El relato comenzó en Desde Utrecht a Kuala Lumpur

Fue llegar a Amed, meterme en la cama y a las siete de la mañana, zafarrancho. Primero el desayuno, después que me prepararan el equipo y a las ocho nos fuimos a bucear al USAT Liberty, aunque muchos lo llaman erróneamente USS Liberty. En 1942 un torpedo japonés le dio un viaje y cuando lo estaban llevando a un puerto, el barco ya no podía más y acabó varado en la playa. En 1963 una erupción del volcán Agung, que está al lado, lo desplazó hacia el mar y es uno de los sitios favoritos para bucear en Bali, aunque todos los que vienen de Kuta y otros lugares del sur se pegan un viaje de dos horas y media en coche y yo lo tenía a veinte minutos en barquilla desde el Two Fish Divers, que es en donde yo estaba. Fuimos tres a bucear, un francés viejuno, una francesa joven y el Elegido. Como siempre, yo asumo que soy el peor buceando y después me sorprendo. Estuvimos cincuenta y siete minutos porque el francés se chupó el aire. Yo debía tener como para diez minutos más y la francesa para unos cinco más. El pecio está lleno de corales y bancos de peces y al haber ido envejeciendo, el sitio es fabuloso. La gente que viene desde otras partes de Bali entra desde la costa, nosotros fuimos directamente al final del pecio y comenzamos desde allí. No se puede comparar con los pecios de Coron, pero igual estaba muy bien. Volvimos al club de buceo para el tiempo de superficie y nuestro segundo destino era más cerca y al lugar lo llaman Pirámide porque es lo que parece debajo del agua. Empezamos desde el fondo de la misma, a unos veinte metros y después la íbamos rodeando y subiendo poco a poco. El francés se comportó mejor y en esta ocasión estuvimos bajo el agua sesenta y siete minutos, creo que mi récord. El agua estaba heladísima, a veintinueve grados. En el lugar vimos dos tortugas, una morena, tres chuchos y una infinidad de corales y peces. Los corales y plantas submarinas son espectaculares y cuanto más te acercas a la superficie, más bonito.

Al salir, eran cerca de las doce de la mañana y lo primero que hice fue coger la cámara y caminar por la gigantesca playa de Amed, de arena negra. Le hice fotos al volcán Agung, que actualmente está en erupción pero que decidió respetar mi visita y en el paseo me topé con un nido de huevos de tortuga, que han marcado y protegido para que la gente no les haga nada. Los que estén por allí en junio podrán ver el nacimiento de las pequeñas tortugas. Después del paseo me puse a tomar el sol en la playa y en la piscina, ya que están una junto a la otra. A última hora de la tarde, fui a cenar en el Warung Enak, que cuando yo llegué solo tenía una mesa ocupada y cuando me fui estaba petadísimo. Comida típica de Bali a muy buen precio. Pasé de primeros y me jinqué dos segundos, que por unos pocos leuros no vale la pena tomarte una sopita o algo ligero y al final, buceando bajo peso. En el camino al Surya Rainbow Villas, que es el nombre del complejo en donde está el club de buceo, me compré un helado y pasé el resto de la tarde escribiendo anotaciones, que se me acumulaban días pasados. Al día siguiente me habían dicho que bucearía yo solo porque los gabachos se iban.

El relato continúa en Buceando en Banana y la pared Jemeluk antes de ir a Nusa Lembungan