Distorsiones

Casi todos asocian el cine de animación con las películas para niños. Puede que tengan mensajes subliminales o segundas intenciones para enganchar la atención de los padres pero están pensadas para que la audiencia mayoritaria sean individuos que aún no han desarrollado plenamente su mala leche. Hay poquísimas excepciones a esto y la peli de hoy es una de ellas. La vi hace más de un mes y ha estado esperando que llegara su estreno en España para aparecer por aquí. Se trata de Sausage Party y se estrena la semana que viene en España con el título de La fiesta de las salchichas.

Unos julays aprenden las verdades de la vida por el caminito de la amargura

En un supermercado, los productos esperan ilusionados que alguien los meta en su carro de la compra y se los lleve pensando que de allí van al paraíso y cuando descubren que en realidad se los comen, un grupo decide hacer algo al respecto y tratar de sobrevivir en esa jungla en la que les ha tocado vivir o algo parecido.

En nuestra vida corriente, todos tenemos al menos dos personajes que ejecutamos con maestría. Está la persona que mostramos al resto y que podemos denominar formal, la que habla bien, la que tiene educación y puede mostrar interés por cosas que no tienen nada que ver contigo y después está la otra, la persona real, la que solo enseñas a amigos y gente en tu círculo de confianza, la que se tira los peos, dice barbaridades y es capaz de cualquier cosa que se le antoje. Esta película viene a ser un alegato a ese segundo grupo, con bromas zafias, diálogos rastreros, verduleros y vivaces y un continuo flujo de bromas de muy mal gusto y expresiones de un gusto aún peor. Si eres capaz de digerir este tipo de situaciones o si vives en ellas perennemente, como yo, la película es un soplo de aire fresco en un cine que peca por ser muy formal. Es difícil equipararla a otras, pero digamos que es como una peli de Torrente y ese es el público al que aspiran. En muchos momentos lo consigues y te partes la polla de risa con lo que dicen y la forma en que lo hacen. El problema es que la idea se agota demasiado pronto y no da para estirarla durante hora y media. Tuvieron que rellenar a base de bien con cosas que no hacen gracia pero que copan minutos. En la versión doblada supongo que se perderán las reconocidas voces originales. El objetivo era que nos echemos unas carcajadas y lo consiguen, nos reímos, pero esos silencios entre las mismas le quitan mucho ritmo.

Es cine pensado por y para los miembros del Clan de los Orcos. Pueden gritar y aullar en el cine acompañados de la manada y hasta con sus hembras. El nivel requerido es el suyo, bajo tirando a muy bajo o quizás incluso bajísimo. Otra película que puede matar instantáneamente a cualquier sub-intelectual con GafaPasta que se le ocurra ir a verla.

Igual que hay cine para pavas, películas diseñadas para que vayan en manadas al cine y se dejen las uñas cuando todas al unísono comienzan a gemir y zambombearse ciertas partes emocionadas hasta las lágrimas, hay cine para cipotes, películas en las que la presencia de hembras es únicamente admitida porque las obliga su macho o porque son bolleras que no veas con clítores mega-desarrollado y les mola un montón ver un despliegue de testosterona. La última de esas películas que fui a ver se titula Mechanic: Resurrection, la vi hace más de un mes y ha estado en mi despensa ya que se estrena la semana que viene en España con el mismo título, dado que estas cosas no necesitan ni traducción.

Un julay peor que un tumor maligno arrambla con todo lo que le echan

Vale la pena comenzar diciendo que esta es la continuación de The Mechanic y tenemos al julay de aquella peli ahora retirado y que regresa al oficio de matar cuando raptan a la pava que se la pone morcillona y le obligan a hacer una serie de asesinatos espectaculares en un rato o poco más. El chamo se emputa que no veas y hace contra-planes para acabar con todos los malos y hasta con los peores y recorrerá el universo saltando de país en país y sembrando muerte y prostitución por allí por donde pasa.

