El tocomocho de los super


Esta semana, una de las cadenas de supermercados más grande de los Países Bajos, o quizás la mayor, anunció que va a fijar el precio de una serie de alimentos básicos y que se comprometen a no subirlo en lo que queda del año. Veinticinco segundos más tarde o a lo mejor, hasta menos tiempo, las otras cadenas comenzaron los anuncios similares, aunque ninguna dice que van a rebajar los precios, dicen que no los van a subir. Con lo que se han encontrado es que lo que yo hacía desde siempre ahora se ha convertido en la rutina habitual del resto de julays y la gente va a sus supermercados solo a comprar los productos en oferta y aquellos clientes que tenían que antes hacían la compra de la semana, de la quincena, o del mes en un super, esos ahora rastrean precios por las internetes y compran en cada supermercado el producto que está más barato allí, que no es lo mismo pagar un leuro por un kilo de harina, que es el precio en algunos super, que los setenta y nueve céntimos que vale en el más barato, que la diferencia de precio es significativa, o comprar la leche a ochenta céntimos mientras que el resto la vende al doble de precio por no tener ofertas. Ahora lo que sucede es que cuando un supermercado pone una oferta, hay una multitud que va a comprar el producto rebajado pero no se llevan nada más, con lo que su sistema de atraerte con las ofertas lo han destruido ellos mismos con la usura. Por eso vienen los anuncios de la semana, que nadie se termina de creer, porque si hay algo que los supermercados han demostrado es que ellos pasan a los clientes cualquier incremento y por si acaso, le meten más subida para mejorar sus beneficios. Ahora, las conversaciones con los vecinos en la calle son sobre qué está en oferta y dónde, aunque en realidad esas conversaciones no nos hacen falta, que tenemos páginas que se encargan de la tarea y lo único que tienes que hacer es ir tecleando en las mismas los productos y viendo en los resultados a cuál de los supermercados tienes que ir. También tienes que tener la suerte de tener variedad a tu alrededor, que en mi caso, en un radio a menos de diez minutos de mi keli en bicicleta, tengo ocho de las cadenas nacionales y es rara la semana que no voy a al menos tres de ellos, que yo voy añadiendo en mi lista de la compra del ToDo lo que necesito comprar próximamente y así cuando pillo la oferta, arraso y aprovisiono y los que no me corren prisa, miro los precios en todos los super y cuando lo apunto, añado el precio y el super para agruparlos y saber lo que compro y en dónde.

Los supermercados siempre contaron con que la mayoría no cambiaría sus hábitos de compra y que seguirían yendo pese a los precios y ahora han descubierto que la gente tiene una cantidad de dinero limitada y que si se pueden ahorrar unos leuros, se olvidan de su lealtad a su supermercado favorito. Mis dos vecinos jubilados, en muchas ocasiones, salen en direcciones opuestas con sus bicicletas, cada uno a un supermercado, con su lista y así es como hacen la compra, en base a lo que se ahorran, no al negocio y mira que esos dos hace un año y pico me juraban que ellos jamás traicionarían a su supermercado como hacía yo diariamente, que ellos solo compraban en donde trabaja su sobrina hasta que vieron que allí todo estaba un cuarenta por ciento más caro y ahora, con la paga de jubilados, se les han abierto los ojos, que saber que estás pagando un cuarenta por ciento más por tu lealtad a la empresa, es de TONTOS, la lealtad debe ir siempre con tu bolsillo.

Los que parece que todo esto se las suda son los jóvenes y los niños de papá. Ellos en lugar de ir al super usan empresas que te llevan los productos a casa y pagan una cantidad ingente más, pero como parece que se les atrofian las extremidades si las usan, todo lo que sea que la comida venga a ti, es bueno para ellos, hasta que tienen nómina y vean que no les llega, aunque después te vas al banco de alimentos, un martes cuando está la cola de la gente que va a buscar las bolsas de comida y en la cola, predominan los ifones y yo supongo que esa gente considera esencial e irrenunciable el tener un móvil de ultimísima generación de más de mil leuros, aunque no tengan comida en la mesa. Recuerdo que en su día, en plena pandemia, me apunté a la lista de espera de uno de esos supermercados que te llevan las cosas a casa y no tienen tiendas y tenía más de siete mil julays por delante en la lista y año y medio después, cuando finalmente me permitían hacer un pedido en el susodicho, se me ocurren mirar los precios, que suponía yo que era lo que explicaba la popularidad y son muchísimo más caros que los otros y hasta los productos en oferta en la semana que yo lo miré, eran más baratos en prácticamente todos los supermercados convencionales.

Supongo que en España también existirá este tipo de programa y página güé en los que buscas un producto y te dice las ofertas que existen sobre el mismo esa semana y hasta los precios actuales en los supermercados.

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3 respuestas a “El tocomocho de los super”

  1. En poy.es puedes ver los precios, pero no están todos los super y los precios no están muy actualizados.

  2. No cave la menor duda de que tienes razón en la manera de comprar, en mi caso, lo tengo crudo por dos razones, pa principal es que odio comprar en los supermercados, así que compro para 10 dias o mas, la otra es que en este pueblo solo hay dos super grandes, así que hago de tripas corazón y sigo comprando igual que siempre, pero eso si, miro lo que compro y confecciono mis menus en base al costo de los productos repitiendo mas los mas «baratos», hasta que se me inflaman los mondos y lo mando al carajo y como sin hacer caso alguno a los precios, y eso que solo tengo mi paga minima contributiva, pero soy un gran administrador y al no tener otras cargas importantes, llego a fin de mes sin problemas. Las cadenas de supermercados y otras han aprovechado la inflación para forrarse los coñomadres!!!
    Salud

  3. Que yo sepa aquí no hay ninguna aplicación que te diga los precios de los supermercados. Si te llegas a enterar me avisas