La semana pasada en Distorsiones


El evento más importante de la semana pasada fue que volvieron a abrir los cines, con la restricción del máximo de treinta personas por sala independientemente de la capacidad. Esta semana será cuando me daré dos atracones. Por aquí, acabamos en Aterrizando en Amsterdam de noche. Pese a los negacionistas, que hoy en día los hay de muchos temas, por aquí arriba la semana pasada llegamos a Doscientos veintinueve para batir un récord y le metimos cinco días más. Lo de los cines llegó gracias al pasito pa’lante. Por supuesto en los medios de comunicación todos callados como putas porque los hombres somos el enemigo a batir y por eso nadie dijo que la semana pasada se celebró el Día internacional del Hombre. Finalmente, decir que tras quince gloriosos años, llegó el final de una de mis series favoritas y lo comenté en Hay que continuar después de Supernatural.

En Ayutthaya vimos un Buda entronado y vestidito, seguimos con un Buda reclinado en las paredes del templo y nos vimos Junto al Prang del Wat Phutthaisawan y nos quedamos con una Ristra de Budas pedigüeños en el monasterio del Wat Phutthaisawan.

En realidad no fui a ver muchas películas al Cine, solo tres, pero por aquí comenté cuatro, comenzando con el excelente documental holandés De Schooltuin, seguimos con la entretenida Made in Italy, tropezamos con la aburrida Kajillionaire y aún peor fue The Nest. Si la maratón que tengo planeada me sale bien, esta semana me volveré a poner en los niveles del año pasado, algo que si me lo dicen en julio no me lo habría creído.

La comida que salió de mi cocina fue más o menos la siguiente:

Y así transcurrió la semana.


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