Creo que en su día, hace algo más de un año, comenté por aquí que cambié de la fracasada lotería nacional del estado neerlandesa, en la que no ganaba nada, a la lotería de los códigos postales, en la que los premios son menores, hay premios en especia y se gana con frecuencia porque los códigos postales neerlandeses están formados por cuatro números y dos letras y no todos los números están en uso. Hay premios que caen en el código postal al completo, números+letras y otros que solo caen en los números y gana más gente. Por ejemplo, el año pasado, en el 3524, que es el mío, cayó un premio de bono de quince leuros en helados de heladerías artesanales y en los de una cadena de supermercados y no veas el partido que le saqué. También nuestro número ganó diez leuros en panadería y otro de quince leuros en tiendas de barrio y no veas la alegría que te da cuando te toca, como cuando estaba yo en la playa de las Canteras, al comienzo del año y me llega un correo que he vuelto a ganar la lotería y yo emocionado hasta las lágrimas porque estaba seguro que me tocaban diez leuros de frutos secos y me iba a encochinar y cuál no será mi sorpresa cuando me entero que en la combinación de números+letras de mi keli, nos tocó una sartén de marca y todo, a elegir entre tres modelos y dos colores.

Me informaban que me llegaría un correo con un enlace en unos días y ahí podría elegir la que quería y me la mandarían a mi keli, así que cuando me llegó, elegí una sartén gris de veintiocho centímetros de grande, de la marca que se ve en la foto y esta semana me llegó el paquete y para darle en los morros a mis vecinos, que también la ganaron pero aún no les ha llegado, el miércoles me fui a tomar un cafelito con ellos llevando mi sartén, que es mi carnal, un familiar cercano y mi vecino, de pura rabia, ya llamó al número de atención al cliente a quejarse porque su keli comparte pared con la mía y él todavía no ha recibido su sartén.
En noviembre también nos regalaron quince leuros en comida biológica y en diciembre nos dieron una casita típica neerlandesa, de una colección super-hiper-mega especial que mi madre está haciendo, que ya tiene dos. Como todos sabemos que la probabilidad de que nos toque el premio gordo es baja o muy baja, por no decir bajísima, al menos con las pedreas estas recibes bicicletas, cafeteras eléctricas, sartenes, fines de semana en ciudades y otros premios que aprovechas igual de bien.
Uno de mis compañeros está en otra lotería, que ahora llaman la lotería de los amigotes y que se basa en los números de cuenta bancarios neerlandeses, aunque por lo que he visto, nunca ganan nada, así que me dijo que la iba a cancelar y pasarse a la del código postal que por su barrio ya ha habido varios premios.
2 respuestas a “Gané la lotería”
Una lotería muy curiosa, y si toca, aunque sean cosas sencillas, siempre se alegra uno, a mi nunca me toca nada, lo cual es normal dado que yo no juego nunca… 🙂
Salud
A ver L-U-D-O-P-A-T-A</b, ya es oficialmente fin de semana ¿Dónde están las críticas de cine? Te estás haciendo viejo … resúmenes tardísimo, críticas tardísimo … por lo menos dime que mañana vas a ver MIKAELA de Antonio Resines.