Yo no sé ni cuántas sesiones con mi parapsicólogo y médium argentino voy necesitar para recuperarme de esta película, que ha traumatizado mi alma y definitivamente mis entrañas, que estuve casi dos días jiñando bolitas como las cabras por el trauma que me impusieron. Este es otro ejemplo buenísimo de como la cultura actual de cancelar y de mieldismo lo está destruyendo todo. En cualquier universo paralelo pero no para-lelos, al que llega con este guion le escupen a la cara, le dan dos hostias y lo mandan a machacarse la polla o el chocho con dos lajas. Pero claro, estamos en el universo equivocado y nos toca sufrir con The Woman King, película que en España se estrenará dentro de un mes como La mujer rey, con lo que aún podéis salir por patas.

Unas julays se pasan el día perreando pero sin coches tuneados y música chula y ciertamente, sin chimpún.

Vamos a ver como comento la trama, tenemos que empezamos con un puñado de negros que se acercan a la tribu de otro puñado de negros para matarlos, que es lo normal entre ellos, que se dedican a matarse entre ellos y a vender a los prisioneros a los europeos para exportarlos a América como esclavos. Después de eso, hay una hora de la nada más absoluta, aunque eso sí, regada de blanco nuclear para lavar la ropa y tras la hora de nadismo, resulta que llegan los brasileños a comprar esclavos, un brasileño se encoña de una tortillera, otra tortillera se emputa que no veas, se pelean entre todos y otra vez, negros a matar negros, o algo parecido.

El guion de esta película lo escribieron en un post-it, una notita amarilla de doce centímetros por siete y les sobró espacio para poner algún dibujito. Después de la escena de la pelea inicial, hay toda una hora en la que no pasa absolutamente nada y en la que aprendes a odiar a las hembras esas tan poderosas y al gilipollas, repito, G-I-L-I-P-O-L-L-A-S del rey, que resulta ser John Boyega, que si ya había demostrado anteriormente que es un actor malo, aquí demuestra que es una puta-mielda de actor y que mejor aprende un oficio y se pone a trabajar en algo para lo que valga, que no me extraña que en las pelis de la Guerra de las Galaxias lo degradaran y prácticamente borraran, es que es pésimo. Sin guion y con una directora que debía estar más interesada en el nuevo color de sus uñas que en lo que pasaba frente a ella, tenemos que pasamos dos horas y cuarto y lo único que nos queda claro es que en África, hace siglos, en un sitio lleno de tierra y polvo y más polvo y más tierra, los de la tribu tenían unas ropas increíblemente limpias y ni te cuento de como brillaban las prendas blancas, es que mi madre lo ve y llora que a ella con su blanco nuclear se le quedan amarillentas. La susodicha tribu de negros, en los que las hembras luchan, sobre todo las más feas, el rey se chinga guarras y los machos están acarajotaos, allí lo que mola es el bailoteo y los gritos y así, cada diez minutos o así, uno suelta un alarido y todos se ponen a brincar y saltar y agitar las armas cantando en un idioma que no se entiende, levantando un polvo que no veas pero que no afecta a sus ropas y a la limpieza de las mismas y tras el bailoteo, a esperar que pasen unos minutos para volver a bailar. Si lo que cuentan aquí es cierto, qué lástima tan grande que tengo por los países americanos porque les llevaron gente que más bien servían para un concurso de baile pero para poco más. Por supuesto matan a los blancos y eso sirve para echarse por lo menos otros dos bailes, más el baile tortillero final.

Esto es un desatino buenista, podemita y truscolán que hay que evitar tanto o más que a un suciolista que se te acerque a pedirte el voto. Si eres un miembro del Clan de los Orcos y por un desgraciado error entras en un cine en el que la están dando, espero que no se te olvide el mechero porque hay muy pocas maneras de quitarte la mala leche que se te va a poner. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, esto es zafio, vulgar e impropio de tu nivel.