Dentro del casco viejo de Lucca, en la zona que está tras la muralla de la ciudad, ya no quedan demasiadas torres medievales. Como todas las ciudades de la Toscana, en su día estaba petadísima ya que en aquellos tiempos, la manera de mostrar el poderío familiar era plantando una torre en tu keli. La más importante y famosa de todas es la Torre Guinigi, que casualmente, pertenecía a la familia con el mismo apellido. No sé como lo he hecho pero me parece que la torre no la veremos ni de lejos, aunque sí que he elegido tres imágenes hechas desde la misma. Lo más curioso de esta torre es que en la azotea tiene un jardín con árboles y por eso en el panorama que tenemos hoy se pueden ver algunas ramas por la parte superior. La torre no es demasiado alta y se sube con un pelín de esfuerzo. La torre se construyó al principio del siglo XIV (equis-palito-uve).
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La semana pasada en Distorsiones
Se os agota el tiempo y aquellos que hasta el jueves de esta semana no estén Subiéndose al carro se lo perderán todo porque una vez me ponga en movimiento, pasaré ampliamente de las peticiones que me lleguen.
La semana pasada escribí más que nunca y sin embargo hubo varios días que pasaron únicamente con la foto del día. Preparar una pausa de tres semanas es complicado y requiere tiempo para dejarlo todo bien atado. Entre las pocas cosillas que vimos estuvo un curioso vídeo de la Playa de la Garita, el lugar en el que me ennegrezco siempre que viajo a Gran Canaria. El otro apunte que tuvimos fue para conocer La puerta y los tulipanes con esto y aquello, algo que escribí después de currarme una purriada de anotaciones para la foto diaria. El fin de semana mi cerebro prácticamente se apagó haciendo críticas de cine, ya no sé ni que escribir sobre las películas que he visto.
El colofón a la espectacular serie con fotos de la bahía de Ha-Long llegó con el Álbum de fotos de la bahía de Ha-Long y como mi generosidad es más que relativa, vuelvo a aprovechar para colar el vídeo con esas y otras fotos por aquí abajo. La semana pasada comenzamos un paseo por Lucca, preciosa ciudad italiana cercana a Pisa. Comenzamos a lo grande con la Fachada de la chiesa di San Michele in Foro y después la vimos en toda su gloria en Chiesa di San Michele in Foro antes de entrar a husmear el Interior de la chiesa di San Michele in Foro y salir a la calle para ver el Palazzo Pretorio en la Piazza San Michele.
Acompañando la serie de Lucca y anticipándose a la misma vimos una Momia con mucho mal rollo.
No me preguntéis como lo conseguí porque ni yo lo sé pero la semana pasada logré ir a ver cinco películas al Cine y comenté tres, que es la cantidad en la que ando centrado para acumular y tener cosillas para los próximos fines de semana. Las tres películas que aparecieron por aquí fueron la fascinante Experimenter, seguimos con el drama con calenturas eróticas de Cegados por el sol – A Bigger Splash y acabamos con la sosa y cansina El libro de la selva – The Jungle Book.
Algo de comida, aunque igual faltan cosas porque estoy desquiciado:
Y así transcurrió la semana pasada.
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El libro de la selva – The Jungle Book
El jueves había reservado entrada para ir por la noche a ver la película de la que quiero hablar hoy y mi elección de la sesión fue porque no había que usar las putas gafas TresDé. Al final, la película no me atraía demasiado y decidí quedarme en mi casita y retrasé la visita al cine al domingo. Este mediodía fui a ver The Jungle Book, película que también se ha estrenado en estos días por España con el título de El libro de la selva.
Un julay vive entre bestias
Un niño más feo que una caries es criado por lobos porque así se le antojó a un puma y hay un tigre que le tiene manía. El chiquillo decide marcharse porque el tigre les está tocando los güevos a los lobos y en el camino conoce a un oso y a otras bestias mientras salta y corretea y pollardea mogollón.
