La mensajera – The Courier


Por un momento hasta pensé en saltarme la película de hoy pero una de las cosas que tenemos que hacer es mantener una sombra de normalidad así que vamos allá, aunque ya digo que esta no es una de esas pelis que vamos a recordar toda nuestra vida. Esta peli inicialmente formó parte del pre-estreno sorpresa de la semana y yo no la pude ver en el mismo por culpa del diluvio del día, con lo que la dejé pasar y después resultó que solo la pusieron en un puñado de cines. Aprovechando mi última visita a Amsterdam antes de que todo se fuera pa’l coño, fui a ver The Courier, la cual en España querían titular como La mensajera aunque no había fecha de estreno y ahora imagino que irá directamente al cubo de la basura digital y tal y tal.

Una julay con picores en el orto se pasa el día linchando a chusma y gentuza de la peor en un garaje de la periferia.

Resulta difícil concretar el tema pero voy a intentarlo. Al parecer van a juzgar a un criminal malísimo y como parte de esto, una mensajera pija ha de llevar una especie de aparato de esquipe sofisticado para que el testigo oculto haga su declaración. Sucedió que todo se fue al traste y ella acaba en un garaje con el testigo intentando mantenerlo con vida mientras un montón de julays malignos la quieren matar a ella y aún más al testigo, o algo así.

Yo podría ver sin problemas una película hecha con cámara en mano en la que se pueda ver como castran sin anestesia al director y a los guionistas de esta basura. Estos jamás entendieron el concepto de guión, vomitaron sobre un paquete de folios y consiguieron que algún retrasado mental les diera dinero parar producir la película. El peor de los actores, con diferencia, es Gary Oldman, lo cual es una vergüenza para él, un tipo consagrado y que tuvo que ver que esto era una mierda cuando le enviaron un paquete que apestaba a jiñote de diarrea y decidió ponerse una pinza en la nariz, trincar la pasta y hacer como que actúa. La historia no tiene ni pies ni cabeza y las escenas con la moto por las calles son aburridas, que ya manda güevos conseguir que las partes de acción sean lo peor. Después ya en el garaje ni te cuento, es como si los malos fueran podemitas o algo así, dispuestos a ir a una manifestación pero incapaces de atrapar en un recinto cerrado a una pava y al chamo que se les escapó. Esto va de mal en peor, con unos diálogos que pueden provocar otitis y cuando ha pasado la hora y media y acaba, sales aterrado del cine y ni miras atrás.

Espero que jamás llegue a las salas de cine españolas pero si lo haces, miembros del Clan de los Orcos, llevad los cuchillos y la gasolina porque tendréis que acabar con el cine antes que la película acabe con vosotros. Totalmente prohibida para sub-intelectuales con GafaPasta.