La penitencia


La vida como parao es como que muy dinámica y me tienen siempre haciendo cosillas. Yo pienso que lo que pretenden es cansarte con tanta tarea para que te pongas en serio a buscar trabajo, ya que en los Países Bajos, el sistema es como muy militar. Por suerte ahora todo es onDEline y no hay que ir a las oficinas del uwb (se pronuncia truscoluña no es nación). Todo comienza apuntándote como parao, parte en la que te pedían un montón de documentos que finalmente no me pidieron y eso que me pasé dos días acumulándolos, que tardé porque uno de ellos era la última nómina y la multinacional amarilla en la que trabajé tiene un sistema digital y tal y tal para ahorrarse los leuros del papel que es una puta mierda del copón y que te bloquea tu cuenta cada mes y medio y requiere que pidas una nueva contraseña, pero como la dirección de correo es la del trabajo que ya no tengo, primero fue una aventura para que me resetearan la cuenta. Ya con eso y con el resto de papeles, voy a la página de los paraos y no me piden nada porque en realidad lo tienen todo. Es una organización del gobierno y entras a la página usando tu DigiD, que es un sistema supuestamente muy seguro y que funciona con un programa en tu telefonino o con mensajes eSeMeSes. En la pantalla de tu telefonino te aparecen cuatro letras, que metes en la página a la que quieres acceder y esta te devuelve un código QR que escaneas con el telefonino y que te confirma al lugar en el que estás entrando y te pide que metas tu número secreto de cinco dígitos. Es un poco coñazo porque el escáner peta demasiado pero al menos no hay que recordar un login y su contraseña. Al entrar en la página de los paraos, ya sabían quien era, con nombre, apellidos, número de la seguridad social y todo lo demás, con lo que no hubo que meter ningún dato más. Me di de alta como parao e inmediatamente me asignaron un montón de tareas, las cuales tienen fechas límite. Cuando ya ves la luz al final del túnel y casi no tienes tareas, te cae una purriada más.

En lugar de ponerlo todo en una sola página, para poner tu currículo tienes que ir a otra página del gobierno, en donde se entra con el mismo sistema de DigiD y en donde creas una nueva cuenta. No puedes subir un currículo sino que lo tienes que crear con su herramienta super-chula de los años ochenta, lo cual hice, aunque tuve un momento de pánico porque lo dejé par el penúltimo día por la tarde, me metí sobre las cuatro y media, me puse a poner los datos y de repente se me cierra la ventana del Firefox, algo que no me había sucedido nunca y cuando vuelvo, la página está en mantenimiento hasta la medianoche, con lo que perdí todo lo que había hecho y al día siguiente, el último día, tuve que volver a ponerlo todo y por si acaso, lo hice por la mañana.

La nueva parada de la penitencia fue un güebinar, que son básicamente cutre-vídeos hechos para supuestamente enseñarte algo en el que te explican todo lo que ya sabías y que habría sido mucho más útil si hubiese sido el primer pasito. Ahora tengo que hacer una lista mensual con las solicitudes que he enviado (o con la gente con la que he hablado buscando trabajo) para que ellos comprueben que estoy buscando y dos listas más que no sé ni de que son.

Entre pitos y flautas, me paso toda la semana esclavizado con sus movidas en lugar de disfrutar la vida del parao. Si decides ignorar todo esto, te bloquean el cobro del paro o te lo van reduciendo, ya que para lo del paro, la letra sí que entra mucho mejor con sangre.


2 respuestas a “La penitencia”

  1. Genín, también hay mucho «parao» que retuerce el sistema y busca grietas en todas partes… todo, siempre, se puede mejorar, está clarísimo.