Es un mundo muy muy seguro – primera parte


¿Alguien se acuerda de cómo era volar hace unos pocos años? Comenzamos a olvidarlo pero hace escasamente seis años, uno podía coger un avión sin sentirse sucio y terrorista. Todo cambió cuando una banda de hijos de puta musulmanes decidieron mostrarnos lo inseguro que era el sistema y lo mucho que se basaba en la honestidad de los usuarios. A ellos les debemos agradecer el suplicio que pasamos hoy en día. Yo pondría dinero para que usen de una puta vez todo el armamento nuclear y químico disponible y borrar de este planeta todo rastro de morería e islam. Si me dan el maletín, yo pulsaré el botón sin dudarlo un solo instante. Y si no lo quieren hacer así, Olimpíadas del Murder Death Kill y limpiamos el planeta persiguiéndolos uno a uno y al que más elimine que le den un gran premio. Son un cáncer y con ese tipo de enfermedad solo funcionan las medidas drásticas. Nos volverán a golpear y nuestra educación, nuestro aburguesamiento y nuestra lentitud para tomar decisiones drásticas nos dejará a su merced. Tarde o temprano tendremos que responder de la única forma que ellos pueden entender, aniquilándolos.

Un día de la semana pasada me levanto temprano, cojo mi maleta, voy a la estación de tren en autobús, desde allí tomo un tren que me lleva al aeropuerto (en teoría, en la práctica estaban haciendo obras en las vías y nos llevaron en guagua) y busco mi mostrador de facturación. He de responder a una batería de preguntas enlatadas que me hace la chica que solo tendría que darme mi tarjeta de embarque pero que ahora forma parte de un operativo para asegurarse que no se nos cuela un hijoputa musulmán en el avión. He tenido que llegar al aeropuerto tres horas antes que salga mi vuelo por las nuevas medidas de seguridad. Sólo en la facturación he perdido una hora.

Salgo de allí y me muevo al siguiente escenario, el control de pasaportes. Las colas son de órdago. En la fila que estoy inicialmente hay unos pakistaníes y decido cambiarme, que con esos siempre hay retrasos. Me pongo en la más larga que resulta que también es la que más rápido avanza y al fijarme bien veo que es solo para ciudadanos con pasaporte Europeo. Cruzo el control de pasaportes y entro en la zona segura sin que me miren el equipaje, algo extraño. Jamás había sido así, al menos no hasta principios de Noviembre cuando se impusieron las nuevas reglas para llevar líquidos. Alguien me da una bolsa de plástico para que eche mis botellas y demás productos líquidos que no llevo porque he optado por facturarlo todo. Solo arrastro el maletín con el equipo de la cámara y la bolsa del portátil, una pequeña funda de neopreno del tamaño de mi precioso iBook y con tanto estilo como la máquina que acoge en su interior. Me acerco a una oficina del Abn Amro que hay dentro de la terminal e intento cambiar Euros en dólares. Me informan que no pueden canjear más de doscientos cincuenta dólares por día, que es una limitación nacional impuesta por el gobierno. Todo el mundo sabe que Abn Amro es una mierda de banco y que dejé de ser cliente suyo desde el 2001, tras una pequeña putada que me hicieron no pagando el alquiler de mi casa, el cual estaba organizado automáticamente y viendo que cuando fui a quejarme me dieron a entender que es culpa mía por no comprobar cada día que su sistema de pago automático funciona. Me costó tres años cerrar la cuenta. Yo lo hacía y ellos la volvían a reabrir a los seis meses y me mandaban una carta para que les pagara las comisiones debidas. Volvía a visitarlos y cancelaba la cuenta de nuevo aprovechando para insultar al que me pillaba por delante. Les llevaba los papeles de las cancelaciones anteriores para que no me tomen por loco. Tras esos tres años imagino que asumieron que mi odio hacia ellos es infinito. Volviendo al tema de hoy, asumo que la retardada que me atendió solo ha chupado pollas de analfabetos durante toda su vida y decido no hacerle caso. Me voy a otra oficina de dicho banco que hay en el otro lado del aeropuerto. Antes que alguien pregunte, NO, no hay oficinas de ningún otro banco dentro de la parte segura del aeropuerto porque han comprado la exclusividad. En la otra sucursal una amable empleada y posiblemente intelectual de pro me cambia todo el dinero que quise sin más problemas lo cual me vuelve a demostrar que la selección de personal en muchas empresas se hace bajo la mesa y con lefa de por medio.

