reconocerá un punto débil (iba a poner un punto flaco, pero con lo esquelético que está el pobre no vaya a ser que le siente mal ahora que tiene las hormonas «despedidas»)… Aunque después de leer hoy la segunda parte de la historia y los cuatro meses esos de margen cobrando sin currar, ya no me preocupa tanto, ciertamente.

  6. No sé muy bien que decir, en todo caso que el cambio sea para mejor. Ahora a disfrutar del verano y de las vacaciones. Un saludo. 😉

  7. Acabo de enterarme, luego me pongo al día con los días siguientes pero me ha impactado, acostumbrada al ritual :lotería- quiero que me toque y nunca te tocaba! Se me hace raro como todo lo que pasa este año! Estoy segura que será para mejor , hasta has tenido lo del confinamiento para adaptarte.