Otra vez por aquel camino


Hace dos o tres semanas le comentaba a un jefillo de mi empresa que uno de sus empleados, un viejillo como muy autista que siempre va a lo suyo y que no parece tener vida social alguna, estaba ya con un pie metido en el ataúd y necesitaba que alguien lo llevara urgentemente a un hospital para que lo conecten a una máquina de oxígeno porque el colega, gracias a sus décadas fumando como un carretero, estaba básicamente asfixiado. El hombre, al parecer, no tiene aficiones de ningún tipo, no trata con nadie y lo único relevante en su vida es el trabajo, así que durante años hasta se ha negado a irse de vacaciones y prefiere tener cientos de días acumulados para Dios sabe qué y solo en los últimos tres años la empresa le ha impedido hacerlo y lo ha obligado a tomarse los obligatorios veintitrés días de vacaciones anuales. Después de un par de espectáculos fascinantes en los que el hombre se asfixiaba sentado en su puesto, era incapaz de respirar y hacia unos sonidos mucho más terroríficos que los que puedes escuchar en cualquier peli de terror actual, su jefe le prohibió volver a la oficina y le dijo que debía ir al médico. El colega desapareció una semana y aprovechando el día que sabía que su jefe no trabajaba, volvió tan podrido como antes y nos regaló otro festival de asfixia. Ese día, sin exagerar, los ciento sesenta metros que separan su puesto de trabajo de la parada de la guagua le tomaron como cuarenta minutos andando más media hora respirando con una crisis respiratoria épica que asustó al resto de sus colegas. Se le volvió a prohibir expresamente venir a la empresa y se le comunicó que tras las tres semanas de rigor, la compañía le enviaría el médico que contrata para que confirme la situación del paso a no-activo. Se le dijo además que dos veces por semana, los martes y los jueves, debía llamar para informar a su jefe de su estado.

Esta semana entramos en la tercera semana, la clave para mandar al médico de la empresa, los de Recursos inHumanos ya estaban moviendo sus hilos y el martes no llamó. Su jefe habló con Recursos inHumanos, que tienen una base de datos super-privada y confidencial con información de contacto a las familias, ya que todos recordamos lo que pasó en noviembre del año 2016 y que yo relaté en el mejor blog sin premios en castellano en la anotación Definitivamente mañana será otro día y como no tenía ningún contacto en ese sistema y no respondía, la empresa informó a la policía. Estos fueron a su casa y se lo encontraron muerto. A las tres de la tarde, repetimos la pesadilla, aunque esta sí que estaba anunciada, al menos yo y unos pocos la vimos venir, pero si el afectado se niega a ver a un médico porque les tiene un pánico cerval, hay poco que podamos hacer. Mi jefa lo estuvo intentando convencer la última vez que pasó por aquí sin éxito. La policía aún no ha informado de la causa de la muerte, que imagino que aparecerá en la autopsia, pero supongo que será que acabó asfixiado, que tiene que ser una muerte horrenda.

Esta mañana, a las diez, nos juntábamos todos los empleados en el salón de eventos para recordar al colega, en una de esas ceremonias en las que todo el mundo se siente incómodo. En todos los años en los que estuvimos en el viejo edificio, aquel que decían que ya no estaba bien, no murió nadie y en los casi cuatro años que llevamos en el nuevo, con la oficina abierta, los espacios diáfanos y todo lo demás, ya han caído dos. En fin, que otra vez, lo mejor es esperar a que llegue la noche y que mañana sea otro día.


2 respuestas a “Otra vez por aquel camino”

  1. Pobre viejo, coño, pero si tenia pánico a los médicos deberían de haberlo remitido a un sicólogo para que le tratara ese miedo ¿No?
    Yo le tengo terror a morir asfixiado… 🙁
    Salud

  2. Pues depende de la causa que provoque la asfixia no es mala muerte, la del señor este no es buena, por ejemplo, pero si es por humo o incluso en el agua, en la primera te duermes y en la segunda es muy rápido…. hay formas de espicharla muchísimo peores.
    Y bueno, aunque en vida no tuviera muchas amistades, toda la empresa le recordó al menos un rato y en el mejor blog sin premios en castellano siempre quedará constancia de su existencia… si estuviese en la peli de Coco tendría recuerdo asegurado largo tiempo…DEP