No hay barba pa’ tanta gente


El sábado mi amigo el Turco vino por última vez a mi casa para nuestra habitual sesión de ciclismo y en esta ocasión sin barbacoa porque llovía por la tarde. Digo que es la última porque al día siguiente viajaba a Turquía para reencontrarse con su hija, a la que no veía en persona física desde que comenzó el Encierro en marzo. Se marchó por tres semanas y eso coincidía más o menos con el tiempo que tengo yo para finiquitarlo todo y pirarme a Gran Canaria por un mes, con lo que no nos íbamos a ver en un tiempo largo, aunque las circunstancias de la vida cambian con velocidad y como él lleva décadas diciéndome que tengo que ir a Bodrum y pasar unos días allí en la keli de verano de sus viejos, se tendrá que joder y la semana que viene me verá porque le he tomado literalmente la palabra y he comprado un billete para ir a ese lugar de la costa suroeste de Turquía, en parte porque ya no tengo la excusa de que no tengo días de vacaciones y en parte porque si me va a tener trabajando para él (y eso es una posibilidad), lo último que quiero es que me reproche que no fui a su boda con su ex y que no he ido a Bodrum, así que se tendrá que limitar a lo de la boda y ya le he jurado por las bragas más sucias de Mafalda que si se casa con la gringa, yo voy de monaguillo delante de ellos vestido del niño de los chicles Bazooooooka tirando pétalos de cactus en el suelo. Esta será mi primera experiencia post-corona-virus viajando en avión. Ya tengo una máscara de influenser preciosa para el avión, que las cutres esas celestes son como para chichones y chusma y gentuza de truscoluña, que no es nación. Me hubiera gustado conseguir una con un mensaje bonito, como CHU-PAMELA, pero no he tenido suerte, aunque me río igual pensando en la cara de alguna penca podemita que cree que lo de Venezuela no es una dictadura y la destrucción sistemática de un país y lo lee y se le reviran del disgusto los pelos del coño y se le enrizan todos.

Hicimos nuestro ciclismo, mi vecino cambió la cámara de una de las ruedas de su bicicleta de carreras prestada que se picó y que no sabíamos como hacerlo porque esas bicis tienen unas ruedas distintas, cenamos juntos y antes de que se marchara nos hicimos una foto juntos, o en realidad, mi barba se hizo una foto con él, que a mi barba le gusta hacerse fotos con todo el mundo. Esta es una serie de tres fotos porque la barba ha sufrido una drástica transformación, pero aquí la vemos en su momento de máxima expansión

En el instante en el que hice la foto la barba tenía al menos treinta y seis milímetros de longitud, era gigantesca y como una calefacción central bajo mi cara, que con la ola de calor me estaba asfixiando y ya no podía dormir boca abajo. La melena de tipo Camilo Séptimo también es tan grande que he tenido que poner carteles para los piojos porque si entran, seguro que se pierden en su interior. Genín el Ancestral seguro que vio la foto defectuosa sin el apropiado enfoque porque sé de buena tinta que se empapa mis historias del güazá


4 respuestas a “No hay barba pa’ tanta gente”

  1. Yo también me voy a pegar unas largas vacaciones porque lo de los ERTE es lo que tiene. Y en cuanto a la barba ahí hay suficiente material para que un buen barbero pueda trabajar. Espero que el cambio drástico que aventuras es ese, un buen perfilado que te haga todo un señor y no esa barba deshilachada que te hace parecer un náufrago o un indigente 😉

    Lo que me llama la atención es que no tienes canas, y si llevas veinte años en Holanda y te fuiste con ventipocos está claro que sobrepasas el horizonte de los cuarenta, y ahí estás, hecho un chaval. A ver si el síndrome de Peter Pan va a ser también físico además de mental …

  2. A mí el aspecto náufrago me mola mazo, pero con 30 grados es horrendo el tener esa calor tan grande debajo de la barbilla y no poder dormir bocabajo. Ustedes los viejos se creen que yo soy de su quinta, cuando todo el mundo sabe que Benjamin Button y yo tenemos la misma enfermedad solo que a mí me cogió a medio camino y tiró pa’trás.

  3. Yo tengo la barba así mas o menos, después del segundo corte en el nº4 de la máquina, pero debajo del labio inferior lo tengo todo blanco y cubierto totalmente, como casi todo el resto de la barba, menos dos sectores cada uno en un lado de la cara, en la parte de arriba que son medio rubios.
    Tu barba es especial, (O la mía) sin duda, yo duermo boca abajo sin problemas, tampoco me da calor, aunque eso a lo mejor es por el aire acondicionado, pero no, porque incluso cuando curro (Lo menos posible) en el jardín, tampoco me da calor, mucho mas lo siento en los huevos 🙂
    Salud