Los aristogatos – The Aristocats


Este debe ser el tercer o cuarto año que gracias a la magia del cine digital y tal y tal, en el mes de septiembre se re-estrenan en los Países Bajos películas viejunas de la Disney. Ya hemos acabado con gran parte de los clásicos incunables así que ahora son películas algo menores pero que a todos nos suenan, aunque sea de nombre, ya que de la de hoy estoy convencidísimo que no la fui a ver en un cine y tampoco creo haberla visto por la tele, aunque supongo que los ancestrales de Genín y Virtuditas sí que se la saben al dedillo. Se trata de The AristoCats y en España se estrenó allá en su día con el título de Los aristogatos.

Una julay pleistocénica monta un pitote que no veas cuando anuncia que su herencia se la llevarán cuatro malas bestias deleznables

Una vieja francesa ricachona pone en su testamento que todo lo suyo irá para sus cuatro gatos y cuando mueran para el mayordomo. El chamo se rebota y hace como que se han ido de la casa cuando en realidad él los dejó abandonados en el campo fuera de París. Allí, un gato sin raza los ayudará a regresar a la ciudad y por el camino irán conociendo amiguitos y cantando canciones hasta que llegan a la casa y tendrán que luchar con el mayordomo malaje y devolverlo a la truscoluña de la que nunca debió de haber salido.

Todo el mundo sabe que yo, además de alergia a los gatos, es que les tengo una tirria que no veas y si es por mí, yo votaría a favor de su exterminio inmediato e instantáneo. Probablemente por eso jamás he tenido ningún tipo de interés por una película que ya en su título te dice que va de esas bestias. Resultó que la historia, aunque simplona, entretiene y divierte y consique que mates un rato no muy largo ya que dura setenta y ocho minutos. En lo relativo a la animación, es de la viejuna, bastante simple pero ni eso molesta. Llama la atención como antes se podía hacer una película de dibujos animados en la que todo el mundo fuma y hoy en día esas cosas están vetadísimas. La historia es simple y bastante directa y todos tenemos bien claro como va a acabar y qué gato le pondrá la pierna encima a la gata protagonista. De alguna manera, cuando la estás viendo, te viene a la cabeza la idea de telefilm, es como si la hubiesen hecho pensando más bien en la tele que en el cine, es uno de esos productos menores que buscaban el dinero sin más y no se complican nada. Hay un par de personajes secundarios hilarantes, como las gansas y su tío el ganso borrachuzo, pero también hay varios aburridos, como el mayordomo, que por mi lo podrían haber colgado o asesinado cruelmente. Al final, vista ahora, es una película para niños, que en ningún momento pretendió enganchar a los adultos.

No creo que sea ni cine para los miembros del Clan de los Orcos ni para los sub-intelectuales con GafaPasta, a menos que la vean por la tele, en casa y no haya nada mejor en ninguna otra cadena.


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