Ocho manzanas


Después de años intentándolo, los dos manzaneros que tengo en mi jardín por fin se decidieron a producir manzanas, que mira que me han hecho esperar. La floración y polinización sucedió justo cuando me fui a Asia y me la perdí y no pude controlar el proceso pero al volver y tras observar las plantas cuidadosamente, tenía como unas veinte candidatas a manzanas. En el camino se quedaron algunas, que por razones desconocidas murieron, otras no crecieron más allá del tamaño de una nuez y nueve manzanas se desarrollaron sin problemas. A una de ellas la coseché cuando fui a Gran Canaria en agosto y se la llevé a mi madre y las otras ocho quedaron creciendo sin disgustos en los dos manzaneros. Gracias a la ingente cantidad de moras que tengo en el jardín y a un par de manzaneros que los pájaros pueden acceder fácilmente en el barrio, mis manzanas lograron completar el ciclo sin sufrir ataques de los pájaros, algo que no sucedió el año pasado en el que un solo día se cargaron todas las manzanas que tenía. Por supuesto, estamos hablando del tipo Granny Smith, manzanas verdes, ya que particularmente nunca he sido un gran fan de las doradas o las rojas.

Como una conocida me confirmó que después de recoger la cosecha, ellas continuaban madurando, las puse a salvo y comenzó la segunda fase, aquella en la que envié un mensaje a todos mis conocidos holandeses pidiendo recetas de tarta de manzana holandesas. Hubo muchas respuestas decepcionantes pero al menos una de ellas traía un enlace a una tarta de manzana diferente y que se veía atractiva. La receta surgió del cabezón de una chama que participó en un concurso de tartas de manzana y lo ganó con algo completamente diferente al resto. Preparé mi lista de la compra y decidí que esta era una actividad perfecta para el sábado por la tarde. Ese día, me puse manos a la obra, seguí todos los pasos al milímetro y únicamente cambié que en la original usaban las manzanas doradas, pero no creo que el cambio haya tenido consecuencias dramáticas. La tarta se tenía que dejar enfriando una vez horneada y después en la nevera para que cogiera consistencia con lo que no fue hasta el domingo al mediodía cuando la corté para probarla:

Le corté un par de porciones para mis vecinos y se las llevé para que tuvieran algo decente con lo que merendar y al día siguiente me llevé a la oficina cuatro porciones más para regalar entre aquellos que me caen bien.

Todo el mundo coincide en que esta es una de esas recetas que destacan, una maravilla. Recuerda más a una tarta convencional que a las de manzana holandesas, normalmente muy secas y que cuando llegan al estómago absorben hasta la sangre que circula por tus venas. Tiene un intenso sabor a vainilla mezclado con manzana. Como no me han sobrado manzanas, habrá que esperar al año que viene para volver a cocinarla (a menos que compre manzanas y la vuelva a preparar) pero tengo claro que esta receta está en el libro de recetas secreto de la familia y no pienso ponerla por aquí porque todos sabemos como se las gastan algunas.

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17 respuestas a “Ocho manzanas”

  1. Pobre Virtu, ponle la receta hombre…
    Manzanero es el cantautor, tu lo que tienes son manzanos…jajaja 🙂
    Salud

  2. Sulaco, tu los puedes llamar como te salga del forro de las Termópilas, pero brother, los manzanos, en todo el territorio carpetóvetónico y el resto de la galaxia -excluido, por lo que dices Ecuador, que no tenia ni idea que produjeran una fruta que requiere horas frío para su funcionamiento, y en Truscoluña, que como todo el mundo sabe NO ES NACIÓN, lo llaman pomera, como en otras regiones que no son tampoco nación les dan nombres diversos y locales, en español se llaman manzanos, manzanero seria un bicho que se cría de manzanas, pero oye, yo solo quería ser «nice» y pensé que era un despiste producido por los años de vivir en Quesolandia, pero tranqui, tienes razón, sin acritud, llámalo como quieras no sea que alguien nos venga a prohibir el uso de nuestra querida «truscolán» jajaja 🙂
    Salud

  3. Se me olvidaba comentarte es que en Venezuela hay un cambur -platano de no freir- que se llama manzano, pero es lo que nosotros llamamos plátano, a lo mejor es el caso del Ecuador.

    Salud

  4. Lo de Academia canaria de la lengua, me ha llegado al alma, me imagino que cada provincia tendrá la suya, mis paisanos con el bable, con mas motivo todavía, como dijo el otro, maricón el ´ultimo…jajaja… 🙂
    Salud

  5. En el llutuve hay unos vídeos doblados al Canario de escenas del Señor de los Julandrillos que son épicos. Cada vez que los veo lloro de la risa. Palabras como piña para referirte a mazorca, millo por maíz, estar abollado, emboste, enñurgado, godo, guachinche, bochinche, jarto, írsete el baifo y un montón de cosas más y entre ellas, los manzaneros, que producen manzanas. Yo creo que jamás he oído manzano en una conversación con gente de las islas, solo en la tele cuando hablan los godos.

  6. …Los Godos y los Visigodos, también los Astures, castellanos, mozárabes, judios, celtas y cartagineses, romanos y fenicios, en fin to Cristo que ha pasado por esta piel de toro antes o despues, decimos manzanos en la península, menos los truscolanes y canarios… 🙂
    Salud

  7. En Canario, godo = peninsular. Dependiendo de la entonación puede ser despectivo. En este caso, es solo indicación de peninsular.

  8. jajaja Ya lo sabia, soy un experto en «canario», siempre he tenido muchos amigos de las islas, sobre todo cuando vivía en Venezuela, y mejorando lo presente, son gente cojonuda… 🙂
    Para hacer despectivo lo de godo, solian decir, «godo de mierda»…jajajaja
    Salud

  9. Darliz, tu también formas parte del grupo de los godos que se equivocan y hablan de manzanos cuando deberían decir manzaneros como nosotros los africanos y los ecuatorianos.

  10. Con tal de meterle emoción a vuestra vida cuando yo no ando por aquí, sois capaces de discutir hasta del árbol de las manzanas 😛 Ah! y sulaco, sea como sea la tarta, no iguala a la empanada de mi madre de manzana NI-DE-COÑA. Me está entrando hambre…. y ganas de llamar a mi madre….

  11. Yo seré goda, pero tengo una pinta de mora que no puedo con ella, qué se le va a hacer, los genes de Al Andalus atacan de nuevo y eso que tengo antepasados gallegos, pero no se me nota nada.

  12. Virtuditas, eso, llámala y comparte la receta dentro de NUEVE años como hiciste con esa otra que todos sabemos y que yo hice ayer y me quedó del copón. Cambié los pimientos de piquillo por tomates secados al sol y estaba del quince.