Con el cambio de escenario a España, aunque conseguí mi cuota de pelis para ver durante el año, he aprovechado que al llegar había varias pelis españolas, que todos sabemos que son un castigo divino en muchos casos y he ido al cine a verlas, en muchas ocasiones aterrorizado y considerando emborracharme a conciencia para superar el pánico cerval que producen estas cosas. En este caso creo que se trata de la tercera película, o al menos creo que es la tercera película, pero lo raro es que no me suena nadie y juraría que todos son personajes nuevos y la historia ya no tiene nada que ver con lo que nos contaban en las primeras dos pelis. En esta ocasión la película se titula Ocho apellidos marroquís aunque todos los que aparecen en el cartel tienen apellidos que no suenan para nada a los de esos.

Un julay super-encoñado de una frígida se baja al moro con esta y la madre que la parió.

Tenemos a un pavo que sigue siguiendo a su ex- como un perrito faldero y que cuando se entera, en el funeral del padre, que ella y la madre van a bajarse al moro, él lo ve como una oportunidad para recuperarla y se va con ellas. Allí las otras se enteran que el fallecido le hico un Vitorino a la vieja y tenía otra hija mora y cuando se la quieren llevar de vuelta a España, como no tiene papeles, el chamo se casa con ella para colarla en el país como esposa o algo así pero todo sale muy mal.

Esto es cine buenista y en el que los cristianos somos los malvados y los retorcidos y los marroquíes bellísimas personas que jamás han roto un plato y que jamás han robado un suspiro de otra persona. Toda la premisa de la película es falsa y no se sostiene y el pestazo a buenismo hizo que la parte cómica se fuera a tomar por culo, por no contar que se ríen de los hindúes que no veas con una escena de baile en la boda en plan Bollywood. No hay ninguna química entre los protagonistas y resulta imposible de creer que el pavo se enamore de la mora, que es hacia donde avanza la película. Tampoco resulta creíble la visión del norte de España que nos ponen en la peli en la que todos son racistas empedernidos que odian a los extranjeros. Supongo que cuentan con que los marroquíes acudan en masa a los cines a ver la peli, porque está hecha para espantar a los españoles.

Aquí coincidirán los miembros del Clan de los Orcos y los sub-intelectuales con GafaPasta que lo mejor es no acercarse a los cines que la tengan en la cartelera. Esperemos que no hagan más o que no las estrenen cuando yo visito España.