La inmersión comenzó en Farikede Plateau primera parte, segundo día

Hay momentos que recuerdas toda tu vida y hoy tenemos uno de esos momentos, la épica culminación de mi primera inmersión del segundo día en Fuvamulah. Para alto tan fabuloso solo podemos escuchar el Pirates Of The Caribbean Medley de Hans Zimmer que además, parece que lo hizo pensando en mí porque cambia en el momento en el que empieza el segmento final, que es legendario, legendario y más legendario.

Comenzamos viendo a lo lejos un tiburón gris y nosotros avanzando en dirección al borde de la meseta esa. De repente apareció una preciosa barracuda que además estaba en la dirección a la que íbamos, con lo que la vemos con detalle. Era enorme. Cuando ha pasado un minuto y veinte segundos comienza el vídeo final, que es continuo y siempre con el mismo protagonista, un tiburón ballena de unos once metros de tamaño, gigantesco y fabuloso. Solo uno de los dive masters y el Elegido se lanzaron a seguirlo. La razón es que los demás ya no tenían aire en sus botellas. Creo que ya lo expliqué cuando lo narré en la anotación correspondiente pero lo repetiré por aquí. Perseguir al tiburón ballena para hacer el vídeo me supuso consumir cincuenta de los doscientos bares que tiene la botella de aire. En el momento en el que me disparé a seguirlo, mi botella tenía ciento veinte bares y para cuando acabó, estaba con setenta. He reducido la velocidad en algunos puntos para disfrutar de este momentazo glorioso. El dive master, que tenía unas aletas gigantescas, como se puede ver al comienzo, hizo una maniobra que para mí fue una artimaña pero que hizo para dar la oportunidad a los que se quedaron atrás. Lo vemos pasar el tiburón ballena y después se colocó por delante del mismo obligándolo a girar y dar la vuelta, que es cuando pasó tan cerca de mí que en la imagen de mi fabulosa cámara con objetivo Gran Angular y tal y tal no cabe toda la ballena y me obligó a frenar, que casi me estampo con el animal. Después vemos como va directamente pasando frente al resto de buceadores que tienen esa cagada de vídeo de unos pocos segundos, que yo fui el único con el épico momento. Al principio la imagen está inclinada porque uno no puede darle a las aletas a máxima potencia y centrar y orientar la cámara. Por el segundo minuto, cuando freno la velocidad, vemos lo maravilloso del movimiento del tiburón y como con poquísimo esfuerzo se mueve. Sobre los dos minutos y medio es cuando el dive master comienza a forzar al tiburón ballena a girar y de repente, yo que vengo con el turbo adicional del peote, tengo que frenar y tenemos alrededor de los tres minutos una épica escena con el tiburón ballena girando frente a mí. Es un animal glorioso y precioso y hasta la música lo reconoce. Al llegar al cuarto minuto vemos a los otros panolis sin aire haciendo su vídeo minúsculo. Yo ya apagué mi cámara porque tenía el que quería.

Lo tripito, uno de los momentos que recordaré del año 2023. Sigo el istagrame del club de buceo y desde este vídeo no han vuelto a ver un tiburón ballena, así que le quiero dar públicamente las gracias a mi Ángel de la Guarda por el tremendazo regalo que me hizo.