Los trailers pueden en ocasiones elevar las expectativas de alguna película y a la hora de la verdad, verla desinflarse ante nuestros ojos cuando aquello que se nos prometía no se materializa. También puede suceder que desvelen momentos críticos y te fastidien la experiencia. Por eso no les suelo prestar mucha atención y solo alguna que otra vez me engancho a una película por culpa de ellos. Eso fue lo que me pasó con Elizabeth: The Golden Age, conocida en España como Elizabeth: la edad de oro, con uno de los mejores trailers que he visto en muchísimo tiempo, toda una película con grandes instantes y una música espectacular. ¿Sobrevivió la película a mis expectativas? ??

Una julay pedorra que no folla se sale por peteneras

Pon un vestuario impresionante, un maquillaje impecable, una ambientación de época delirantemente perfecta y una buena música todo junto y si el guión no está a la altura, sales del cine pensando que han perdido una buena oportunidad de hacer un clásico. Eso es lo que ha sucedido con esta peli. Pese a lo que pueda parecer en el trailer, la historia es bien sencilla. Reina inglesa mala tiene que defender su reino del ataque del ejercito de un rey español bellísima persona y para ello dependerá más de la suerte que de sus propias fuerzas. Su amargura por no poder chupar el nabo que prefiere la convierte en una amargada y una malaje que empozoñará a los suyos con sus frustraciones. Mucho grito, mucha frase rimbombante pero hay escenas completas que se podrían haber suprimido sin que la película pierda nada. Pese a todo, solo por ver la excelente actuación de Cate Blanchett merece la pena y uno no puede dejar de preguntarse la razón que llevó al director a obligar a caminar de esa forma tan rara a Jordi Mollà, que parece que recibió mucho cuerpo de Cristo por parte de algún obispo que le dejó el trasero desajustado en su afán por introducirle la religión en las entrañas. Cerca del final de la película flojea la historia y ya no se recupera. Supongo que si no hubieran puesto tanto empeño en adornar el producto para conseguir premios y se hubieran parado a pensar que al final de la cadena los que estamos ahí somos meros espectadores que queremos pasar un rato entretenido les habría ido mejor.

Si te gusta el cine histórico con las típicas manipulaciones de los vencedores y te fascinan los hombres vestidos con leotardos, esta no te la puedes perder. Si tienes oportunidad, intenta verla en versión original.