Hemos visto multitud de bicicletas y triciclos adaptados para llevar carga pero creo que no se han prodigado demasiado las adaptaciones folclóricas para ese uso. En la imagen de hoy vemos una bicicleta normal de las que usan en Vietnam incluyendo a su ciclista vietnamita con su gorro típico casi igualito al que yo tengo y que sigo usando cuando llueve una jartá y detrás hay un remolque que parece más bien de esos que se llevan a mano para cargar cosillas y que él con mucho ingenio adaptó para la tarea. La carga que llevaba era como una puerta o quizás algo para cubrir una ventana grande. El problema de este remolque es que es plano y todo lo que pongas encima lo tienes que llevar atado y bien atado, como decía aquel chamo que vivió antes de que todos estuviésemos las veinticuatro horas del día ondeline. Como lo pillé en el centro de Hoi An, en la zona peatonal, hay gente caminando por la calle, también se pueden ver farolas y por supuesto, el mar de cables de teléfono y de electricidad que en Vietnam se reproducen como truscolanes en los lugares habitados.
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El puente cubierto japonés de noche
Cerramos el capítulo del puente sobre el río y los faroles y llegamos al puente cubierto japonés o Chua Cau, que viene a significar según unos lo que he puesto en español y según otros fueron precursores de anunciar que truscoluña no es nación. Esta es la principal atracción de la ciudad y hay que reconocer que es jodidamente increíble. Fue construido por comerciantes japoneses a finales del siglo XVI (equis-uve-palito) y los más espabilados seguro que intuyen de dónde viene el nombre actual y creedme cuando os digo lo orgulloso que estoy de vuestra inteligencia. El puente unía el barrio japonés con el barrio chino. Esta semana veremos varias fotos del mismo y comenzamos con esta hecha de noche.
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La semana pasada en Distorsiones
La semana pasada estuve en Gran Canaria y el blog continuó con casi su ritmo habitual, ya que dejé más o menos todo programado y el par de días que tenía para improvisar algo los dejé pasar porque chica, uno se hace la picha un lío y se le pasa el tiempo. El repaso a los vídeos que hice en las Filipinas este año continúa con Vídeos en aviones desde Legazpi a Camiguín y también vimos Vídeos de la Isla Blanca en Camiguin.
En Hoi An flipamos con el Río Thu Bon en Hoi An y un cielo increíble y un agua de un color catastrófico pero que no olía como la de Río de Janeiro, en el mismo lugar vimos un Puente sobre el río Thu Bon con lámparas chinas por la noche y vimos unas Lamparas chinas sobre el río Thu Bon en Hoi An que quitan el sentío y un flipante Juegos de luces en el río Thu Bon y acabamos la semana con La luna reflejada en el río Thu Bon. Tenemos para rato en Hoi An
Relacionado con Hoi An vimos un grupo de bicicletas en Caravana de rickshaws en Hoi An y ya las he añadido al Álbum de fotos de bicicletas.
Fui a ver solo dos películas al cine, una en España y otra en Holanda pero como sigo teniendo una buena reserva, comenté cuatro, comenzando por la peripatética The Infiltrator en la que dormí como un bellaco la mayor parte del tiempo de lo aburrida que era y que recomiendo encarecidamente a personas con problemas de insomnio. Seguimos con el masque de que te cagas de animación de The Red Turtle, también para gente con problemas para dormir. Por suerte la cosa mejoró muchísimo con la entretenida Criminal y acabamos con el fascinante drama romántico de ciencia ficción Equals. Hasta este momento he ido a ver ciento cuarenta y seis películas con lo que es prácticamente imposible que no supere las doscientas en fin de año. Comparando con años anteriores, en el 2015 crucé ese punto el segundo día de septiembre con Hitman: Agente 47 – Hitman: Agent 47, en el 2014 fue a mediados de septiembre con Clouds of Sils Maria, en el 2013 fue a finales de septiembre con Empire State, en el 2012 fue a comienzos de noviembre con Las ventajas de ser un marginado – The Perks of Being a Wallflower, en el 2011 fue a mediados de noviembre con Immortals y en el 2010 fue a mediados de diciembre con 3 metros sobre el cielo y no podemos seguir viajando hacia atrás en el tiempo porque ese es el último año en el que superé esa cifra en el pasado tan lejano.
Sus tenéis que fastidiar porque no hay resumen de comida.
Y así transcurrió la semana.
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Equals
La ciencia ficción es el género cinematográfico que más arriesga y que explora los caminos más interesantes y aunque el género está marcado por las películas famosas que son en realidad sencillos folletines petados de efectos especiales, escondidas en este género hay pequeñas obras que destacan por su originalidad, como la película Equals, una que por desgracia parece que no tiene fecha de estreno prevista en España, aunque se dijo que habían pensado en titularla truscoluña no es nación.
Dos julays se encoñan y no se cansan del chimpún
Algo malísimo sucedió en el planeta cuando se creó truscoluña y por culpa de eso, los seres humanos hemos sido modificados genéticamente para no tener emociones ni sentimientos pero algunos presentan defectos y así un chamo se encoña de una pava de su trabajo que le responde y cuando descubren que la cosa esa que el agarra para mear se puede introducir en el hachazo que tiene ella por los bajos, se lo pasan pipa aprendiendo a tocar la zambomba. Por supuesto, tendrán que ocultar su amor a todos y planear su huida para ver si así pueden tener una vida feliz.
Desde el primer instante de esta película con decorados que parecen sacados de un anuncio de la manzana mordida, me enganché a la historia y mis ojos no se separaban de la pantalla. El guión es una bonita y complicada historia de amor, el cual busca triunfar cuando el enemigo es una sociedad que parece que eligió perder las emociones. La película, pese a mostrar la supresión de las emociones logra despertar un montón de las mismas en los espectadores, que disfrutamos como enanos. Fantástico el trabajo de Nicholas Hoult como el joven enfermo de amor y hasta Kristen Stewart que usualmente demuestra una carencia total de sangre en sus venas está muy bien, aunque por supuesto teniendo en cuenta sus limitaciones, que la pobre no puede ni quiere sonreír y siempre revira la cabeza de una manera muy rara. La historia va creciendo según pasan los minutos y la trama se vuelve más y más interesante. Es simple pero está muy bien hecha y nos aporta un montón de cosas para pensar al salir del cine. Se mueve por el drama con soltura y al mismo tiempo no pierde sus raíces en la ciencia ficción e incluso la podemos considerar una película romántica. Definitivamente una que merece la pena ver.
Demasiado sofisticada para los miembros del Clan de los Orcos, que son más bien de efectos especiales, falta de diálogos y el aquí te pillo aquí te mato pero creo que puede gusta a los sub-intelectuales con GafaPasta.