Marrón oscuro casi mierda


Uno de los aspectos más interesantes de las bitácoras es que con el paso del tiempo crean micro-comunidades, grupos de personas que sin tener un interés común reinciden en un lugar y aportan contenido a través de los comentarios. La bitácora sirve como punto de partida para conversaciones que van saltando de tema en tema y desviándose según los intereses de los lectores o de la persona que maneja la batuta. Distorsiones tiene una de esas micro-comunidades, un núcleo muy pequeño de gente que comenta regularmente e incluso se mandan mensajes unos a otros a través de los comentarios, se hacen preguntas, piden consejo y sin darse cuenta participan del juego que forma una comunidad. A veces cuando sucede me da miedo intervenir y escribir algo porque puedes estropear esa magia que es tan difícil de conseguir.

Las conversaciones a veces saltan de un medio a otro. Comienzan a través de un comentario y después siguen una ruta distinta. Ayer Waiting dejaba un comentario críptico en una de las anotaciones. Después intentó llamarme pero yo andaba liado en la oficina y no pudimos hablar.

Esta mañana hablamos y me desveló la noticia bomba. Allá por el año 2006, en una fatídica tarde de primavera fui al cine en España a ver una película del país. Ya sabéis que yo no discrimino y aunque el trailer o el título me de mala espina procuro tragarme esas malas vibraciones y voy al cine a ver cosas que el sentido común te dice que has de dejar de lado y después sucede lo que sucede. Uno de esos tragos de aceite de ricino fue la película Azul oscuro casi negro con la que me despaché a gusto en aquel entonces. Aunque ahora no se vea en los comentarios hubo una transferencia de descalificaciones bastante subida de tono con una intelectual a la que le gustó la película y que inmediatamente me odió por expresar mi opinión. La tipa llegó al extremo de dejar comentarios en la página del director y en otros sitios expresando su profunda frustración porque a mí no me gustaba y lo decía a mí manera. Desgraciadamente ella tenía tan poco cerebro que jamás fue capaz de comprender el título de esta bitácora, el cual os recuerdo que es, ha sido y será siempre Distorsiones. Yo acababa mi crítica sugiriendo un nuevo título para aquella historia, uno más directo y claro para ayudarnos a los espectadores a saber lo que debíamos esperar. Se trataba de Marrón oscuro casi mierda.

El tiempo ha pasado, el mundo ha seguido girando sin descanso y tres años más tarde se estrena la segunda película de este director y como su estreno no ha coincidido con ninguna de mis visitas al país es poco probable que hable de la misma (aunque al menos me ahorraré el borrar los comentarios en caso de no gustarme ??). Waiting fue al cine a ver esta nueva historia y en una escena se quedó muerta porque uno de los personajes decía la frase que yo había usado en el pasado: Marrón oscuro casi mierda. Salió del cine, entró en mi bitácora, buscó la anotación en la que ella sabía que debía estar y allí la encontró. Mis cuatro palabras, esas que había combinado para expresar mi opinión sobre una película habían sido usadas por el director en otra de sus historias.

Ahora sí que me queda pena no poder ver su nueva película. Igual hasta conseguía otra frase para que acompañe su próxima historia.


8 respuestas a “Marrón oscuro casi mierda”

  1. El director te han mandado un mensaje subliminal: quiere que sepas que acepta tu crítica y que ha procurado que esta nueva película no merezca tus feroces ataques. Deberías de darle una segunda oportunidad…

  2. Ja, ja, ja… menudo homenaje. Ahora que se habla tanto de azul klein, azul petróleo, etc…, decir marrón oscuro casi mierda va a ser lo más.

  3. que bueno! si señor! pena que si leyó el post no dejase algún comentario, el director de la peli, digo…

  4. Virtuditas, recuerdo que cuando sucedió todo aquello y la neurótica de Marbella desató su menopausia sobre ésta la mejor bitácora sin premios en castellano, visité la bitácora del director y él comentó que había leído mi anotación sobre su película.