La verdad, esto no hacía falta. Para nada. Ya teníamos la película animada y con ella era suficiente. El primer minuto me pareció horrendo porque está pensado para impresionar a los retardados que pagan más por poder verla con gafas y así justificar su inversión y en dos dimensiones toda esa escena inicial por no estar no se ve ni enfocada. La historia es básicamente la misma de la película de animación, hasta las canciones te suenan a viejuno y no sé si esto se puede considerar película o una secuencia gigantesca de efectos especiales ya que creo que no hay un solo segundo de metraje que no los tenga. Me molestó enormemente que algunos animales hablen. Se veía falso, o falsísimo o tremendamente falso. No era para nada natural. Creo que aquí se han olvidado por completo del libro en el que se basaba la historia original y si te topas con algún pollardón que pretenderá hacerse el listo y decir que lo ha leído y te cuenta el rollo este, que sepas que la historia original es vagamente similar. La película tiene un ritmo más o menos constante, con cambios de escena frecuentes pero es tan simplona y tan obscena con los animales animados por ordenador que acabas por dedicarte a mirar la pantalla de tu teléfono y rezar para que alguien te mande un mensaje y así entretenerte. Como estas cosas hoy en día funcionan un montón, seguro que en dos años tenemos una precuela en la que el niño es un bebé o algo así y quizás hasta dos secuelas cuando el chiquillo conoce a Tarzán y cuando se tropieza con Carlos Jesús, lo abducen y se lo llevan a Raticulín. En fin, que no fue algo para mí.
Descerebrados, niños sin dientes y miembros del Clan de los Orcos son el público ideal para algo así, ya que no requiere el uso de neurona alguna y hay tal exceso de efectos especiales que mantendrá su atención en la pantalla. No creo que sea del exquisito gusto de los sub-intelectuales de GafaPasta.
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Cegados por el sol – A Bigger Splash
En la era del cine casto y formal en la que vivimos, una película erótica o medianamente erótica en la que se vea una polla es poco menos que un milagro. A las hembras actuales lo que les gusta es ir al cine en manada a ver un panfleto erótico en el que los hombres no enseñan ni el ombligo y cuando se quitan las camisas todas se ponen a gemir en el cine como mulas en celo y se dejan las uñas tocándose la zambomba con pasión. Por eso, no me puedo explicar como a alguien se le ocurrió hacer la película A Bigger Splash y aún me puedo explicar menos la aberración del título en español, que es Cegados por el sol y con el que se estrenará la semana que viene.
Una pareja de julays en una perdida isla italiana reciben la visita de un capullo y su hija acarajotada y se monta el belén sin la esteban
Una cantante de rock famosa y casada con un chamo que es director de cine están de vacaciones en un lugar perdido del mundo cuando hasta allí llega el amigo que los unió y antiguo amante de ella, que además aparece con una hija que ninguno sabía que tenía. La convivencia en la casa se vuelve difícil porque hay mucho pasado entre unos y otros y la mierda, por más que lo intentan, les sale siempre a flote. Al final y como era de esperar, hay un pitote en el lugar que no veas.
A esta película llegué de chiripa. El trailer no me acababa de convencer y el día que fui a verla, después de otra, estuve considerando el pasar y marcharme a casa y la decisión final fue por escaso margen. Tampoco me esperaba que Lord Voldemort se sacara la varita mágica una y otra vez. La historia es lo de siempre, calenturas, celos y demás, solo que en este caso en una isla que se ve preciosa. La película recorre varios escenarios fabulosos y en ellos, nuestros personajes hablan, discuten, se callan las cosas y conspiran. Hay un triángulo extraño entre los dos hombres y Tilda Swinton, que además casi no habla en la película por estar recuperándose de una operación de garganta. Esa historia es fabulosa y entretenida. Lo que no viene a cuento y se podrían haber cargado es el meter a Dakota Johnson, que vuelve a demostrar que no sabe, ni puede, ni quiere actuar. Habría que borrarla de todos los momentos en los que aparece y no nos perderíamos nada. De entre todos, el que más me gustó es Matthias Schoenaerts y de hecho, para mí es el protagonista absoluto. La historia entretiene aunque tiene momentos cansinos y resulta muy interesante.
Por descontado, esto es cine de filmoteca y por tanto no apto para los miembros del Clan de los Orcos. Puede resultar más interesantes para aquellos sub-intelectuales de GafaPasta que estén más saliditos.