Hector y el secreto de la felicidad – Hector And The Search For Happiness


En Europa aparece de cuando en cuando alguna película de estas que son coproducciones entre un montón de países y en las que meten a gente de todos ellos, productos raros y que en muchas ocasiones se ven algo forzados. Este es el caso de la película de hoy, una mezcla de dinero de varios países, con actores de todos ellos y con unos títulos de crédito iniciales en los que la lista de institutos y organizaciones gubernamentales que han apoquinado dinero para que se haga parece interminable. Se trata de la película Hector and the Search for Happiness y en ESpaña aún tardará en estrenarse ya que llega a las pantallas la primera semana de diciembre con el título de Hector y el secreto de la felicidad pero como todo lo que he visto se estrenará aún más tarde, no me queda otra que hablar de esta.

Un julay entra en barrena con la crisis de los cuarenta y deja de comer el potorro casero para buscar la alegría y cosa buena

Un psiquiatra se deprime cuando se da cuenta que no tiene ni puta idea de por qué está trabajando o de si lo que hace está bien y se embarca en un viaje por todo el mundo para buscar la explicación al concepto de la felicidad. En sus aventuras conocerá a gente interesante y se encontrará con otros que formaban parte de las épocas más felices de su vida y al final terminará descubriendo que todo está en su cabeza y que si no lo puede sacar, se tiene que buscar a un psicólogo argentino para que se lo extraiga.

La película comienza muy floja, poniéndonos al protagonista en su entorno que lo deprime y aburre y en ningún momento resulta creíble. Lo mejor arranca cuando empieza a viajar, aunque sus aventuras en muchas ocasiones no tienen ni pies ni cabeza y se ven demasiado absurdas. El hecho de que salte continuamente de un escenario a otro evita que nos aburramos pero hace que no podamos profundizar en el conocimiento de ninguno de los protagonistas de esas tramas secundarias y no nos identificamos con ellos. Simon Pegg lleva todo el peso de la historia a su espalda y más o menos se apaña, solo que siendo un actor más bien cómico, en los momentos de drama se le ve muy falso y no te lo crees. De entre los secundarios, fue una pena que no le dieran más minutos a Jean Reno ya que su trocito es de los más divertidos. Por parte holandesa el actor elegido fue Barry Atsma, al que pusieron en África haciendo de médico y aporta muy poco o nada a la historia. El mejor momento de la película es el viaje en un cutre-avión africano, escena cómica y terrorífica al mismo tiempo pero que por si sola no vale para sostener toda la peli. La historia es previsible y quizás yo sea un pitoniso pero desde el principio ya me imaginaba como iba a terminar y el final es chicloso y demasiado azucarado, parece como si se hubieran empeñado en tener su final feliz a cualquier precio y el guionista no dio para más.

En fin, que no es cine para los miembros del Clan de los Orcos ya que hay muy poca comedia y es más bien drama y no creo que tampoco sea cine para los sub-intelectuales de GafaPasta porque acaba siendo muy ordinaria. Si la ponen por la tele y la pillas, tiene un pase.