Yo nunca he sido un gran admirador ni de las novelas de espías ni de las películas de ese género. Tienen acción y todo lo que tu quieras pero no me acaban de convencer, no me interesa ese mundillo de gente que parece moverse contracorriente haciendo lo que probablemente no debería. Pese a eso, como lo voy a ver casi todo, siempre acabo en los cines convencido que me voy a aburrir hasta el infinito y más allá. Así fue como llegué a la película The November Man, la cual se estrena en España el último día de octubre con el título de La conspiración de noviembre, totalmente erróneo, estúpido y absurdo, ya que cuando explican el porqué lo llaman el hombre de noviembre, no tiene nada que ver con ninguna conspiración, pero bueno, todos sabemos que para elegir el título en español de las pelis americanas solo hace falta un estúpido retrasado.
Un julay encabronado reparte candela pá’ toos
Un espía especializado en repartir candela y matar basca anda retirado en Suiza cuando lo vienen a buscar para que saque de Moscú a una pava. Cuando la operación secreta en la que está se jode por culpa de otro equipo americano y se entera que está en el medio de un complot raro y que junta a buenos y malos, se rebota todo, se pone sus calcetines de lana y sale a matar gente a porrillo, salvo por un chavalote que fue su aprendiz y al que parece tenerle algo de cariño aunque de cuando en cuando le arrea una tunda que no veas, por aquello de que el amor, con sensaciones físicas, es más auténtico.
Esta es una de esas películas en las que sabes que el guión va de izquierda a derecha, de arriba a abajo y cuando crees que lo controlas todos, hay un salto supuestamente cualitativo y te quedas asombrado o algo así. La película sigue las reglas del cine de espías y tiene sus momentos de acción, sus escenas con coches, que por supuesto acaban reventados y sería perfecta si no fuera porque el guión se para en muchos momentos y sobran minutos. El protagonista es Pierce Brosnan, que ya está un poquito mayor para correr y prefiere ir de culo-coche y matar sentado, que siempre es mucho más cómodo. El chaval joven que sí que corre, salta, brinca y hace lo que se tenga que hacer es un tal Luke Bracey que a mi no me suena de nada. Tampoco es que se le exigía el nivelazo de un actor de teatro, así que el chamo lo hace bien y por suerte no tiene grandes escenas dramáticas y seguramente será más recordado por el revolcón en catre con sábanas tapándolo todo. Como el guión flaquea, la película entretiene pero le falta algo, hay un exceso de movidas enredadas, hay un exceso aún mayor de alegría y cosa buena en Serbia, en donde parece que cualquier julay con un arma se pasea por las calles matando basca sin que a nadie le preocupe en absoluto.
En fin, que me parece un poco compleja para los cerebros simplones de los miembros del Clan de los Orcos pero igual los más espabilados la aprecian. Para el resto, solo si te gusta el cine de este género.
Una respuesta a “La conspiración de noviembre – The November Man”
🙁
Salud