El mercado navideño


Este año, en la multinacional del país del sol caguiente en la que trabajo, en lugar de la tradicional caja de Navidad con morralla, optaron por un concepto que se está volviendo muy popular en los Países Bajos y que denominan como mercado navideño y que consiste en dar a los empleados una o varias bolsas y una serie de monedas más falsas que truscoluña, que no es nación y que ellos usen esas monedas para comprar lo que quieran de lo que está disponible en el mercado. La idea es que la gente siempre se queja de que te dan una caja con un montón de cosas que no quieres y así al menos eliges aquello que te interesa. La cantidad de monedas que nos daban era de cincuenta. El mercado sucedió este lunes. Nos mandaron un correíllo explicando que de cara hora, treinta minutos estaban reservados para un grupo muy específico de empleados, gente de la fábrica que no tienen la flexibilidad de salir cuando les sale de la pipa y los otros treinta minutos eran para el resto.

El mercado tenía tres zonas como la que vemos en la foto y aparte del alcohol que tenemos por la derecha, o las mantas y albornoces del fondo, había una zona de libros, perfumes, cremas para momias como Virtuditas, velas, cirios, cargadores y cables de ordenadores, mochilas de todo tipo y bandejas y coñas de cerámica. Así, cada uno iba a lo que le atrae y cogía lo que le mola. En mi caso, cogí una mochila que no sale en la foto y que tiene unos ganchos con los que agarrarla a la parte de atrás de la bici, para llevar el portátil ahí y no tenerlo a la espalda, cogí un par de quesos y un juego. Me sobraban diez monedas y no había más nada que me interesaba, así que hice lo que haría cualquier bellísima persona en el mundo, compré tres cervezas especiales y se las regalé a tres colegas, específicamente seleccionados.

Cierto joputa-terrorista-islámico-de-mielda del que ya he hablado, decidió esperar hasta el final para regatear y que le den las cosas más baratas y así venderlas y también para que todo el mundo le diera las monedas sueltas que le sobraban. Mi primer objetivo con la cerveza era que los tres a los que se las regalé, son lenguarazas y se lo van a contar no solo a su confesor, lo van a publicar en el Boletín Oficial de la Empresa y lo contarán y recontarán hasta el fin del mundo, algo que yo esperaba para enviarle un mensajillo al terrorista, que ve como perdió diez monedas. Mi otra actividad, durante la tarde, fue localizar a todo el que tenía monedas sueltas, a todo el que quería algo y le faltaban monedas y conectarlos, con lo que para cuando el moro empezó a mendigar monedas, nadie tenía ninguna, algo que lo emputó que no veas, casi tanto como saber que yo regalé diez y que todas las que le sobraron a mi jefe las ubiqué con gente de salario bajo que quería cosas y ya no tenían monedas suficientes. Cada una de las cervezas fue un puñal en la espalda del terrorista, se lo tomó muy pero que muy mal, sentado a mi lado, pero sin poder decir nada y además se enteró porque cada uno de los tres agraciados vino por mi sitio a requetequeteque agradecerme el detalle. Tenía tanto odio dentro que los latinos de la empresa me han dicho que ya no les habla y los musulmanes me han dicho que a ellos también no les habla y de mí se cuenta y se dice que uso mi ingente red humana para favorecer a los menos agraciados y lo hago altruistamente. Del empute que tenía, el resto de la semana se la ha pasado trabajando desde su keli, que no quiere ni verme a mí ni a los otros. El pobre desgraciado no sabe la que le tengo preparada para la fiesta navideña, en la que pienso hacer un despliegue de popularidad que se recordará durante los próximos doce meses. Las úlceras que está macerando le reventarán pronto.

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3 respuestas a “El mercado navideño”

  1. Hola gente! Se que he estado unos días desaparecida, primero por un follón de trabajo y luego porque me petó el ordenador. Descanse en paz, ya estoy escribiendo desde uno nuevo. Tengo que enterarme de que pasó con esa persona antes de emitir veredicto, pero ya voy imaginando que es el nuevo archi-enemigo laboral….

  2. Hola Virtu, aciertas plenamente… 🙂
    Que pases unas felicísimas fiestas!!!
    Salud

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