Cuando finalmente entramos en la pagoda del Emperador de Jade pasamos por diferentes salas con tallas de madera y cosillas similares. La penúltima de las salas es donde está el Altar de la madre de los cinco Budas, que es la que vemos en la foto de hoy. Lo mejor de la foto es la confianza que tienen en la gente a la hora de no afanar las donaciones, para las cuales se ha rectificado una caja fuerte que aparece en el suelo a la derecha delante del altar y que tiene una abertura por arriba para meter el dinero y que ningún truscolano de-mielda se lo lleve, que esa gentuza está por todo el mundo. Por detrás de la sala (se ven las puertas a ambos lados del altar) está la sala de los diez infiernos, nueve de ellos supuestamente truscolanos.
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La semana pasada en Distorsiones
No hace falta negar que soy un ser ínfimamente superior y si no, a Otra prueba de mi perseverancia me remito. Como lo de ser parcial se aprende rápido y no hace falta ser rubio con cara de mongólico y presidente de un país de acarajotaos, yo divido el mundo entre la chusma y la gentuza y aquellos que hemos disfrutado del La La La La La Laaaaaa
Ni yo me creía la suerte tan grande que tuve cuando me tropecé con un cartel que nos da La solución a los dolores de cabeza: aprende a pajear y siguiendo con las cosas raras vimos unas Manipuladoras de elementos que quitan el sentío. La tercera ronda de boberías de la semana llegó Con dos cojones bien puestos.
La serie sobre Saigón continuó con el Ayuntamiento de la ciudad Ho Chi Minh y nos asomamos para ver el Interior de la basílica de Notre-Dame de Saigón y de allí seguimos para ver el Banco de Saigón para la industria y el comercio y vimos El patio delante de la pagoda del Emperador de Jade y acabamos la semana con la Fachada de la pagoda del Emperador de Jade.
Fui a ver cuatro películas al Cine y comenté cuatro. Cuatripití con La ciudad de las estrellas – La La Land y por la bitácora comenté la fantástica Múltiple – Split y después la cosa empeoró con la aburrida En el bosque – Into the Forest, fue a peor con Sleepless y descendió a los niveles de basura con Resident Evil: Capítulo final – Resident Evil: The Final Chapter
De mi cocina no salió tanta comida porque pasé el fin de semana en Málaga:
Y así transcurrió la semana.
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Resident Evil: Capítulo final – Resident Evil: The Final Chapter
Hoy llegamos a la sexta y supuestamente última película de una saga que yo creía haber visto al completo pero ahora tengo mis dudas y creo que me salté el capítulo anterior al que voy a comentar o al menos eso demuestra el archivo del mejor blog sin premios en castellano, lugar en el que encuentro la segunda, tercera y cuarta películas, que fueron respectivamente Resident Evil: Apocalypse, Resident Evil: Extinction – Resident Evil: Extinción, Resident Evil: Ultratumba – Resident Evil: Afterlife y por supuesto, la primera existió antes que la bitácora y por eso no está por aquí. En cualquier caso y pese a mi despiste, eso no me detuvo y el jueves fui a ver Resident Evil: The Final Chapter, la cual se estrena en España la semana que viene con el título de Resident Evil: Capítulo final.
La julay de toda la vida está ya muy mayor para tanto trote
La pava esa rara de las películas anteriores está como emputada que no veas y habla con la chama roja del ordenador y decide visitar The Hive, el antro ese en el que al parecer comenzó todo y en donde tiene que acabar todo ya que solo quedan mil y pico seres humanos en el universo conocido. En el camino se junta con un montón de gentuza jinameña y de Mordor, capital Vecindario y para cuando llega a la ciudad se encuentra con un montón de viejos amigos, se asegura de que los maten y después todos juntos se meten en la keli subterránea y las pasan super-putas. O algo así.
