Hay que ver como pasa el tiempo para vosotros, que yo estoy congelado y criogenizado. En estos días se cumplen nueve años de abono ilimitado al cine y en ese tiempo he ido a ver más de 1640, MIL SEISCIENTAS CUARENTA películas, una cantidad épica e increíble. En los años anteriores también procuraba ir al cine, pero nunca en cantidades como las actuales y seguramente por eso, la película que voy a comentar hoy pasó por la cartelera sin que la fuera a ver. Por suerte, al menos en Holanda la Disney está trayendo a las pantallas durante una semana viejos clásicos así fue como pude ver Monsters, Inc., la cual estuvo en la cartelera en España en febrero del año 2002 con el título de Monstruos, S.A..

Un grupo de julays curran asustando mocosos

Al final resulta que los monstruos existen en un mundo paralelo al nuestro o algo así y que usa como energía el miedo de los niños y por eso vemos los monstruos cuando nos vamos a dormir, es un sistema de recolección de energía. El monstruo más eficiente en este sistema es mejor amigo de otro que tiene un ojo único y ambos descubrirán que muchas de las cosas que les han contado son mentira y además se harán amigos de una niña repelente que posiblemente sea truscolana.

Esta es una película de Pixar y como ya tiene catorce añitos, pensé que la edad se notaría en la pantalla, en la calidad del producto pero no, en un reproductor digital de última generación, se ve gloriosa. Es una historia divertidísima y entretenida, de amistad, de amor, de cachondeo y en la que tanto los niños como los adultos nos vemos atrapados por una trama poderosa y muy bien escrita y un ritmo endiablado. La película es practicamente perfecta, se mueve a la velocidad justa, no te deja ni un momento para respirar y la definición de los personajes está muy bien hecha. Disfruté tanto o más que los enanos que había en la sala. El personaje de la niña es adorable, no hay manera de que no te caiga bien.

Imagino que cualquier miembro del Clan de los Orcos que se precie fue expuesto a esta película siendo pequeño, ya sea en cine o en la tele de su casa y que fueron capaces de disfrutar de la película tanto como lo hice yo. También es perfectamente válida para sub-intelectuales con GafaPasta que seguro que encuentran cosas que se nos escapan a los más vulgares de los mortales. Rozando la perfección y de obligatorio visionado.