El traidor – Il traditore


Las pelis de la mafia no son lo mío pero de cuando en cuando y si es en el cine, puedo ver alguna, aunque el género en sí mismo me la trae al fresco. Si la película es italiana y hablan en ese idioma, eso es otra cosa, entonces mi interés se dispara hasta niveles extremos ya que no tengo muchas oportunidades de ver cine de ese país. La película de hoy viene acompañada de varios premios europeos y su estreno en casi todo el continente. Se titula Il traditore y en España se estrenó en diciembre como El traidor.

Un julay post-jinameño monta un pitote que no veas

Resulta que en la época gloriosa de la mafia, uno de los jefillos se muda a Brasil, en donde monta una segunda familia después de separarse de la primera o algo así. En esto que hubo una movida en Sicilia y le mataron a sus hijos italianos y después lo capturaron en Brasil y lo extraditaron a Italia. El chamo habló que no veas con un juez y fue el primer mafioso siciliano que largó que no veas, que no se cortó un pelo a la hora de señalar y acusar y por su culpa, por su culpa, por su grandisima culpa acabaron cientos de mafiosos en chirona. Por supuesto, lo tenían que tener rescondido y protegido y el chamo acabó viviendo en gringolandia. De alguna manera consiguió llegar a viejo o así.

La película es fascinante, tanto por como muestra la jerarquía mafiosa y la manera en la que operan como por la relación que se crea entre el juez y el mafioso y como confían uno en el otro. La película es intrigante y en cierto modo escandalosa porque se ven los niveles de la corrupción italiana, que no es tan mala como la truscolana pero se le acerca. Todos los actores están fabulosos y salvo por cuando hablan en siciliano, se les entiende perfectamente, pero es que cuando dicen cosas en siciliano hasta los italianos se quejaban de que no los podían entender. Pierfrancesco Favino borda su papel de mafioso, está grandioso. La película te consigue entretener incluso cuando vamos por el sendero de los juicios, que en teoría es de lo más aburrido que se puede ver en cine pero es que entre mafiosos los juicios son espectáculos de insultos y amenazan y de gritos del juez, al que ningunea todo el mundo. La historia está contada a un ritmo lento pero en ningún momento se hace pesada con sus casi dos horas y media.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, esto no es lo tuyo pero sí que interesa a los sub-intelectuales con GafaPasta.