La excursión a Lanzarote – segundo día


Este relato comenzó en Un nuevo viaje a Gran Canaria

La etapa final de este mini-viaje dentro de otro viaje comenzó a las nueve de la mañana. Salimos en dirección norte y cruzamos por un pueblo llamado Mala que nos recuerda la mala baba que tenemos los Canarios a la hora de nombrar sitios. A saber lo que hizo esa pobre para que haya quedado grabado a fuego en los mapas. Después bordeamos Arrieta y su Playa de la Garita, con el mismo nombre que la de Gran Canaria. Tras esta vino la Punta Mujeres y en los Caletones paramos en los Jameos del Agua pero eran casi las nueve y media y no abren hasta las diez así que le preguntamos a un cristiano que estaba trabajando en el aparcamiento y que nos recomendó ir hasta Orzola para desayunar y eso hicimos, cruzando con el coche por el Malpaís de la Corona, una carretera increíble en la que si te sales cuarenta centímetros te quedas sin neumáticos. En el pueblo encontramos una cafetería vacía en la que el dueño nos hizo el desayuno mientras por detrás de nosotros pasaba una guagua llena de turistas que iban a llevar desde allí a la isla de la Graciosa ya que ese es el puerto en el que se pueden coger los barcos para ir a la misma. Regresamos por la misma carretera y para entonces el aparcamiento ya estaba lleno y los Jameos del Agua abiertos. Los visitamos, admirando el lago con sus cangrejos blancos ciegos y minúsculos, estuvimos en el auditorio de lava que andan restaurando y vimos el museo que hay en el mismo sobre volcanes y actividades relacionadas con la lava. Al salir nos desplazamos un kilómetros hasta la Cueva de los Verdes, cuyo nombre viene de una familia conocida como los Verdes y no por el color. En la taquilla un tipo rellenaba un formulario mientras se taponaba una herida terrible en la cabeza. Tuvimos que esperar unos cinco minutos a que comenzara la siguiente visita y después bajamos a las Cuevas. La visita es muy entretenida aunque te pasas el tiempo andando encorvado y en el caso del Niño poco menos que de rodillas. Hice algunas fotos que espero que estén bien y disfrutamos con la agradable temperatura en el interior.

Cuando salimos pregunté para que me dijeran como ir hacia el Mirador del Río ya que el GPS no conocía la carretera en la que estábamos y con las sofisticadas indicaciones de seguir hasta el primer stop, girar a la derecha y después seguir hasta ver el cartel para desviarme llegué sin problemas. Desde el aparcamiento el Mirador del Río no parece nada espectacular pero una vez te dan el sablazo de rigor y entras alucinas con la vista de la isla de la Graciosa que hay desde allí. El edificio lo ideó César Manrique, como casi todo en esa isla y como casi todo lo que hizo, tiene esa monotonía de colores blancos con los que este artista estaba obsesionado.

Al salir tomamos otra carretera que nos llevó por Haría y cerca de los Riscos de Famara. Pasamos también por el Mirador de Haría y después seguimos hacia Los Valles y Teguise. Desde allí le indicamos al GPS que queríamos ir al aeropuerto y este nos llevó pasando cerca de la Fundación César Manrique a la cual no entramos. En el aeropuerto recogimos al Cuñao y fuimos hacia Costa Teguise para almorzar allí junto a mi hermana.

Después de comer fuimos a Arrecife y paseamos por la Charco de San Ginés, la calle León y Castillo y cruzamos por el Puente de las Bolas para ir al Castillo de San Gabriel. En ese mismo puente me tiraba al agua cuando era pequeño e íbamos a Lanzarote. Estuvimos también en la última planta del Arrecife Grand Hotel para ver las vistas desde allí. Sobre las cinco y media nos despedimos y nos marchamos al aeropuerto para entregar el coche y sacar las tarjetas de embarque. Viajábamos en la vuelta con Islas Airways que no tiene una flota de aviones tan grandes pero son del mismo tipo. Le insistí al Niño para que facturara y no se arriesgara a perder los botes pero no me hizo caso. Al pasar por seguridad mi pantalón no pitó y al Niño le obligaron a tirar su desodorante aunque le permitieron quedarse con la gomina del pelo aunque el bote era demasiado grande. Nuestro avión debía comenzar el embarque a las seis y cuarto para salir a las seis y media. A las seis y veinte aún no había llegado. De repente apareció, bajaron a la gente en dos minutos y casi con el último aún saliendo por las escalerillas ya nos estaban empujando a nosotros para entrar. Conseguimos los asientos de la primera fila. El avión es el mismo pero en este tienen unas micro-pantallas de televisión para ver el vídeo con las coñas de seguridad. Aunque parezca increíble, entramos todos, cerraron las puertas y salimos tres minutos antes de la hora prevista. El piloto era muy optimista y dijo que llegaríamos a la isla de Gran Canaria en veinte minutos aunque subió el tiempo a treinta en la versión en inglés. Al final fueron cuarenta minutos. Nos dieron una bolsa de manices y dos vasos de agua.

Sin más incidencias aterrizamos y nos recogió mi padre y bueno, en la anotación de la Noche de San Juan están el resto de las aventuras de ese día.