La semana que viene pondré mi denuncia en el tribunal Penal de la Haya contra el joputa que dirigió la película y se emperró en meterle el TresDé. En las escenas de acción con planos de milésimas de segundo en los que además la cámara se mueve a velocidades cercanas a la de la luz no vemos nada, solo objetos borrosos e indefinidos. Esa fue toda mi impresión de las escenas de acción, que estaban muy mal hechas y lo taparon en el montaje. La Milla Jovovich está ya muy quemada y la pobre es que no puede correr como lo hacía antes. El guión aquí es lo de menos ya que esto viene de un juego de ordenador y nunca han perdido ese espíritu de no saber ni lo que nos están narrando. Tenemos a un montón de personajes secundarios prescindibles que mueren de cuando en cuando para darnos unas grandes alegrías y la clásica escena absurda final en la que todos se pasan de vuelta un montón. Lo que no me quedó claro para nada es que este sea el episodio final, tienen un final de esos abiertos que permiten hacer treinta y tres o treinta y cuatro películas más a poco que haya algo de voluntad.
En fin, cine de acción, de cotufas y de dejarse el cerebro en casa, perfecto para los miembros del Clan de los Orcos y prohibido para los sub-intelectuales con GafaPasta. Final prescindible e innecesario de una saga demasiado larga.
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Sleepless
Últimamente, la peli sorpresa de la semana que voy a ver los martes es como el lado envenenado de la caja de bombones del Forrest Gump. Nos están metiendo unos tollos que no veas, semana tras semana parece que hacen una elección consciente para encontrar de lo malo lo más birrioso y eso es lo que nos ofrecen a los que nos arriesgamos sin saber muy bien lo que vamos a ver. Esta semana le tocó el turno a una cosa titulada Sleepless que al parecer es un remake americano de una peli francesa y que yo sepa, no tiene fecha de estreno en España.
Un julay negro picoleto corrupto las pasa putas y canutas
Un poli negro corrupto roba veintipico kilos de coca y resulta que son del dueño de un casino que sobre la marcha le secuestra al hijo. El negro tratará de devolver la droga para rescatar a su hijo mientras los de anti-corrupción lo persiguen con saña, el comprador de la droga se rebota todo y amenaza al del casino y allí no hay santo sin altar.
El título de la película nunca lo llegué a entender y supongo que se refiere a que la acción transcurre en un único día y noche y salvo por un par de escenas en la calle, es mayormente dentro de un casino en las Vegas, pero allí nadie tiene insomnio. Lo que sí que nos queda claro desde el principio viendo esta película es que a la hora de juzgar a los negros hay tres grupos. Están los malos, los malísimos y los peores, es que viendo la peli se concluye que no hay absolutamente nada positivo entre la gente de raza negra. Son malos, corruptos, rastreros, cabrones y todo lo demás. Por eso la poli gringa, ante la duda, manta de tiros y ya nos disculparemos luego. En ningún momento llegas a tomarle aprecio a ningún protagonista, son todos chusma de tal calibre que te la trae al fresco si los matan o son ellos los que matan. El principal poli corrupto está interpretado por Jamie Foxx y en lo que a mi respecta, lo podrían haber tiroteado desde el principio. El único personaje que parece no ser [aún] una mala persona es el chaval que interpreta a su hijo, al que raptan y que es como medio acarajotado, pero claro, es negro, así que la duda, la duda existe y si yo hubiese sido uno de los picoletos en la película, también le disparo y cuando esté frío como un café con hielo me disculpo. Esto apesta demasiado a telefilm o a una de esas series de Telajinco que tienen episodios que duran como un día y medio. No me dormí en los noventa y cinco minutos que dura pero sí que miré cosillas en el móvil en varias ocasiones esperando que la cosa se animara algo.
Es una peli aburrida pese a toda la violencia que hay en la misma y aunque podría gustar a los miembros del Clan de los Orcos, no sé por qué me da que les aburrirá tanto como a mi. Por supuesto, sub-intelectuales con GafaPasta sí que deberían alejarse de los cines en los que la pongan.