La semana pasada veíamos la Ágora romana de Atenas y hoy llegamos a la primera, la Ágora de Atenas, una amplia zona de ruinas en la que lo que más destaca es el Hefestión de Atenas, que es el templo que se ve en la foto y al que nos acercaremos para verlo con más detalle. Estas ruinas se pueden visitar con la entrada combinada con la Acrópolis y la zona está delimitada por la línea de metro que pasa por allí. Otro de los edificios que veremos en alguna foto es la Estoa de Átalo.
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El Akitsushima, el Okikawa Maru y el Lusong Gun boat
El relato comenzó en El salto a Dubai que comienza las vacaciones
Mi tercer y último día de buceo en pecios comenzó como los anteriores, tempranito, pero una familia gigantesca de filipinos que se están quedando en la pensión se me adelantaron en la terraza para que les hicieran el desayuno y tuve que esperar. En realidad hicieron trampa, ya que mandan a los abuelos a pedirlo y ellos suben a las siete de la mañana cuando todo está en la mesa. El desayuno lo elegimos cada día por la tarde y lo único que tienen que saber en La Cocina es el número de tu habitación y te lo hacen sobre la marcha. En mi caso, hoy, era tocilog, trozos de carne de cerdo marinada y supongo que hervida o frita con arroz y huevo frito y que está del copón.
Sobre las ocho bajé al club de buceo y resultó que hoy éramos cuatro, tres judíos y yo, todos con el título de avanzado. Como el hebreo suena igual que el árabe y estos tenían pintas de moro, hasta que no me confirmaron la nacionalidad no supe si eran terroristas-musulmanes-de mielda. Tardamos más o menos una hora y media en llegar al primer pecio, el espectacular Akitsushima, Este era un barco de ciento dieciocho metros de eslora que tenía una grúa enorme y cargaba un hidroavión y con la grúa lo subían y bajaban al agua. El barco está recostado del lado de estribor. La inmersión era bastante profunda, a treinta y tres metros de profundidad máxima y solo estuvimos treinta y cinco minutos. En el fondo se puede ver perfectamente la grúa, grandísima y también los cañones y el armamento antiaéreo. Vimos incluso un proyectil que nunca llegaron a lanzar. Entramos en la bodega para ver los motores, un flipe de que te cagas. Había un montón de corriente y bajamos con una línea que ya atienen fija allí y subimos de la misma manera, haciendo una parada adicional y de seguridad extra de dos minutos a doce metros, más la habitual de tres miutos a cinco metros. Vimos barracudas y otros pescados. Los judíos estaban desarretados, haciéndose fotos y flipando con todo.
Después nos desplazamos a la zona del segundo pecio, que está cerquita y que no es otro que el Okikawa Maru, una especie de petrolero japonés, de ciento sesenta y ocho mentors de largo, el pecio más grande, más ancho y con más volumen de todos los que hay en Coron. La inmersión duró treinta y nueve minutos y bajamos a veinticinco metros como máximo. En realidad podríamos haber estado diez minutos más pero había poquísima visibilidad y corrientes muy fuertes y por eso el maestro de buceo jedai se acojonó por si se le perdía un judío, que esos por menos que nada te montan una guerra y se separaban con mucha frecuencia. Aún así, entramos por un agujero directamente a la sala de máquinas, después pasamos como por un pasillo interior y llegamos a las celdas del barco, en donde aun queda un hueso de un julay truscolán que habían capturado o quizás un nipón. Después vimos el esqueleto de una tortuga que murió dentro del barco y bajamos hasta la prendida máxima por una cámara en la que no hay luz alguna, salvo la de nuestras linternas. Desde esa cámara pasamos a otras tres, todo enorme y más o menos cuando llegamos a la mitad del pecio ya comenzamos a regresar por el puente, avanzando por pasillos y demás. Usamos el interior del barco para evitar la corriente en la medida de lo posible y a la salida vimos peces León, langostas y otros de los que ni me acuerdo del nombre. Subimos agarraditos, agarraditos a la línea porque si la corriente te pilla, es probable que aparezcas a un par de kilómetros de allí. Fue alucinante. También había una cantidad ingente de corales. También vimos en su interior restos de petróleo, que sigue en la parte superior de los tanques, especito. Cuando bombardearon el barco, iba petado de combustible y era muy robusto. Estuvo más de dos semanas ardiendo hasta que finalmente se hundió.
