Después del éxito y las fabulosas críticas que recibió La mujer de negro – The Woman in Black cuando se estrenó, estaba claro que se las apañarían para hacer una post-cuela, secuela o como la queráis llamar, en la que la chama emputada vuelve a aparecer pero todo lo demás ni es lo mismo ni es igual. Por descontado, teniendo la etiqueta de horror en IMDb, mi cuerpo vibraba sin descanso hasta que organicé una visita al cine para verla. La nueva se llama The Woman in Black 2: Angel of Death y se estrena en España esta semana con el título de La mujer de negro: El ángel de la muerte.

Que mala hostia que tiene esta julay

Durante la Segunda Guerra Mundial (exceptuando truscoluña), un grupo de niños son llevados a la keli de la malaje de la primera película para refugiarlos de los bombardeos de Londres y claro, la chama se ensaña con ellos y comienza a matarlos, teniendo que intervenir una pava medio mística y un chamo que solo quería ponerle la pierna encima y empetársela hasta que no levantara cabeza.

Toda la magia y el buen hacer de la primera película se ha perdido (o casi toda). Aparte de la hembra que se pone el traje ese horroroso negro y de la keli un poco ajada, el resto es distinto. La historia es simple y directa. Metemos al elenco en una casa embrujada o reposeída o algo así y la truscolana esa elige a un niño que le gusta y procura deshacerse del resto, todo mientras las dos guardianas se desquician, una más que la otra y un chamo que al parecer tiene unos traumas del copón por culpa de la guerra viene por la casa de cuando en cuando. Las actuaciones son mediocres, simplemente pasables, salvo por Jeremy Irvine, que es el chamo que quiere cogerse a la hembra y que es el único que parece captar los conceptos de la interpretación. Los niños no destacan demasiado y esto afecta a la película, particularmente el niño con el que se encariña la fantasma, ya que parece no tener músculos en la cara. No hay sustos fabulosos que te hagan encogerte en el asiento y más o menos vemos como nos vendrán las cosas con cinco o diez minutos de antelación. Más que una película de terror es una de una de esas historias curiosas de eventos en la Segunda Guerra Mundial. Toda la trama de la escena final está demasiado elaborada y el epílogo sobraba, pero claro, había que sembrar la semilla para la tercera parte, aunque me da la impresión que han matado la serie. Entretiene, pero no es cine de terror.

Los miembros del Clan de los Orcos que vayan con sus hembras con la esperanza de que se les peguen como lapas con los sustos, se van a llevar un disgusto del copón. Tampoco es cine para sub-intelectuales de GafaPasta, aunque tiene un pase cuando la den por la tele.