Ya ni nos acordábamos de lo que era el cine después de dos meses y pico sin poder acceder a una sala obscura con una pantalla enorme y aunque la nueva experiencia es traumática, casi que lo peor son las nuevas películas que asisten al retonno, ya que lo que han hecho es poner algunas de las que estaban en cartelera en el momento en el que el universo se fue al carajo y mezclarlas con pelis viejas, clásicos y un par de pelis nuevas totalmente desconocidas y por supuesto, del género de terror, que es el único en el que al noventa y nueve por ciento de lo que se hace va directo a la tele, a DéuVeDé o a cualquier otro formato que no sea la pantalla cinematográfica. La película con la que regresé al cine se titula I See You y desconozco si algún día se estrenará en España, aunque he leído que de hacerlo, el título sería truscoluña no es nación.

Un julay investiga una movida con un chaval cuando las cosas se tuercen pero lo que es seguro es que no hubo chimpún

Dos post-adolescentes se meten a vivir escondidos en una casa en la que ya hay una familia y que al parecer es algo que en inglés se llama phrogging y en español truscoluña no es nación. La cosa es que esa es la keli de un picoleto que está investigando unas desapariciones de niños que parecen similares a otras que sucedieron hace la tira de años y al mismo tiempo el chamo tiene problemas con su hembra y su hijo está cabreado con todo el mundo o así. Mientras vemos las movidas de la casa, todo lo que vemos lo volvemos a ver desde otro punto de vista y es totalmente distinto y después otro punto de vista y vuelve a suceder o así.

A mí me perdieron en el segundo punto de vista. Resultó que la estúpida y sosa película que me estaban mostrando de una pareja con problemas matrimoniales que están abocados al divorcio no era la historia principal y cuando crees que lo has averiguado, la vuelven a cambiar. El guión es tan rebuscado que no se sostiene, hay momentos en los que te preguntas si de verdad piensan que somos tontos y en el sorpresón final, cuando todo encaja, es sencillamente mala. La metieron en el género de terror pero se les olvidó poner sustos, no hay ni uno, es hasta posible el echarte una siesta en el cine viéndola y eligieron a un montón de actores desconocidos o secundarios y pusieron a Helen Hunt como la esposa del protagonista. La cosa es que esta pava, que en su día fue guapa, se equivocó y en lugar de ir a un cirujano plástico fue a un carnicero y le ha quedado la cara como un sello relamido, super-plana y rara-rara y cuanto más la enfocan de cerca, más grima que te da. Espero por su bien que no tenga problemas de estreñimiento porque como tenga que hacer un esfuerzo para hacer el jiñote, la cara se le va al carajo pero segurísimo. El guión es malo, el director es novato y esperemos que nadie lo vuelva a contratar, los actores estaban allí porque les dijeron que les daban dinero por su trabajo y esto apesta a telefilm, esto no es ni cine, ni cine de terror. Es perfecto para AntenaTriste en una tarde de domingo con cincuenta y cinco grados en la calle.

Me puedo imaginar la ira y la rabia de los miembros del Clan de los Orcos si los obligan a ver estoy la frustración y el odio profundo de los sub-intelectuales con GafaPasta si tuviesen que pasar también por el suplicio.