El hombre perfecto – Ich bin dein Mensch


Este fin de semana va a ser de filmoteca, con películas que no encuentran su camino en el circuito comercial y avanzan por ese otro con salas más pequeñas, diferente público y hasta diferente tipo de cines, que en los que yo voy, el Pathé City en Leidseplein, todas las butacas tienen una mesita al lado con una lamparita y el lugar más bien parece el salón de una keli y en todas las filas hay asientos dobles para que las parejas no tengan separación entre ellos y se puedan hacer adecuadamente los tocamientos y eso. La primera película que comento este fin de semana es Ich bin dein Mensch, película que sí que tiene título en español, El hombre perfecto, pero que solo pasó por un festival en España.

Una julay se presta a un experimento con un robot macho por la pasta y claro, hay chimpún.

Una investigadora universitaria y tal y tal es más o menos forzada a hacer un experimento viviendo con un robot durante tres semanas a cambio de dinero para su investigación. La tía le tiene una tirria que no veas al macho ese mecánico que resulta ser una persona encantadora y que siempre está buscando como hacerla feliz, como ayudarla y como interactuar con ella. Para cuando la tía se da cueneta que esto es mucho más completo y satisfactorio que los pepinos que compra en el mercado, igual ya es muy tarde.

Quien iba a decir que los alemanes pueden hacer comedias, cuando todos tenemos la idea esa metida en el cabezón que son incapaces del humor, seguramente por el idioma ese tan gutural que se gastan. Esta peli fue la que presentaron los alemanes al Oscar y realmente, es una sorpresa, una historia romántica, con muchísima comedia y algún drama en la que el hombre es supuestamente una máquina, pero parece más humano que la mujer, que es una japuta que no veas, que esta seguro que es podemita o truscolana o ambas cosas a la vez. El robot está fabulosamente interpretado por Dan Stevens, actor británico que habla alemán y que le da el acentillo perfecto al robot. La película tiene escenas fantásticas como cuando la familia de ella conoce al robot, que no saben que es un robot, e instantáneamente lo quieren más que a la carne de su carne, que hay que reconocer que era una borde que no veas. La historia nos lleva por caminos morales y filosóficos y finalmente, ella se verá en una encrucijada, teniendo que decidir si quiere de verdad vivir y amar al robot o seguir con su pepino y decir que es vegana. El robot tiene una purriada de momentos en los que es el más humano de los dos y al menos el único que dice claramente lo que piensa y actúa en función de eso. Tanto el guion como la dirección son fabulosas y la película me sorprendió porque me esperaba algo aburrido y quizás hasta soñoliento.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, esto te aburrirá hasta más allá del infinito. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, esta es una de las sorpresas del año y una de las que hay que ver.


2 respuestas a “El hombre perfecto – Ich bin dein Mensch”

  1. Yo me quedaría con el robot sin dudarlo. Le añadiría unos extras personalizados y vía.