Hay directores de cine que se ganan la familla de legendarios y después viven del nombre durante décadas, hasta que vuelven a hacer algo decente. Hoy tenemos un buen ejemplo con Spike Lee, que estaba en boca de todos a finales de los ochenta y principios de los noventa y ha tenido una racha de películas flojas y mediocres que se antojaba eterna. Pese a ello, su nombre vende y sus películas se estrenan en todo el mundo. Parece que le dio un mal aire o algo así porque ha vuelto al sendero de las películas interesantes con BlacKkKlansman, la cual al parecer se estrenará en España a principios de noviembre con el probable título de Infiltrado en el KKKlan.
Un julay mandingo se la empeta los hombres pálidos con ilusión y con fantasía
La pasma de una ciudad gringa quiere añadir otras razas a su nomina de empleados y contratan a un negro con un casco de pelo en el que se ha constatado que han muerto cienes y cienes de piojos y ladillas porque aquello es como un agujero negro. El chamo de cachondeo contacta con el KKK y termina organizando una operación para impedir ataques terroristas del grupo. Le ayuda un colega judío que no es negro.
La película está basada en la historia de un chamo, al parecer auténtica. No se mantiene en un tipo de cine sino que salta de la comedia al crimen y a otros géneros pero esos saltos le sientan muy bien. Hay ratos que parece que estamos viendo un documental y otros en los que flipas con las chorradas que suceden en pantalla. El ritmo está muy conseguido y hay cierta química entre los dos protagonistas, ya que por una parte está el auténticamente negro, interpretado por John David Washington, actor que no me suena de nada pero que lo hace bien y su versión blanca es interpretada por Adam Driver, que en este caso funciona, ya que con este actor es una lotería y nunca se sabe si valdrá para el papel o le agarras manía y te desconectas de la película. Nos permite sumergirnos en la sociedad gringa en los setenta y los problemas que tenían con el racismo. Hay varias escenas que son para tirarte al suelo de risa pero pese a ellas, la película mantiene el tono serio de lo que están tratando de contarnos. En el tramo final el director perdió la concentración y hay varias escenas que no aportan nada y se podrían haber suprimido pero pese a eso, el sentimiento que tienes al salir del cine es que has visto una buena película.
Esto no es cine para los miembros del Clan de los Orcos, que no creo que puedan procesar los diálogos de la película. Si que es cine que interesa y gusta a los sub-intelectuales con GafaPasta.
Una respuesta a “Infiltrado en el KKKlan – BlackkKlansman”
¿Si? ¿8?
¡Que bien!
Salud