No matarás


Según llegué a Gran Canaria lo primero que hice fue mirar la cartelera de los tres multicines a los que suelo ir para ver qué películas españolas estaban disponibles y ese mismo día fui a ver la película que voy a comentar hoy, que ya dejo por aquí porque si tiene que esperar a que le toque el turno, esta no aparece en el blog antes de Navidades. Se trata de No matarás y seguro que está por todos lados en España.

Un julay asimplonado huele coño y se transforma en el primo-hermano subnormal de Torrente.

Un pavo acarajotado que se ha pasado años cuidando a algún pariente enfermo o algo así, según se le muere y su hermana le regala un billete para dar la vuelta al mundo, conoce a una pelandusca con pinta de jinameña y se le ponen los güevos tan azules que la falta de sangre en el cerebro lo asimplona tanto que lo vuelve retrasado, retrasado y a partir de ahí, todo va cuesta abajo.

Comenzar diciendo que yo no he visto nunca el trailer, no sabía que la película existía ni de lo que iba. La impresión inicial, en los primeros minutos, fue que en el cine se les fundió la lámpara del proyector porque en la pantalla no se veía nada pero no, resultó que el director de fotografía, o el de iluminación o la madre que parió a esos dos y al director, decidieron que esto tiene que ser obscuro, hasta tal punto que cerca del final hay una escena en un hospital y mientras él avanza por los pasillos, no se ve nada y eso quizás sea lo normal en truscoluña, donde se rodó la película, pero en el resto de España y de Europa, los hospitales están maravillosamente iluminados en su interior. Entre que no se ve nada, que la imagen no está enfocada, que es como si el director es tuerto, visco y cegato y él si es capaz de ver con detalle lo que graban y nadie le quiso decir nada o el que llevaba la cámara se le olvidó pulsar algún botón porque no le pagan lo suficiente y para cuando se dieron cuenta, ya era tarde. Así que tenemos, oscuridad, mal enfoque y después ya cuando nos movemos al guión, es una pollada que no veas, una estupidez que aburre y que me hizo mirar, en noventa minutos, la hora en mi telefonino más de cincuenta veces. El Mario Casas está peripatético, en lugar de actuar, daba la impresión muchas veces que estaba super-colgado, seguramente a pegamento del más barato que se compró en una tienda de todo a diez céntimos de leuro y no daba pie con bola. La sucesiva secuencia de eventos por los que pasa te hace reír por lo retardado que es y hay cosas, como una movidilla cerca del final que hasta yo, que normalmente no me preocupo en predecir el futuro porque nunca me hice el curso a distancia de Pitoniso, las veía y las predecía. Básicamente, me pareció una puta mierda del copón, una bazofia deleznable que habría que borrar pero que ya mismo de las nubes en las que la almacenan porque esas nubes pueden provocar lluvias radioactivas. Si esto es lo mejor que puede hacer el cine español, apaga y vámonos.

Cualquier miembro del Clan de los Orcos expuesto a esta mierda, destrozará la butaca del cine de puritita rabia. Esto puede provocar infartos cerebrales a los sub-intelectuales con GafaPasta que se expongan a la misma.


7 respuestas a “No matarás”

  1. Virtuditas / Genín, para que después se me acuse. Le han dado el POYA a Mario Casas por esta bazofia. Mi opinión quedó clarita como el agua. Ahora ustedes deberían buscarla en las internetes y sufrirla como la sufrí yo.

  2. Esto demuestra el nivelón que tienen últimamente estos premios… ten en cuenta que aún no tenía ninguno y llevaba muchas películas currándose los abdominales pa ná!

  3. Yo pensaba que el culo era el que tiene expresividad porque siempre encuentra la manera de enseñarlo. Las abdominales son más bien normalillas, aunque tiene mérito que se extiendan hasta la cara, que al final es un cacho de carne con ojos.

  4. Uf, tengo que reconocer que el chico tiene un culo de 10. Cierto. De Goya.
    Apunte: Yo nunca reconocería que en todo este tiempo de encierro te dan ganas a veces de hacer una escabechina sangrienta con los que compartes metros cuadrados.

  5. YO NUNCA compartiré metros cuadrados de mi keli. Hasta he meado todos los rincones que gracias a la National Geographic sé lo importante que es el definir los lindes de tu territorio