La chamba es la chamba


Hace un año en el festival de cine latinoamericano en alguna de las películas que vi uno de los personajes lo dijo bien claro: la chamba es la chamba. Me tomó un rato averiguar de lo que estaba hablando porque en mi tierra no se usa esa palabra pero una vez lo supe, la expresión pasó inmediatamente a ser parte de mi vocabulario.

Resulta curioso como adoptamos o repudiamos palabras, como moldeamos nuestra personalidad en torno a ellas, como la gente puede reconocerte solo porque algunas palabras te señalan unívocamente. Mis ocho años fuera de España han marcado mi vocabulario y lo han enriquecido bastante. A veces siento que he perdido en el camino un montón de palabras que han nacido y crecido en España en mi ausencia pero también he encontrado un montón de otras palabras que estaban escondidas en otros lugares del inmenso universo hispano. La chamba es una de ellas, una que embellece y dota de un halo mágico algo tan frío y seco como el trabajo. Escuchar el español que hablan emigrantes de Perú, de Venezuela, de Cuba, de Argentina o Chile ha expandido mi vocabulario hasta niveles que nunca soñé. Por cada palabra que pierdo hay otra que ocupa su lugar, otra que quizás no signifique lo mismo pero que me ayuda a seguir adelante. Mi español navega por aguas extrañas, fuera del cauce del gran río que serpentea por mi tierra y pese a todo, cada día consigo mezclar y agrupar unos cientos de palabras y elaborar un producto que puede llegar a tocar alguna fibra de las personas que me leen.

Son frecuentes los momentos en los que dudo y visito múltiples veces cada día el templo de la RAE para solucionar esas dudas y confirmar sospechas. Llevo un tiempo pensando en comprarme una gramática de la lengua española para repasarla de cuando en cuando aunque no sé si eso servirá de algo. El español está en el corazón de mi persona, es una parte que no quiero perder y que cuido con cariño, todos los días, a través de la bitácora, de conversaciones y de correos electrónicos. Resulta difícil cuando sueñas, hablas, piensas y filosofas en inglés y salpicas todo esto con puñaditos de holandés.

Mi limitada capacidad para ordenar y usar las palabras en ocasiones alcanza alguna cima difícil de escalar o cae en alguna sima de la que parece que no puedo salir. Es en esos momentos, cuando todo mi cerebro vibra tratando de recordar aquello que se ha escondido en algún lugar y que no puedo pronunciar aunque lo tengo en la punta de la lengua.

Buscar y encontrar, descubrir y olvidar, aprender y descartar, nuestro idioma es un vasto país del que nunca lo habremos visto o conocido todo. Los vientos de la lengua me llevarán de un lado a otro y sé que al final llegaré a buen puerto.


8 respuestas a “La chamba es la chamba”

  1. Ya te vale, y por tu culpa he tenido que buscar despues la palabra «predios»….

  2. chamba2.
    1. f. Col. Zanja o vallado que sirve para limitar los predios.

    Mira toda la definición que enseña el enlace que me has puesto, viene a continuación!

  3. predio.
    (Del lat. praed?um).
    1. m. Heredad, hacienda, tierra o posesión inmueble.

    y sigue y sigue, mira tú por donde hoy he aprendido dos palabras nuevas 😉