Con un puñado de dólares en el bolsillo me acerco a la puerta de embarque. Me recibe Maguila el Gorila, un tío como un armario empotrado de grande que me ataca sin piedad. Escanea mi pasaporte para mandarlo a América, de zorrudo me hace una foto pensándose que no me doy cuenta y me lleva a un aparte para unas preguntas. De la vez anterior ya me conozco el mantra. ¿Ha estado su equipaje bajo su completa supervisión durante todo el tiempo? ¿Cuándo, cómo y dónde hizo su maleta? ¿Ha podido alguien introducir algo en su maleta? ¿Hay algo peligroso en ella? ¿Tiene aparatos electrónicos con batería? ¿Cuándo compró sus aparatos? ¿Tienen más de un año? ¿Ha habido alguna posibilidad que alguien toque, altere, manipule o reemplace la batería de cualquiera de sus aparatos? ¿Hace su cámara fotos bonitas? ¿en Color o en Blanco y Negro? mientras dormía, ¿ha podido alguien manipular, alterar o reemplazar las baterías de sus aparatos electrónicos? ¿Es usted o ha sido en algún momento de su vida un terrorista? ¿Sospecha que alguien ha podido manipular su equipaje y posiblemente reemplazar, alterar o manipular las baterías de más de un año que tienen sus equipos ¿y sus zapatos? … cansa responder tanta pregunta sobre el mismo tema pero imagino que están pensadas para que te traiciones a tí mismo y a la raza, algo que no sucederá con un Príncipe de la Blogosfera como yo. Una vez el hombre quedó satisfecho me atacó con una segunda tanda referida al lugar en el que me hospedaba que respondí satisfactoriamente y me dejó seguir. Una vez decide que no eres un terrorista se obsesiona con la idea de que quieras transformarte en inmigrante ilegal y por eso estaba tan interesado en conocer donde trabajo, quien es mi jefe, si estoy contento y demás.

Esto se ha alargado demasiado así que he optado por dividirlo en dos bloques y el relato continuará en Es un mundo muy muy seguro – segunda parte

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8 respuestas a “Es un mundo muy muy seguro – primera parte”

  1. La forma de cuestionar de Maguila el Gorila se parece a la de Quilty, el escritor que le hacía la vida imposible a Humbert Humbert, el de Lolita.

  2. Eso debe ser normal, intentando ir a America (tambien conocida con Paranoia-land) pero a mi ayer tarde cuando venia a España desde Holanda, en el Aeropuerto de Rotterdam, la MUY PUTA de facturacion ha hecho venir a 2 policias armados porque no se fiaba que mi pasaporte fuera verdadero?? y me han interrogado delante de toda la cola, y me han hecho enseñarles el permiso de residencia y el carne de conducir para validar el pasaporte??

  3. Eso del ABN Amro me suena me suena… a mí me pasó con una Caja española. Que a gusto me quedé tras mandarlos a la m***** y cerré la cuenta.

    Lo de los aeropuertos es de miedo. Sin ir más lejos hace poco leí esta experiencia en el de Ezeiza (argentina). ¡Qué peligro!

    Saludos. 🙂

  4. Yo cerré la cuenta pero ellos no se dieron cuenta. Después de mudarme ya les perdí la pista y ahora no tienen mi dirección. Mi banco actual, el RABOBANK, además un nombre chulísimo ofrece la posibilidad de sacar dinero en TODO el mundo sin pagar comisión en cualquier cajero y a partir de Enero será solo en Europa por culpa de una mierda de ley Europea, pero bueno, al menos no tengo que preocuparme de viajar a las Canarias cargado de billetes, solo tengo que ir a un cajero, sacar pasta y NO PAGAR COMISIONES a ninguno de los bancos españoles.

  5. Pues a ver si ese banco abre sucursales en España. La verdad es que se pasan con las comisiones en todos. Comisiones por libreta, comisiones por sacar dinero en el cajero, comisiones por todo. 🙁

  6. ¿por qué? Sólo conozco a una persona con ese banco y echa pestes aunque no se cambia por no hacer las diligencias.