Mi último día de buceo en el parque Nacional de Komodo, antes de comenzar la compleja operación para saltar desde este lugar al siguiente destino, fue también muy especial ya que tuve un encuentro con tres de los residentes de esas aguas que resultan más complicados de ver. En esta ocasión la canción que acompaña las imágenes es la tormenta de arena de Dorian, que todos recordamos de la película 3MSC. La primera inmersión fue la de Superman, siendo arrastrados por la corriente, solo que íbamos en sentido contrario a la vez anterior. En el camino nos cruzamos con dos tortugas y luego con una manta ninja antes de encontrar tres dugong, esos animales que parecen un híbrido entre delfín y hiena. Le he metido algo de zoom para que se vea mejor al bicho. Después me despedí de las mantas con tres de ellas, que vinieron a decirme adiós. Hay un pequeño pez hoja amarillo escondido en un coral mesa y más mantas, que no pararon de acercarse a decirme adiós. Hasta una señora langosta, que yo me comería, se dejó ver. Y acaba a lo grande, con mi Dive Master haciendo vídeos del Elegido y las otras dos buceadoras, la China y una francesa que iban conmigo. Mi experiencia en Komodo fue sencillamente flipante. Estoy seguro que volveré.