Al salir almorzamos y en paralelo nos llevaron a la zona del tercer pecio y arrecife. Era el Lusong Gun Boat y en este, aquellos que realmente, realmente me leen y recuerdan saben que ya estuve allí en una excursión de gafas y tubo y creo que hay hasta vídeos en éste el mejor blog sin premios en castellano. Este pecio está por uno de los lados casi en la superficie, pegadito a un islote. La inmersión era por el arrecife a su alrededor y el pecio. Este pequeño barco era también un anti-submarino y el nombre que le han dado es por la isla de Lusong, ya que creo que no saben cual era su nombre auténtico. Estuvimos cincuenta minutos y la profundidad máxima fue de diecisiete metros. Hay unos corales preciosos y una vida animal inacabable. Vimos un pez cocodrilo enorme, pequeños caballitos de mar, bancos de peces de todo tipo y entramos en lo que queda del pecio, ya que al estar tan cerca de la superficie la marea lo tiene muy tocado. En ninguno de los tres pecios nos cruzamos con otros grupos con lo que buceamos en la intimidad. Siempre llegaban cuando nosotros ya nos íbamos. Vimos también un pez Escorpión enorme, no veas lo bien que se camuflan los joputas.
Después regresamos a puerto y con esto se cierra mi capítulo de buceo en las Filipinas en el 2017. Me despedí de las chicas del Fun & Sun y me acerqué a uno de los innumerables puntos en los que te puedes apuntar para las excursiones de saltar islas y me inscribí para una que combina lo mejor de los dos primeros tours que hice el año pasado. Por la noche regresé al Lolo Nonoy Food Station que es como mi casa y me pedí dos platos, uno con EMBOTIDO, que seguro que os podéis imaginar lo que era y el otro con rollitos fritos al estilo filipino, aunque los que yo hago me quedan más ricos.
Haciendo inventario de buceo, en estas vacaciones hice ocho inmersiones en Malapascua, divididas en dos para ver el tiburón azotador, dos nocturnas, una de pecio y tres de arrecife y corales. en el Nido hice seis de arrecifes y corales y en Coron he hecho nueve, con siete de pecios, una de arrecife y una en el lago Barracuda saltando como en la luna y con agua a treinta y nueve grados.
Las fotos y el vídeo de lo que sucedió este día están en Buceando en otros tres pecios japoneses en Coron. El relato continúa en Siete Pecados y el drama de los chalecos salvavidas
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La semana pasada en Distorsiones
Sigo aclimatándome tras regresar, combinando un resfriado que pillé en el último hotel con el desajuste horario. Por suerte el blog está en piloto automático con todo lo que dejé escrito y durante la semana teníamos Otro triplete de buceo en el Nido, seguimos con Entalula, la isla Serpiente, la Catedral y la preciosa playa de Ipil, el viaje continuó Desde el Nido a Coron y lo que vino a continuación fue épico y legendario comenzando en El pecio del Kogyo Maru, el del Teru Kaze Maru y un arrecife y El día que entré a los pecios Olympia y Morazan Maru y caminé como en la luna en el lago Barracuda. A propósito, con la ansiedad del regreso ya me he organizado un fin de semana largo en Málaga a finales de junio, por aquello de visitar a mi amigo Sergio y ya tengo el billete para la semana de vacaciones en Gran Canaria en agosto. Esta semana me jugaré el pellejo obligado por mi empresa que me manda a Londres a la reunión aburridísima anual. No tengo previsto cruzar puentes o salir a la calle.
