Hay gente a la que hacerle fotos es prácticamente imposible. Un buen ejemplo de esas personas es Evelyne que se enñurga toda cuando huele el cristal del objetivo de la cámara apuntando en su dirección. Por suerte, Yuna no tiene ese problema y le gusta que le hagan fotos y además, hay que reconocerlo, sale espléndida. Otro día contaré lo del viaje a Málaga pero por ahora, hoy nos conformamos con este retrato de una chica que aún lo está descubriendo todo.
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Castel dell’Ovo
El Castel dell’Ovo está en el islote de Megaride, el cual y gracias a un puente que hasta se puede ver en la foto, ahora está conectado con tierra sin más problemas. El castillo ha estado ahí desde siempre y según los vientos de los conquistadores, lo reformaban y lo adaptaban a lo que les convenía. Desde el castillo hay unas bonitas vistas de la bahía que yo no pude ver bien porque estaba diluviando. También se podía ver la ciudad de Nápoles. Se puede visitar y el acceso es gratuito. En una de las salas del castillo había una exposición de arte moderno de ese que te deja helado o aterrorizado.
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La semana pasada en Distorsiones
Sobre todo en mi trabajo saben que a poco que me desaten, yo salgo en tromba y voy Empitonando a cualquiera que se me ponga por delante. Tras varias semanas de retraso, por fin logré sentarme y escribir sobre El terrible viaje a Edimburgo y la primera mañana de turismo, continuó el relato en Más del castillo y una visita a la capilla de Rosslyn. El fin de semana lo pasé por Málaga e imagino que algo de lo que allí sucedió se colará en el contenido de esta semana que comienza hoy.
En Nápoles vimos la Chiesa del Gesù Nuovo y entramos a ver el Interior de la Chiesa del Gesù Nuovo y desde la puerta de la iglesia vimos la Spaccanapoli, seguimos con el Claustro del monastero di Santa Chiara y vimos la Piazza del Plebiscito
Ttuvimos otra ronde de fotos entrando en el Club de las 500 que comenzó con Las tarjetas de Navidad de Distorsiones en el Club de las 500, continuó con Holland-Amerika Lijn, Montevideo y World Port Center en el Club de las 500 en Rotterdam y en la misma ciudad vimos el Luxor Theater en el Club de las 500 y acabamos en Omán viendo un Cañón en la torre de vigilancia en el Club de las 500
Hubo una nueva bicicleta y que nos llegó desde Pisa, en donde vi unas Bicicletas de alquiler en Pisa. Ya la he añadido al Álbum de fotos de bicicletas.
Fui a ver tres películas al Cine lo cual es poco menos que milagroso dado que me era imposible sacar un minuto de algún día y comenté tres películas también por falta de tiempo. Dos de ellas resultaron espectaculares, como la fabulosa y fantástica La gran apuesta – The Big Short y el peliculón de Spotlight y la mierda que sobra en la iglesia católica y como se protegen unos criminales a otros. Acabamos con la amena pero poco más La quinta ola – The 5th Wave. Acabé el mes de enero habiendo ido a ver diecinueve películas durante el mes.
Habiendo estado ausente el fin de semana, se reduce la cantidad de comida que pasó por mi cocina:
Y así transcurrió la semana pasada.
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La quinta ola – The 5th Wave
Obviamente, no todos podemos ser seres superiores como un servidor que no envejece y que cuando todos sus amigos se dedican ahora a leer cosas para viejos y sus amigas libros de calenturas sexuales escritas por retardadas que al parecer creen que recibir una jalada por parte de un hombre es erótico, yo involuciono y estoy super-hiper-mega enganchado a los libros catalogados como Young Adult, Adultos jóvenes o básicamente YO MISMO. Por eso, casi todas las películas basadas en esos libros y sobre todo las de futuros alternativos me pillan siendo fans del libro o en este caso de los dos libros ya que la tercera parte aún no se ha publicado. Por eso, según se estrenó fui a ver The 5th Wave, película que llegó a los cines españoles la semana pasada con el título de La quinta ola.
Una julay las pasa putas y encima se encoña de un malaje
Cuando aparece un OVNI gigantesco sobre la tierra, todo es alegría y cosa buena hasta que unos días más tarde nos empiezan a dar candela de la mala. Las tres primeras tandas (o olas) prácticamente reducen la población del planeta a cuatro gatos y a partir de la cuarta el exterminio es ya un deporte. Una pava que ha sobrevivido tendrá que rescatar a su hermano de un campamento militar y estará acompañada por un chamo guapo que le pone los pezones como piedras de hielo y no se puede ni imaginar que el colega esconde un secreto de que te cambas y te cagas por las patas pa’bajo.
Por desgracia, a la hora de sintetizar el libro se dejaron un montón de cosas atrás y con tanto corte, la película va un poco a su bola y probablemente aquellos que no han leído el libro no se enteren de la mitad. La principal protagonista es Chloë Grace Moretz y aunque lo hace bien, le falta carisma y al final te da un poco igual que la maten, que sobreviva o que se meta a trabajar de cajera en un Merkamamona. El chamo que la calienta es Alex Roe que no recuerdo de haber visto en cines en mi vida y al que podemos describir como un cacho de carne con ojos de esos que hace que las pavas se dejen las uñas en el cine con tanto tocamiento bajero. Yo diría que más que actor es modelo pero bueno, la historia tampoco era como para que muestre en pantalla millones de emociones intensas. El guión da saltos por culpa de los cortes y la película tiene un par de momentos en los que pierde el ritmo. El final nos pilla algo descolocados y parece como que lo aceleraron. De hecho, este sí que es un libro que igual deberían haber cortado y hecho dos películas en lugar de una. Aún así, tiene un pase para una tarde de esas tontas.
Con acción, una chocha, un chamo y demás esto es cine del que mola un montón a los miembros del Clan de los Orcos y definitivamente, prohibida para los sub-intelectuales de GafaPasta.