Para mi una parte importante de mi vida es el Cine. Me encanta desaparecer en una sala oscura y ver como por arte de magia en la pantalla alguien esboza una historia y después de unos instantes estás tan dentro de ella que te lo puedes creer todo y te sientes un privilegiado por poder presenciar esa magia. No tengo ningún problema en repetir aquellas películas que me gustan y cuando me engancho a una la veo tantas veces como puedo antes de que la quiten de la cartelera.
Eso es lo que me ha sucedido con Stardust, una película que ya he visto tres veces y que veré dos veces más en los próximos cinco días. Me gustó más la tercera vez que la primera porque ahora te preparas para esos instantes magistrales y cuando llegan no te pillan desprevenido. No tengo ningún problema en creer que en algún lugar del Reino Unido hay un poblacho llamado WALL (muro) en el que hay un muro con un orificio que lo separa de un lugar que está en otra dimensión. Se me eriza el vello con algunos de los momentos musicales y por descontado ya me he comprado la banda sonora, todo un descubrimiento que me permite rememorar escenas de la película mientras escucho su música.
El cine es magia y Stardust es la prueba de ello. He cabalgado junto con Septimus (Mark Strong) por Stormhold, he alucinado con la maldad infinita de Lamia (Michelle Pfeiffer) y la candidez de Yvaine (Claire Danes) y por descontado Tristan (Charlie Cox) es todo un héroe que solo por esta película se merece todo mi respeto y no puedo dejar de reírme cuando recuerdo la magistral actuación de Robert De Niro como Captain Shakespeare.
El género de la fantasía ha sido vapuleado en los últimos años con insidiosas películas que mataban de aburrimiento a los espectadores y en las que el procesado de efectos especiales y la espectacularidad de los mismos se consideraba más importante que tener un buen guión y unos buenos actores. En un par de momentos de la película Yvaine le dice a Tristan: What do stars do? They shine y eso es lo que hace esta película, brillar hasta cegarnos y permitirnos soñar, reencontrarnos con esos sueños que teníamos de pequeño y en los que habían buenos, malos, malísimos, princesas, príncipes, brujas y en donde pasara lo que pasara el final feliz no nos lo quitaba nadie.
La película ya se ha estrenado en España así que os invito a ir a un cine y vivir la magia. Esta no os la deberíais perder.
2 respuestas a “La magia de Stardust”
Pensaba verla vía mula, pero vista las críticas iré al cine.
emo, eso es una blasfemia. La veré dos veces más para compensar tu desidia si te atreves a descargarla y verla en una televisión y no COMO FUE ORIGINALMENTE PENSADA.