Continuamos viendo fotos de la ciudad de Atenas y la semana pasada pasamos por Delante del pórtico de las Cariátides, después visitamos La torre de los Vientos y por supuesto que metimos la nariz dentro para noveleriar y ver la Cúpula de la torre de los Vientos vista desde dentro y en el mismo lugar vimos la Puerta de Atenea Arquegetis
Tras regresar de las vacaciones he ido a ver seis películas al Cine, aunuqe planeé ocho pero el clima también es muy bueno y sabiendo que van a ser tostones no ayuda mucho. Por aquí comenté Rey Arturo: La leyenda de Excálibur – King Arthur: Legend of the Sword, que resultó bastante sosa, la cosa empeoró un poco con la sosa El círculo – The Circle, seguimos en el mundillo de las pelis que están bien pero que olvidamos enseguida con Alien: Covenant y acabamos con una exclusiva mundial y universal ya que casualmente, Science Fiction Volume One: The Osiris Child solo se ha estrenado en las Filipinas y yo he sido uno de los afortunados que YA LA HA VISTO.
Me lo voy a tomar con calma así que igual no está todo lo que salió de la cocina:
Y así transcurrieron las tres semanas que he pasado en las Filipinas.
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Science Fiction Volume One: The Osiris Child
De siempre se dijo y se repitió que aquí, en el mejor blog sin premios en castellano hay cosas únicas y exclusivas. Frente al copiar+pegar que predomina entre los mediocres que ganan premios, la política en este lugar es la de descubrir el universo escribiendo y haciendo lo que me plazca. En mis vacaciones en las islas Filipinas que acaban de terminar fui tres veces al cine y una de las películas era una de la que nunca jamás había oído hablar y que resultó que se ha estrenado en exclusiva absoluta y completa en todo el universo en aquel país y es más que probable que éste sea no solo el mejor blog sin premios en castellano sino además, el único blog en castellano que habla de la película Science Fiction Volume One: The Osiris Child, la cual en las Filipinas se estrenó como Osiris: The Last Fighter y que en España se dijo que se estrenaría, si es que llega a los cines, como truscoluña no es nación.
Dos julays las pasan putas y canutas tratando de rescatar a la hija de uno de ellos
En un futuro muy lejano los ciudadanos de la Tierra se han distribuido por esos mundos de algún Dios. En un planeta perdido, algo sucede en el mismo y la gente es asesinada por unas bestias de origen truscolán malvadas y pro-independistas. Un soldado baja al planeta para salvar a su hija y se alía con un ex-enfermero que acabó preso después de matar al joputa que atropelló y mató a su hembra y a su hija.
Esto es ciencia ficción de ultra-hiper-mega-bajo presupuesto. La cosa es que la historia es simple y entretenida y ni los efectos especiales de pobres logran arruinar la diversión. La historia consigue engancharnos, tiene los suficientes elementos para que captemos los conceptos con rapidez y no se pierden en extrañas y complejas tramas. Tenemos dos chamos protagonistas, el piloto militar y el chamo que se encuentra en el planeta y que resulta ser Kellan Lutz, chamo que tuvo sus tres segundos de gloria, quizás cuatro, cuando hacía del hermano rubio y bruto de EDU en la Saga Crepúsculo. Desde entonces, se le han hinchado los músculos por todo el cuerpo mucho más pero eso parece que no ha afectado a su incapacidad para actuar. En ese área el chamo sigue siendo virgen total. Pese a ello, esta es una historia que no requería de sus dotes interpretativas y aquí es que te lo pasas bien. La fuga de la prisión es una escena brutalmente interesante. La película se rodó en Australia y tiene algunos escenarios fantásticos y tenebrosos.
Particularmente creo que esto es más material de ver en casa que en un cine pero en ambos casos, un puñado de miembros del Clan de los Orcos se lo pueden pasar pipa viéndola y aullando como chiflados. NO es para nada el tipo de cine que uno espera que atiendan los sub-intelectuales con GafaPasta.