Más largo que el parto de la burra


Desde el día antes del día de la Ascensión, que en los Países Bajos es festivo, todos sabíamos que había llegado El comienzo de la Ascensión con un mero trámite burocrático por parte de la empresa que consiste en enviar un acuso de recibo al comité de empresa dando las gracias por haber aceptado el expediente de reorganización de la compañía. El sistema laboral neerlandés es así de burocrático y todos creíamos que esa carta, que siempre es la misma, llegaría al comité de empresa el lunes y el martes se procedería a la matanza, pero la carta no llegó el lunes, no llegó el martes y finalmente llegó el miércoles por la tarde, con lo que el jueves, todos contábamos conque nos llegaría un correo de los recursos inhumanos indicándonos una franja horaria en la que teníamos que estar disponibles y en la misma, los que estaban en el corredor del despido serían ejecutados de uno en uno, solo que en este caso, todo muy digital y tal y tal porque por la oficina pasan cuatro gatos de los que sospecho que son mongólicos profundos.

Llegó el final del jueves y nada, ningún correo y ninguna actividad con la matanza, aunque muchos de los nombres se saben porque el documento apunta a puestos en los que solo hay una persona, con lo que tiene que ser la susodicha. Hoy viernes, en la reunión con mi jefe y compañeros a las ocho y media, la comenzamos directamente con mi pregunta a él de si sabía a qué hora sería la matanza y él respondió que no tenía ni puta idea pero que ya mismo le mandaba un mensaje al vicepresidente ese que me odia tanto. Como era el último día laborable de mayo y todos asumimos que nos ha tocado, nos pasamos el día chateando, hablando por teléfono, pajariando pero prácticamente sin dar un palo al agua, en mi caso, el palo fue publicar una información sobre uno de nuestros productos que preparé el día anterior y que programé para la una de la tarde, así, me echaran o no me echaran, la cosa saldría al mundo exterior. A la una, las redes de comunicación de la empresa echaban humo, todo el mundo se preguntaba a qué estaban esperando, nadie sabía nada y así llegó las dos de la tarde, las tres y asumimos que finalmente, no van a hacer la matanza en mayo con lo que ganamos un mes de sueldo, ya que incluso si te informan el martes, que es nuestro primer día laborable de la semana que viene porque el lunes es festivo nacional, en realidad te empieza a contar el uno de julio y el preaviso cubre hasta el treinta y uno de agosto, con lo que en el paro, paro, lo que se dice paro, uno no estaría hasta el uno de septiembre y yo y muchos tenemos claro que a mí me dicen el martes que me echan y yo en cuestión de segundos, me subo a una silla, dejo caer desde la misma el portátil al suelo, salto sobre el mismo y sigo saltando hasta que esté tan fino como un folio, para poder devolverlo así, que me hace un montón de ilusión que mis compañeros me cuenten lo bien que le queda la cara de disgusto al gilipollas que lo tiene que recibir. Alguno puede pensar que es una medida drástica pero en diecinueve años con una cantidad dantesca de reorganizaciones, las excepciones han sido los que devuelven los portátiles, la mayoría suelen ser robados y comunican que no los pueden devolver y que no hicieron denuncia porque chacho, ir a la pasma es una pesadez terrible. Hubo un tiempo en el que ya incluyeron el portátil como parte del paquete de despido pero eso lo quitaron hace un par de años o tres reorganizaciones, según la unidad de medida del paso del tiempo.

Así que toca seguir esperando, lo cual es una lata para los que echan pero también para los que se quedan, ya que hay una nueva organización ya terminada esperando a ese suceso para echarse a andar y ahora tendrán que seguir haciendo lo mismo que antes sin ni siquiera saber si eso valdrá para algo o tendrán que desecharlo un par de semanas más tarde y comenzar a trabajar siguiendo los nuevos modelos. En fin, que tenemos por delante tres días de sol y calor que pienso aprovechar con ganas.


3 respuestas a “Más largo que el parto de la burra”

  1. Eso, lo mejor es aprovechar el buen tiempo del presente y no perderlo pensando en posibles tormentas de futuro que la mayoría de las veces no llegan nunca, al menos para ti… 🙂
    Salud

  2. El viernes así sin preaviso ni nada de nada echaron a mi hermano y a su novia de la misma empresa.. además en diferentes turnos, a él le tocó por la mañana y a ella esa misma tarde. El llevaba siete años allí, había ascendido tres veces, lo llaman a recursos humanos, le dan papeles, lo acompañan a recoger sus cosas y a la puerta a despedirse de sus compañeros desde allí. Todo en menos de veinte minutos. Y encima tenía el coche atascado en el parking por los de los compañeros, y al entrar para avisar que se los movieran, lo pararon en la puerta! Me pareció una historia sucísima, rastrera, asquerosa.

  3. En Holanda si hacen algo así, tiene que ser despido disciplinario. Por lo general en los dos meses de aviso, si quieres puedes seguir trabajando, aunque muchas veces es la misma empresa la que te fuerza a estar NO-Activo para poder reorganizar y no tener a uno que van a largar de por medio. Entre las cosas que hay en nuestro plan social, creo que hasta te dan dinero para que hagas una despedida con tus compañeros, no sé si son 400 leuros o 600 leuros, que puedes reclamar con facturas de bares o restaurantes. Los hay que lo hacen con compañeros y los hay que se pegan un garbeo por los mejores restaurantes del país con sus doñas para gastar la cantidad.