Juego de espías – My Spy


Seguimos en mi carrera frenética por ir al cine antes de que lo cerraran y justo ese último fin de semana antes de que nos quitaran los cines, había una comedia, que no tenía buena pinta, pero que yo no dejaba pasar ni jarto de chinchón de garrafón. Al parecer en gringolandia han bajado un montón el listón y ya se consideran actores a los cachos de carne con ojos y esta es una de esas películas que en el trailer ya daba a entender que la escribió un retrasado profundo pero en fin, eso no me impidió ir a ver My Spy, que en un universo paralelo se estrena en mayo en España con el título de Juego de espías pero en el nuestro nadie lo sabe a ciencia cierta.

Un julay engarrotado cerebralmente por el dopaje, toquetea a una menor sin ilusión ni fantasía ni chimpún

Resulta que un pollardón que trabaja en el servicio secreto gringo, ese que no vio venir el corona, pues la caga en una operación y de castigo lo ponen a vigilar la keli de una pava junto a una cejijunta. Lo hacen tan mal que la hija de la pava que vigilan los descubre y lo chantajea para que la convierta a ella en mierda-espía también y en eso que el chamo se encoña de la madre de la niña, aunque al ser un músculo único, no lo puede mostrar ya que no consigue que se le infle cierta parte bajuna o algo así y como siempre, los malos aparecerán para hacer maldades de las suyas.

Esto es más bien una comedia para cerebros que se detuvieron en su desarrollo a los cinco o seis años, con lo que todo el humor y todas las risas ya te puedes imaginar por donde van. El problema es que a esas edades uno no tiene muchas luces y por eso, cualquier escena de reirte la presientes quince minutos antes de verla y el tal Dave Bautista es que no puede, después de años en la lucha libre americana o en una de esas, es como un cacho de carne gigantesco que se mueve pero que no puede gesticular y da hasta miedo, toda esa carne tan cerca de la niña. La química entre él y la niña es tan nula, que no se puede medir, es increíble la poca empatía que hay entre ellos y el resto de los personajes es que cuando no son malos es que son malísimos. Aún así, lo mejor de la película es la chiquilla, que para ser la más joven, parece ser la única que sabe actuar. Al final, como se trataba de entretenimiento y ni siquiera me dormí, le daré un insuficiente, aunque en cualquier universo en el que no hayan cerrado injustamente los cines, esto no pasa de un tres, que lo sepan, que en realidad es más bien carne de deficiente o muy deficiente.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, igual hasta te gusta. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, déjala pasar. Esto apesta a telefilm de sobremesa de fin de semana por AntenaTriste o Telajinco.


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