Lo único que me puede convencer que esto no es un refrito hecho con escenas que descartaron de películas anteriores es que a Jason Statham se le ve más viejo. La película tiene un guión tan estúpido que ofende, no da pie con bola, el chamo salta de continente en continente en quince minutos, hace lo que le sale de la punta del nabo y siempre los malos son como tontos del culo, las fuerzas del orden son ineptas y él es el puto amo. El guión es una mierda, el director no debe saber ni como mear dentro del retrete porque no hay coherencia alguna y los actores estaban allí para cobrar el cheque e irse de putas por varios países. Jason Statham da lástima haciendo de caricatura de sí mismo, Tommy Lee Jones da directamente asco y repulsión y deberían denunciarlo y conseguir una orden para que no se le permite acercarse a menos de cien kilómetros de cualquier estudio de rodaje y Jessica Alba cobra por poner caras de que puede chupar pollas independientemente de la previsión meteorológica y poco más. Esto es un desastre de pé a pá. Las escenas de acción daban grima por lo falsas y estúpidas que eran. Lo de escaparse de una cárcel tailandesa en una isla rodeada por tiburones hambrientos y asesinos fue lo más cutre que he visto en una gran parte de mi vida. En fin, una puta mierda del copón, sintetizando el concepto en una única frase.

Para descerebrados como los miembros del Clan de los Orcos igual es un clásico pero lo dudo, incluso ellos tienen límites que en este caso se superan holgadamente. Puede provocar la muerte instantánea a cualquier sub-intelectual con GafaPasta expuesto a esto. Repito, una puta mierda del copón.

En el cine actual, cuando un chamo se convierte en objeto de pezones duros y las hembras van al cine por ver su careto y gemir en grupo pensando que las monta como mulas en celo, ese actor acaba embarcándose en un montón de proyectos que solo son para cobrar y meter en su cuenta bancaria. Hay un montón de esos actores y el último que ha entrado en este selecto club es Jamie Dornan que gracias a las 50 zorras de Grei atrae hembras al cine igual que una mierda atrae moscas. Ahora y para defenderme, cuando la película la ponen en el estreno sorpresa de la semana, ese al que yo procuro ir siempre, pues resulta que en los primeros minutos se vacía media sala con todos los chamos que se van ofendidos y yo que tengo que juntar cuatro películas cada semana para hablar sobre ellas, me quedo y aguanto el chaparrón y así fue como fui a ver The 9th Life of Louis Drax que no tiene fecha de estreno en España, aunque voy a ejercer de pitonisa Lola y aventurar que se estrenará una semana antes o después de la continuación de la famosa trilogía de los gemidos. Su título en español es obviamente el de truscoluña no es nación.

Un julay en coma hace que su médico se folle a su madre y se aparezcan espíritus de Raticulín o algo así

En una salida familiar, un niño se cae por un precipicio y su padre desaparece. La madre lo acusa de intentar matar a su hijo que acaba en coma en el hospital después de haber estado muerto dos horas. El médico que lo trata se encoña de la madre, que tiene el gen truscolán muy desarrollado y se le nota más mala que a la Daiana de uVe y la poli investigará lo que sucedió aunque en este caso, parece que hay mucha mierda escondida en esa familia.

Esto es una especie de thriller con misterio y movidas sobrenaturales pero nunca termina de despegar. La cullpa, en gran parte, es del niño, un tal Aiden Longworth que carece de carisma alguno y aburre en todas sus escenas, tanto en coma como cuando se mueve y habla. Con un buen chiquillo y un guión algo más dinámico esto podría haber sido un peliculón pero acaba siendo demasiado lenta, demasiado insubstancial y da unos bandazos tremendos en su ritmo y en su trama que le acaban por pasar factura. De Jamie Dornan decirque de entrada tenía mi odio más absoluto pero consiguió que al menos no sea su papel el que jode la película. Está bien y puede actuar, algo que no había hecho en cierta película con pelleja a la que le pega jalás. Resumiendo, que se puede ver pero hay tantas cosas que no acaban de cuajar que sales del cine con la sensación de que podría haber sido muchísimo mejor.

Ni de coña es cine para los miembros del Clan de los Orcos o los sub-intelectuales con GafaPasta. Eso sí, sus hembras igual sí que pueden ir al cine, con las uñas cortadas y hacerse una sesión de zambomba ya que las pobres todavía no saben que en Internet, además del CaraCuloLibro, hay pornografía por un tubo.