Mi segunda peli en la filmoteca era la que en realidad quería ver, que cuando descubrí que había una peli en ialiano, yo ya me veía en el cine. Lo que me sorprendió es que la protagonista es Penélope Cruz y vamos, yo sabía que ella es bilingüe y habla el verdulero como su lengua materna, pero no tenía ni puta idea de que se puede defender en italiano y eso me intrigaba. La película se titula L’immensità y al parecer, ya se estrenó en España el año pasado con el mismo título.

Una julay chiflada y sus hijos desquiciados viven en Roma en los setenta.

En la Roma de los setenta, una pava está casada y tiene tres hijos, dos niñas y un niño, aunque una de las niñas es super del siglo veintiuno y quiere ser un macho y se identifica como hombre, algo que emputa que no veas al padre. El matrimonio básicamente funciona por los niños, ni ella ni él tienen interés en el otro y para ella su mundo son los chiquillos. La hija rara se echa una novia entre un grupo de gitanos sin decirle que en realidad no es un tío, el hijo es obeso y le da por jiñar en la moqueta y la otra hija es una niña sin más. Las cosas se irán complicando, con cuernos y embarazo de por medio y a la madre se le irá el baifo, o se rechiflará, para aquellos que no capten los sutiles matices del español canario.

Esto es un drama y hay varias cosas claras, los niños los eligieron mal y no son actores, no hacen un buen trabajo y sobre todo la machorra, fracasa totalmente en mostrar su frustración por tener un cuerpo de niña. La mejor que lo hace es Penélope Cruz, que entre tanto mediocre, brilla, aunque se ve clarito desde la primera frase que no habla italiano y chapurrea frases en las que mezcla palabras y más palabras en español, que también tiene su encanto y en un punto determinado como que explican que ella huyó de España y por eso está allí. Las escenas con toda la familia en la keli de la abuela son excelentes, pero después te ponen la movida con los gitanos que es un masque que no veas y vamos saltando de buenos momentos a otros aburridísimos. Hay un par de giros dramáticos que afectan a la protagonista que personalmente, no me convencieron.

Esto sí que ni de coña es algo para los miembros del Clan de los Orcos y me temo que por culpa de los niños tampoco atraerá a los sub-intelectuales con GafaPasta. Se queda como una buena idea que después no supieron realizar.