He votao


Como las elecciones y el politiqueo es algo recurrente, el mejor blog sin premios en castellano aprovecha la onda que producen para realimentarse y mirarse el ombligo sin vergüenza alguna. Esto que digo hoy seguro que ya lo conté en Las elecciones locales en los Países Bajos, en Igualito que ahí y hasta en Elecciones locales y puede que hasta en más sitios. Hoy es día de elecciones en los Países Bajos y todo el mundo mira hacia aquí pensando que Wilders tiene alguna posibilidad de gobernar, que dudo que la tenga. En esta tierra, desde que se inventó el sistema decimal, se gobierna por coalición y si hay algo en lo que los candidatos del resto de partidos están de acuerdo es que no pactarán con Wilders y como aún si resulta ser el más votado no tendrá el respaldo suficiente, su supuesta amenaza no es tal.

Votar en Holanda es diferente a otros lugares. La hora de apertura de los colegios no es uniforme. Hay algunos que abren a medianoche y en Utrecht, mi ciudad, el primero en abrir fue en la Estación Central de Utrecht a las siete menos cuarto de la mañana y el resto abrían a las siete y media. Todos cerrarán a las nueve de la noche. Cada ciudadano con derecho a voto recibe un stempas, una tarjeta que es la que te da el derecho a voto y que hay que llevar al colegio electoral. Sin ella no se vota. Si delegas el voto, la persona a la que se lo cedes tendrá que llevar tu stempas y en la parte trasera estará indicado quién puede votar en tu nombre y esa persona tendrá que tener una copia de algún documento de identidad tuyo, documento que en Holanda puede ser el carné de identidad, el pasaporte o el carné de conducir. El stempas mío, debidamente editado, es el siguiente:

STEMPAS

Está hecho en papel moneda, con una serie de medidas de seguridad y como hay mucho ruso suelto en el mundo, creo que hay un programa para móviles que usan para escanear tu stempas en el momento en el que te identificas y así asegurarse que no hayan un montón falsos desperdigados por el país. En esta ocasión el voto no será digital y volvemos al papel de siempre, aunque en las elecciones anteriores también se hizo con papel. Cada ciudad tiene sus propias reglas, sobre todo en lo relativo al lugar en el que puedes votar. En la ciudad de Utrecht, puedes hacerlo en cualquier colegio electoral y aunque el stempas te indica un par de ellos, los más cercanos a tu casa, eres libre de elegir otro, algo que se explica en la sección Waar kunt u stemmen? y que se puede traducir libremente como truscoluña no es nación. Se puede ir a votar con un documento de identidad caducado siempre y cuando haya caducado en los últimos cinco años, creo que contados a partir del 14 de marzo del 2012.

Ahora, lo interesante y lo que todos queremos saber es ¿por quién votaré yo? Aunque en elecciones anteriores he hecho voto de castigo al gobierno y le he votado a Wilders, en esta ocasión no lo he hecho. Lo que me interesa más que nada en el universo conocido o por conocer es que quiten la franquicia en el seguro médico, que supriman esos trescientos ochenta y cinco euros que tengo que pagar siempre antes de que la sanidad se vuelva gratis porque están calculados de tal forma que mis medicinas contra el asma valen un poquito menos y pago por seguro médico y por mis medicinas y quiero mencionar y menciono que ese asma lo tengo desde que un día ya lejano pasé por el principal aeropuerto de truscoluña y una perra-sucia-y-rastrera me habló en truscolán y se negó a usar el español. Espero que el mal de ojo que le eché la haya reventado con todo tipo de cánceres y que antes de diñarla haya visto morir a toda su sucia y asquerosa descendencia, preferiblemente asesinados y descuartizados. Por eso, porque la sanidad es más importante para mi que los cuatro moros que nos quedan y puesto que nadie ha puesto en su programa obligarlos a comer carne-cochino una vez cada tres días, he elegido un partido que quiere eliminar la franquicia y existe una alta probabilidad que ese partido esté en la coalición de gobierno con otros que también tienen esa opción en su programa.

Algunas de las curiosidades del sistema electoral holandés es que tenemos el partido de los animales con gente acarajotá y que sueñan con un mundo en el que los macacos son nuestros amos y hay otro partido llamado 55+ de los viejunos como algún comentarista, que dado que pronto serán mayoría, quiere mejor sanidad y todas esas cosillas que te molan tanto en el tramo final de tu vida, como una buena presencia de bingos en las ciudades, bancos por todos lados para sentarte a descansar, fundas gratuitas para llevar los dientes postizos y máquinas para reducir las lorzas laterales disponibles en todos los barrios.

Coincidiendo con estas elecciones, ayer en mi empresa hubo otras en las que se me prohibió votar. Se votaba en relación a la oferta del nuevo plan de pensiones que nos hizo la compañía. Yo no puedo votar porque debido a la historia de esta compañía y al reglamento interno, este tipo de asuntos se discuten entre la empresa y los sindicatos y solo sus miembros pueden votar. Yo no voté, pero trabajé activamente para desviar la balanza del lado que más me convenía. Ganó el rechazo a la propuesta en una proporción escandalosa. Mañana tenemos reunión general y estoy seguro que cierto ejecutivo nos va a cantar hasta los himnos más conocidos de Falete. Esto forma parte de una partida de ajedrez en la que estamos metidos y su próximo paso, si sigue el caminito tradicional será presentar al comité de empresa una rectificación de su plan de viabilidad o como quiera llamarlo e incrementar proporcionalmente el número de personas a despedir. Si eso sucede, cambiará mi suerte y volveré a estar entre los candidatos a poner en la puta calle, algo que no solo me hará inmensamente feliz, además me permitirá reducir la hipoteca de mi casa en una cantidad apreciable de dinero y que os quede muy claro, yo considero que en el momento en el que no eres millonario, eres una puta y todo lo haces por la pasta, así que para mí sería un inmenso honor y un privilegio que me pongan en la puerta con un sobre petao de billetes de quinientos leuros, algo que en un país con un porcentaje de paro inferior al cinco por ciento y en el que si tienes título universitario es más cercano al cero absoluto, es una bendición.

,

4 respuestas a “He votao”

  1. En realidad como bien dices, no había ninguna posibilidad de que el cabrón ese populista pudiera gobernar, pero siempre es bueno recibir la noticia agradable que los cabrones en Comequesolandia, no son mayoría.
    Por otro lado, sigo apostando que, lamentandolo mucho por no complacerte, a ti no te echan ni con agua hirviendo…jajaja 🙂
    ¿Aunque que pasa si le das una buena patada en los huevos a tu jefe? A lo mejor hay una clausulita que dice que te meten al trullo y no te dan un céntimo de indemnización…jajaja 🙂
    Salud

  2. Es jefa, si le arreo una patada en los bajos igual se le mete el zapato por el hachazo y se corre toa de gusto. Los güevos deben ser las semillitas y no tengo muy claro que aún siga produciendo de esos.

  3. Me gusta eso de poder votar en cualquier lado. El Wilders este da un poco de grima, la verdad.