La bella y la bestia – Beauty and the Beast


Mira que la gente se quejó cuando los cines abandonaron los rollos de películas y se volvieron digitales. Fue la mayor de las bendiciones y lo único que hay que lamentar es que no hubiese sucedido veinte años antes. Gracias a la tecnología, ahora los cines pueden poner una película en todas sus salas si quieren (sucederá el miércoles con un estreno para chochas de una comedia romántica holandesa que pondrán, en simultáneo, en las siete salas del multicine y además, SOLO pavas, ni siquiera tenemos imaginación para crear un escenario con tanto coño en el mismo sitio y rezumando fluidos con el gustito tan grande que se dan). Volviendo al concepto, lo digital y tal y tal también está permitiendo a los cines y a las distribuidoras el sacar películas clásicas de su desván y ponerlas en los cines y aunque algún capullo se pensó que la idea no funcionaría, las salas se llenan en esas ocasiones, como el otro sábado cuando fui a ver (de nuevo en un cine), Beauty and the Beast, película que en España se estrenó allá por los noventa con el título de La bella y la bestia.

Un cardo de julay se encoña de la chocha del martes y la quiere chimpunear por todos los agujeros que tenga

Una pava vive en un poblacho en el que la gente canta mayormente y es acosada sexualmente por el chamo más fuerte del villorrio, que la ha elegido como recipiente para depositar su semen. El padre de la chama es inventor y se marcha a un concurso, se pierde y acaba en un castillo en el que los objetos hablan y hay un mórcoba feo que no veas que le tiene tirria. La chama, cuando asume que algo malito le ha pasado a su padre porque el caballo regresó solo, sale a buscarlo, lo encuentra y el cardo feo de tío le da la libertad al padre a cambio que ella se quede. Se produce el cambalache y al principio ella solo habla con los platos y teteras y poco a poco se va camelando al julay hasta que este tiene problemas para caminar por el trípode que se gasta. En el poblacho, el chulo-putas de allí organiza una cacería para matar al monstruo, todos los machos y hasta las machorras del pueblo parten a matarlo, hay una tremenda batalla en la keli de la bestia y al final la chama lo salva y como le declara su amor, rompe una maldición que tenía y el tipo se transforma en un pavo del montón solo que con guita, que es siempre bueno de tener.

Esta es sin lugar a dudas la mejor película de animación de la historia del universo. El adjetivo perfecto se gasta en este caso porque todo lo es. Es la primera película de animación que fue nominada a un Oscar a mejor película, tiene una banda sonora que nadie puede mejorar y ha aguantado el paso del tiempo en perfectas condiciones. Es también la película que determinó el futuro y hoy presente de la animación por ordenador. La escena del baile de la bella y la bestia fue la primera vez que el universo pudo ver el futuro. Se me eriza el vello cada vez que la veo o directamente me echo a llorar. Las letras de las canciones las escribió Howard Ashman, que no llegó a ver la película estrenada porque murió antes de Sida. Este autor también hizo la Sirenita, otro clásico. Fue la primera película de animación de la Disney que se adaptó como musical en Broadway. Una versión sin acabar de la película se estrenó en el festival de cine de Nueva York unos meses antes del estreno y recibió una ovación de diez minutos. Cualquier persona que quiera tener un mínimo imprescindible de educación cinematográfica debe haber visto esta película al menos una vez en su vida de adulto y definitivamente, debería ser en un cine. Es un CLÁSICO.

Realmente me la suda lo que piensen los miembros del Clan de los Orcos o los sub-intelectuales con GafaPasta. Esta es la máxima expresión artística lograda por la humanidad en el campo del cine de animación. Cualquier persona que desdeñe verla, para mi no merece más que un lapo en la cara. Comentar que mi primera vez en un cine viéndola fue con mi amigo Sergio cuando se mudó a Gran Canaria y para que os hagáis una idea del impacto del evento, después nos fuimos a una fiesta universitaria en derecho en la que nos emborrachaos y seguramente meamos como hizo todo el mundo a una pava que se durmió apoyada en el árbol al que íbamos todos a mear, después nos fuimos a otra fiesta universitaria, de Telecomunicaciones y regresando a la ciudad, choqué con un coche de la Policía Nacional que atendía un accidente de otro grupo de estudiantes y hasta perdí el coche y tuvimos que poner una denuncia en comisaría. El día en el que vi la película la Bella y la Bestia por primera vez, es uno de los tres días más asombrosos, impactantes, alucinantes, flipantes y maravilloso de toda mi vida. No hay sistema de puntuación que le haga justicia así que triplicamos el mensaje.


2 respuestas a “La bella y la bestia – Beauty and the Beast”

  1. Me has recordado cuando yo hacia simultaneas llevando de un cine a otro los rollos para hacer simultaneas en los cines de mi familia jugandome la vida encantado a toda hostia con el coche, bueno, allí, era el carro…:)
    Salud

  2. Ay, qué potita. No es de mis favoritas pero me encantan, sobre todo los secundarios.