Otro épico aterrizaje en Gran Canaria


La semana pasada en Un salto más en avión desde Eindhoven vimos el despegue en Eindhoven y una vista aérea de Lisboa y hoy tenemos la continuación con el aterrizaje, que debería haber sido la mitad de la historia pero por culpa del virus pandémico podemita y truscolano, se redujo la capacidad del avión de vuelta y me quedé sin ventana. Yo me había sentado a propósito en el lado izquierdo del avión, que todos los pasajeros piensan que es el más cutre porque al llegar a la isla se ve todo por la derecha, pero uno sabe que el avión se pasa de largo el aeropuerto, avanza veinte kilómetros al sur, después hace un giro de ciento ochenta grados y son los pasajeros del lado izquierdo los que tienen una épica y fabulosa vista de Gran Canaria, mucho más cercana y además, aterrizando. La música que he elegido para esta toma es la maravillosa canción Like a Prayer de Madonna, de la época en la que era la número uno del universo y no parecía una mamarracha como ahora, que cada vez que veo una foto de ella con su novio dos siglos más joven que ella, lo flipo porque a base de operaciones la han deformado tanto que se ha quedado como un cruce entre caniche, Marujita Díaz en sus años finales y Sara Montiel también en su final. El vídeo comienza cuando el avión gira para acercarse a la costa y allá a lo lejos se ve lo que parece una playa, pero no lo es, son las dunas de Maspalomas, que de lo grandes que son se ven desde esa distancia, que deben ser unos quince kilómetros o quizás algo más. Cuando llegamos al minuto y medio y comenzamos a girar es cuando mejor y más cerca se pueden ver las dunas de Maspalomas. Después, inmediatamente, tenemos a nuestros pies Vecindario, capital de Mordor y en donde las hembras son como hipopótamos vestidos con lycras, que es la tele oficial de ese villorrio porque no hay materiales que puedan sujetar esas cantidades ingentes de grasa. Al fondo tenemos las montañas del centro de la isla. Vamos descendiendo pasando Vecindario, Ingenio y finalmente tocamos tierra en el aeropuerto de Gran Canaria, al que los neerlandeses siguen llamando el aeropuerto de Las Palmas. Aunque está todo muy despejado, en los segundos finales antes del aterrizaje se puede ver a lo lejos la legendaria panza de burro que cubre la ciudad de las Palmas de Gran Canaria y que la protege del sol veraniego, algo único y que se agradece mucho por allí. Por lo dicho anteriormente, este es el último vídeo del viaje, aunque igual me animo y hago uno con todos los helados, que fueron muchísimos, creo que me faltaron dos días para probar todos los sabores pero los que se quedaron fuera, no estaban entre los que más me gustan.


Una respuesta a “Otro épico aterrizaje en Gran Canaria”

  1. ¡Genial y maravilloso video!
    Una humilde sugerencia:
    ¿Qué tal si haces una entrada con las dos mitades del video unidas?
    Yo creo que quedaría genial para la posteridad, como el documento único y real de un viaje épico y legendario, como diría el otro… 🙂
    Salud