Todas las actividades turísticas cuando estás en Corón implican salir de Corón, del poblacho, porque allí no hay relativamente nada que ver, solo es un sitio para dormir, contratar la siguiente y comer. Aparte de algunas iglesias, que veremos, lo único que se puede hacer en Corón es subir al monte Tapyas, ese que se ve a la derecha y desde cuya cima hay unas vistas muy espectaculares y la puesta de sol es épica. Han hecho un paseo para llegar hasta arriba, o más bien, un suplicio, porque son setecientos veinticuatro escalones y resulta imposible ir entre las nueve de la mañana y las cuatro de la tarde por el solajero. Incluso después de esa hora, cuando subí, pensé que iba a vomitar las entrañas por el camino y sudé hasta el calcio de los huesos.
2 respuestas a “El monte Tapyas y el villorrio de Corón”
Pobrecito, seguro que se veía la puesta igual desde abajo… 🙂
Salud
Con lo esquelético que estás como te pegues muchas andainas de esas con sudores te vas a quedar por el camino y no hará falta que ataquen ningún tranvía en tu tierra de adopción. Ya te advierto que como dice mi madre «el que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe», así que como vayas a espichar por ahí por andar subiendo a montes a sacar fotitos a mil grados de temperatura, yo no pienso repatriar tu cuerpo deshidratado, que se lo coman los mosquitos tailandeses. Hala.