Aunque resulte extraño, el siguiente episodio apareció hace tiempo en la anotación Noche de agua


9 respuestas a “La excursión a Lanzarote – segundo día”

  1. pequeños matices:

    punta de mujeres: se dice Punta Mujeres
    charca: es Charco de San Ginés

    Desgraciadamente, Lanzarote no es lo que era, gracias a la arraigadísima corrupción urbanística. La isla está sucia, mal dotada de servicios e infraestructuras y las costas están hiper-urbanizadas.

    Todos los empleados de los centros turísticos (Timanfaya, Mirador del río, Jameos, etc) son funcionarios del Cabildo de Lanzarote, de ahí que tengan a 4 personas para hacer el trabajo de una. Casi todos esos puestos son obtenidos por puro y simple nepotismo y favoritismo. En los ayuntamientos pasa lo mismo.

    Lo de las casas blancas, no es que sea monótono, es que es obligatorio. Si quieres tu casa de otro color tienes que pedir 5000 permisos y pagar. Solo tienes libertad para el color de la carpintería exterior.

    Cesar Manrique puso de moda el verde en la carpintería exterior, además de las chimeneas (de adorno) de estilo árabe. Originariamente la carpintería se ponía de azul, como en la mayoría de las zonas costeras del mediterraneo.

    Las carreteras de Lanzarote son, literalmente, papel de lija. Los neumáticos no aguantan más de 2 años. Esto es así debido a casi nulo mantenimiento del asfalto por parte del Cabildo de Lanzarote.

    Absolutamente todos los organismos y empresas públicas de Lanzarote están en quiebra: Inalsa (aguas de Lanzarote, Cabildo, Ayuntamientos, centros turísticos, etc) debido a la mencionada corrupción. Un ejemplo: El ayuntamiento de Arrecife, el año pasado, creó una campaña llamada «el kilo solidario» para que la gente donara comida para los más necesitados. Esta campaña costó más de 18.000 euros entre publicidad, trípticos y demás. Se recogió comida valorada en unos 6.000 euros. Algo más de una tonelada. Se suponía que la comida estaba almacenada en una nave municipal. Justo en ese momento estalló la operación Unión, un caso de corrupción en la que entre otros, se detuvo a la concejala de asuntos sociales de ese ayuntamiento. Cuando su sucesor ocupó el cargo descubrió que toda la comida había desaparecido y que nadie sabía nada de ella. Ninguna de las ONG de Lanzarote había recibido ni un paquete de arroz…..ni Cruz Roja, ni Cáritas, nadie… sin embargo era un secreto a voces que toda esa comida fue a parar a un supermercado de cierta persona vinculada a dicha concejala.

  2. Tengo una prima y una tía viviendo en Lanzarote, y nunca me planteé ir a verlas (traducción: acoplarme de gratis en casa de mi prima mientras hago turismo)… por lo que estoy leyendo creo que valdría la pena, a lo mejor me animo y todo.

  3. Cuñao, ya lo he corregido.

    Virtuditas, procura no quedarte más de una semana. El viento y su sonido es agobiante.

  4. Lanzarote es una isla preciosa. Los tres primeros días. Luego es todo volcánico con casas blancas y puertas y ventanas verdes o azules. Al cuarto día el cerebro te está pidiendo algo más de variedad en el paisaje. Pero en pequeñas dosis, es una isla que tiene un gran encanto.

  5. Pues yo tengo en mente ir a Lanzarote, pues me gustan mucho los paisajes volcanicos, pero me parece supercutre lo que cuenta Cuñao.

  6. Montse, mientras vayas solo unos días no hay problemas. Como dice uno+cero, si alargas la estancia te entra la ansiedad por la monotonía y el puto viento que no para de silbar.

  7. Lanzarote ha ido de culo y sin frenos desde hace 20 años hasta hoy. Aún quedan un par de zonas que se salvan, como la parte norte de la isla que es más rural y sin tanto interés especulativo.

    El pueblo de Lanzarote lleva tantos años conviviendo con la corrupción que les da igual que sus políticos roben. Ahora creo que hay 3 alcaldes y tropecientos concejales en la carcel por corrupción, blanqueo, estafa, etc. Hay no se cuantas operaciones judiciales abiertas con casi 100 imputados por cohecho, malversación de dinero público, prevaricación, tráfico de influencias, etc. Todo un record teniendo en cuenta que Lanzarote solo tiene SIETE municipios. Cada 2×3 viene un ejército de la UCO de la guardia civil a cerrar uno o dos ayuntamientos y registrarlo de arriba a abajo.

    Quieren otro ejemplo? Cierta señorita, hija de uno de estos políticos, ultra conocido, cuando tenia unos veintipico años de edad, estando en el paro, cierto banco le concedió una hipoteca para adquirir una impresionante casa tasada en mas de 600.000 euros….. sin palabras…. ¿no?

  8. Lo que cuenta Cuñao pasa en todas y cada una de las Islas Canarias, incluida La Graciosa… y qué gran verdad lo de que ya tenemos tan asumido que hay corupción que ya a la gente da igual. Súmale el independentismo de los anormales y obtienes la idea de «al menos los que roban son los nuestros», o como la famosa frase yanqui, «es un hijoputa, pero es nuestro hijoputa»; actitud conformista más dañina que cualquier otra para que un municipio o una comunidad progresen.